jueves, 29 de septiembre de 2011

Cuento equivocado


Erase una vez una famila modelo.

Desde que sonaba el despertador todo estaba medido. El desayuno esperando desde la noche anterior en la mesa, las galletas contadas en cada plato, la hora de salida cronometrada.

Cada hora, cada paso debía  tener un sentido práctico, siempre estaban muy ocupados, con el tiempo contado en gramos,  como las raciones congeladas del menú semanal.
No les cabía en la cabeza que ningún despistado se invitase a comer en su casa, no tendrían ni tiempo ni ración preparada. Nunca se ofrecían a alojar en sus habitaciones a nadie, no había minutos y energías que perder en tontadas.

Necesitaban descansar de una vida de tanta entrega, con calendarios  de asueto rígidos  hechos a su conveniencia, que todo el mundo debía respetar, se trataba de SU descanso...

Cada uno dirigía su vida con orden ajustado, sin interferir en los quehaceres del otro... que la convivencia crea muy malos rollos, desordenes y despilfarros.Vivían juntos, pero sin intersecciones molestas.

Todos sus días encajaban como las fichas de un puzzle, y era tan importante mantener ese esquema, que el resto de la realidad debía ajustarse a ésas mismas coordenadas.
No cabían más cumpleaños que los suyos, sólo sus  problemas debían tenerse en cuenta. Si ellos no sentían una necesidad, es que no existía.

Eran un sistema solar con órbitas  milimetradas, girando en torno al astro rey, su YO enorme, disfrazado de "ordo amoris"

Estaban convencidos de que en esto consiste el buen amor: ordenado, pesado y medido.

Pero se equivocaron de cuento,  confundieron las relaciones afectivas con las efectivas.














miércoles, 28 de septiembre de 2011

Personalizados

Tenemos nuevos signos de escritura, no sólo hemos cambiado los vocablos, también hemos inventado símbolos.

Los "emoticones" ponen en la escritura una cucharada de ternura, un punto naif, que siempre acerca al corazón del otro.

Y hay material suficiente  para evitar que nuestra se resigne a lo anodino y anónimo. 

Este video, gentileza del "Departamento de Videos y Sonidos",  nos regala sugerencias para que nuestros mensajes sean totalmente fashion y personalizados.


lunes, 26 de septiembre de 2011

Ocio maduro.




Fiel transcripción de la vida real.




En el autobús.

El gruñido constante del motor no es obstáculo. Las voces llegan nítidas desde la nuca.
Él y ella.
Voces con años encima, pero que aún no tiemblan con esas sutiles afonías que regala la vejez.

- Ahora podemos. ¡Tenemos que disfrutar!.

- Vale, que sí... pero que yo disfruto ya leyendo. Una, dos , tres horas con un libro...que yo disfruto así.

- ...pero también habrá algo con lo que podamos disfrutar juntos ¿no?...

- ... dime tu, ¿qué te gusta, cómo quieres disfrutar?

- Pues yo disfrutaría viajando.

- Mmmm...¿viajando? Bueno, pues viajemos... ¿A dónde quieres ir?

- A París.

-¿A París...? También podemos ir a Camprodón.

-¿¡Y qué vamos a hacer en Camprodón!?

- ...pues descansar, ver la tele, leer...

Deliciosos "ellos" por siempre jamás.



jueves, 22 de septiembre de 2011

Guasapear



Somos emigrantes entre generaciones. Ya sé que me repito, lo he dicho otras veces.
Entrar en otra cultura generacional con los ojos abiertos, sin rigideces defensivas, sabiendo que lo de "cuando yo tenía tu edad" no tiene que ser necesariamente lo mejor, tiene muchísimas ventajas, es la mejor prevención para la arterioesclerosis del alma.

De esas incursiones continuas a otra cultura, traigo bastantes "souvenirs".

Reconozco que en un primer momento, cuando los contemplo a ellos con sus cacharritos y costumbres novedosas,  me sale la vena "vieja cascarrabias", y salta el resorte "qué tontada".
Pero quiero ser una buena emigrante, y sigo observando.
Muchas veces- casi siempre- cambio de opinión y logro acercarme un poco más a esos seres de mi propia especie, con los que comparto habitat, y que a veces parecen tan extrañamente lejanos.

