jueves, 29 de marzo de 2012

Magnanimidad








Todos tenemos palabras favoritas.
Palabras que son envoltura, belleza armómica, en las que no es necesario apartar el celofán y ver su significado, nos gustan por simple enamoramiento, por flechazo. Así me gusta, por ejemplo, "aljibe". Sin razón alguna.

Otras veces nos atrapa el concepto, no hace falta que los fonemas o sonidos nos encandilen, deslumbra el sentido , el contenido, el tesoro que encierran.
Suelen ser palabras que repetimos, porque hemos hecho amistad con ellas, las incorporamos al latido que damos a nuestra vida.

Una de ésas palabras-concepto que me tienen embobada es "magnanimidad".

En el primer momento me pareció una palabra grandilocuente, con demasiada caoba y pan de oro. Hasta que llegué a su fondo.Fue un enamoramiento palabril a través del trato, de conocernos. Magnánimo suena a exceso, del mismo modo que la poesía es un excederse de la palabra.
Se define como  "Grandeza y elevación de ánimo", y a las disfrutonas como yo éso nos interesa,porque magnanimidad es "vivir a lo grande", o mejor dicho, "vivir con grandeza". 

Nunca como ahora, cuando los problemas y lo incierto del futuro nos encoge y arrincona, es necesaria la compañía de la magnanimidad, la disposición hacia el dar más allá de lo que se considera normal, de entregarse hasta las últimas consecuencias, de emprender sin miedo, de avanzar pese a cualquier adversidad.



Magnanimidad es ilusión optimista, pero no está fuera de la realidad,conoce las dificultades y las limitaciones, pero no le paralizan, porque sabe que tiene la responsabilidad de aportar algo a la historia de la humanidad, no importa si es construyendo una catedral o volcándose en cuidar  a los que están cerca, sabe que la grandeza es hacer posible ése desprendimiento.


Es el impulso de los héroes, los conquistadores y navegantes que abrieron nuevos mundos, que edificaron palacios, escribieron gestas, en libros de oro o en cuartillas secretas. Porque el magnánimo  sabe poner en marcha la imaginación y el tesón, entiendela grandeza de la tarea de vivir. 

Magnanimidad,¿verdad que es precioso ése desparramarse, extralimitarse, saltarse lo medido y lo "normal"? 

 

viernes, 23 de marzo de 2012

Doble Check






 Aunque me he declarado guasapeadora alguna vez, siempre he tenido mis reticiencias con el invento.
Todo lo relacionado con el móvil necesita una lectura concienzuda para no caer en nuevas esclavitudes. Mis convivientes lo saben, y por eso nunca tienen mi número como opción para las urgencias. Desde el principio me propuse mantenerme fuera de su influencia, aunque reconozco que me cuesta-mecuesta.(Así, por duplicado). Lucho con todas mis fuerzas por no depender del aparatejo como si fuese un respirador artificial, todo el día a cuestas con la bombona de oxígeno para seguir existiendo.

Las sospechas se han confirmado.

El guasapeo ha traído nuevos retos para el lenguaje del amor.

Hace tiempo los enamorados vivían los peligros de la interpretación del lenguaje  en los gestos de un abanico:  un simple manotazo para espantar una mosca podía interpretarse como un desaire, y dar al traste con un amor esperanzado. O simplemente algo tan nimio como ser daltónico, era una amenaza para el amante que confundía el color de unas rosas, y pasando del rojo al amarillo,llevaba el amor apasionado al consabido y temido "te quiero como amigo".

Ahora el enemigo se llama double check. Estáis avisados.

Tanta "comunicación" puede llegar a ahogar la unión.

Es que no siempre estar conectados es ser compañía íntima.



lunes, 19 de marzo de 2012

pepes, pepis y papis



¡FELICIDADES!



 


 ...hoy es San José.



miércoles, 7 de marzo de 2012

Una niña y la muerte






Ser niño en un pueblo regala una entrada en la vida con las proporciones adecuadas. Todo está dispuesto para que las manos infantiles realicen sueños: Piedras, palos, hojas, agua, caminos, pájaros y árboles, gatos, ovejas y hormigas, flores, manzanas, hierba verde y nieve. El paraíso de los cuentos es un pueblo cualquiera. Allí los sonidos llegan vibrantes, limpios, cuajados de realidad, y cada año con sus cuatro estaciones, son la pedagogía infantil más avanzada para el "conocimiento del medio" y el completo de la vida.

Vivíamos en el mismo pueblo, pero tenía dos años menos, que a esas edades es media vida, la distancia que separa a los mayores de los pequeños. Se llamaba Mari Carmen, era rubia y no tenía hermanos.  Su padre era el fotógrafo, y tal vez por eso la recuerdo para siempre en una foto en blanco y negro, con la orla blanca de ondulaciones irregulares alrededor, como eran todas las fotogtrafías.

Su casa estaba junto a la carretera. Entonces las carreteras atravesaban los pueblos, y eran la distracción de los viejos, contar los coches sentados bajo el tilero. Los niños jugábamos en la calzada sin aceras, y cruzábamos sin mirar. Por eso un día a MariCarmen la atropelló un camión.

Aunque ahora sé que nunca volví a verla, la he contemplado miles de veces. En las imágenes truculentas y llenas de vísceras de las conversaciones de niños asustados. Imaginándola envuelta en un sudario blanco y a sus padres llorándola eternamente, y sobre todo en esa inexistente foto en blanco y negro. Con el flequillo lacio recortado justo encima de los ojos, y una diadema de espuma roja. Porque en las fotografías de la imaginación el blanco y negro tiene