De esos viajes en el tiempo me traigo de estraperlo algunos cachivaches, que acaban formando parte de la normalidad cotidiana.

La última aventura ha sido el "guasap"(WatsApp para los eruditos).

Tuve el clásico "primum" de desprecio: otra forma de perder el tiempo, sólo les falta eso para distraerse, más tontadas como el facebook...etc, etc, etc.

Después vino el acercamiento tipo chimpancé: unos cuantos paseos de observación en círculos aproximativos, varios golpes al invento para comprobar que no muerde, y cientos de vueltas al artilugio para intentar averiguar cómo se enciende.

También existen almas caritativas en esa generación aparentemente despreocupada. Al final una habitante autóctona se apiadó de la ignorancia de una madre emigrante y con un leve touch, abrió la aplicación.

Ahora ando enganchada al guasapeo. Me ayuda a sentirlos cerca cuando están tan lejos.
Gracias, "siguiente generación".

martes, 20 de septiembre de 2011

Frutos manuales



Se aconseja encerrar algunos frutos en la oscuridad, eso me dicen en la frutería cuando las chirimoyas están duras como piedras: que las castigue en una celda. Y en dos o tres días de ostracismo negro se transforman en dulces, blanditos bocados exóticos, con tropezones de pepitas enormes y brillantes, como de charol,  que eso no lo quita el castigo.

A estas frutas otoñales les pasa algo parecido: han necesitado casi dos años de olvido en un cajón para madurar y venir a mi cocina. Al final me he avergonzado, de tanto repetir a mis descendientes que lo que se empieza se acaba  parece que lo he entendido.

Y más sorpresas manuales: Me duelen las manos de forma desconocida. Es fruto del grabado. Una aventura que me tiene atrapada. Los pinceles no exigen fuerza, ni contorsiones con los dedos, pero el trabajo con la tinta y el rodillo deja las uñas negras y los nudillos molidos.
Pero tengo internet a mano, y siempre hay un alguien desconocido con buenas ideas dispuesto a echar una ...¿mano?

Aquí os dejo esta tabla de gimnasia manual...ha sido mano de santo.









jueves, 15 de septiembre de 2011

lunes, 12 de septiembre de 2011

Belle Époque


 
"Belle Époque es una expresión que designa las últimas décadas del siglo XIX y primeras del XX. Un periodo de intenso crecimiento económico, enmarcado por la guerra franco-prusiana y la Primera Guerra Mundial. Durante este periodo, se produce un profundo cambio que altera tanto las convenciones estilísticas del arte de pintar, como el marco de las relaciones que vinculan al pintor con su público y su mercado".



Desde que "El-Chico-de-mi-vida" es abuelo, nuestros días han cambiado.
Entrar en el gremio abuelil, ha coincidido con algo similar a una "soltería matrimonial". Hemos conquistado nuevas libertades, somos más independientes y estrenamos ganas de aventuras sin horario ni disciplina.
El sábado disfrutamos de esa vida suelta recién estrenada, y a media mañana visitamos la exposición de retratos de la Belle Epoque . Sin prisas, sin hora señalada para volver a casa.... aprovechamos hasta el final.
Ilusionados como dos tontos con la novedad.

Contemplamos unas magníficas pinturas, de una etapa y unos personajes intensos, de unos años que influyeron tánto en el espíritu del hombre moderno.

Algunos piensan que esa etapa no existió, que es la idealización de un pasado feliz ante los horrores que trajo la I Guerra Mundial.

No sé ... a lo mejor también esta nueva etapa familiar no es más que un espejismo...pero de momento es una Belle Époque.

viernes, 9 de septiembre de 2011

NeoCoco





Creía que lo del "coco", "el hombre del saco", o el "monstruo-come-niños" estaba descatalogado. Sobre todo porque, con los niveles de "mimadez" estándar, es difícil hacerle creer a un crío que dejarse unas cucharadas de sopa o escupir el solomillo tenga la más leve consecuencia.
Pero yo he contemplado en vivo y en directo el resurgir de ése mito, simplemente ha cambiado de objetivo.

Durante una agradable cena estival, a la hora de los cafés y chupitos-que-invita-la-casa, el tema de los hijos es habitual. Los llevamos en el corazón, y en cuanto rascamos un poco, salen ellos y sus problemas.

- "...Y ya le he dicho, que como no se ponga a estudiar, y siga con esas notas, acabará estudiando humanidades..."

Así fue: Descubrí ése engendro diabólico con el que las buenas madres amenazan a sus pequeñines, guiándolos por el camino del bien, mostrándoles los peligros de la vida: El CocoHumanismo.

Estos primeros días de septiembre estoy entendiendo cómo debe sentirse la madre del mismísimo hombre del saco.

Los más generosos y caritativos nos miran compasivos, casi nos dan el pésame, y nos reconfortan con palabras de esperanza..."pero es buen chico", "mira...si le gusta"...

La mayoría se muerde la lengua, y se hace un incómodo silencio reprobador.

Los más valientes nos recriminan por permitir semejante barbaridad, por nuestra falta de sensatez, por financiar algo tan descabellado...en definitiva por ser tan malos padres.

Sí, nuestro niño estudia Periodismo e Historia.
Y no nos hemos opuesto, al contrario, le animamos a que haga aquello en lo que cree que puede ser feliz. Le pedimos que se esfuerce por hacerlo muy bien, y estamos convencidos de que triunfará.

El sueño de algunas madres no es que sus hijos sean necesariamente  "tiburones de las finanzas"...también cabe la posibilidad de que siendo los peces-payaso les vaya bien en la vida, incluso siendo un besugo que estudia algo con tan poca oportunidad crematística como periodismo.








El vídeo de Sir Ken Robinson es discutible. Evidentemente no se trata de dogmatizar, pero plantea una necesidad palpable: El cambio en el sistema educativo. Es necesario entender que hay unas cuantas posibilidades más para incorporarse a la sociedad como adulto que a través de un título de ingeniero, abogado o ADE.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Qué calóóó !



Las tardes siguen siendo densas. El calor pringoso unta de sudores la cara, llena de pereza el pensamiento y cruje con fuerza las articulaciones.
 
          ... Nada que ver con los calores de los anuncios de mojito, en los que el sudor es frescor verde. A   pie de acera, sabe salado, y mezcla aromas desagradables.

Pegada a la estación de cercanías , la playa es un remanso barato. Arena de recambio, apilada cada primavera para que el gentío tenga donde caerse un rato al sol. El mar gasta muy malas pulgas con el frío, y en las primeras lluvias volverá a dejar descarnada la roca, se tragará la arena y relamerá la vía amenazando con tragarse el tren.


           ... Nada que ver con las arenas blancas del caribe que se anuncian para curar elestrés.          Ni palmeras, ni hamacas con caipiriña. La sombrilla de los chinos, y la neverita de plástico son todo el surtido del frescor.

Las abuelas pasean de tres en tres a lo largo de la orilla, medicina natural para sus piernas varicosas, con bañador-faja en colores oscuros, que adelgazan. Algunas se atreven con los enormes estampados de medio luto, flores exóticas para el sol.

"La Vane" extiende el bronceador aceitoso sobre el piercing del ombligo, y habla y habla...pero "el Josua" ni se inmuta. El sueño de sus ojos se concentra en liarse un porro.

           ... Nada que ver con "cuerpos danone" contorsionándose sobre toallas  como sábanas de espuma. Aquí se luche abiertamente por dos centímetros más cerca de la orilla y lo más parecido a los bañadores de "Victoria's Secret" son los bikinis del Carrefour, en todas sus versiones, con las gomas ya comidas por el salitre, haciendo ondear graciosamente la lycra.

La realidad es mucho más hermosa que los lujos artificiales, tiene la belleza de ser cotidiamente imperfecta.








viernes, 2 de septiembre de 2011

El Pastor de Andorra


Las imágenes hacen trampa porque con sólo oír el acento ya me empieza a cosquillear la garganta.
Es el influjo de las raíces, la cadencia de voces que se escondieron en la memoria, de formas de decir con mensajes indefinibles, y que sólo puede explicar el corazón.

Y exactamente en el minuto 1:53 estalla una lágrima. Es la belleza del sentido común, de la verdad.

Admiro la sencillez de esta personalidad compacta, sin fisuras, coherente.
Hermosura y fuerza de la vida buena.
Me sobran las teorías, necesito éstos héroes.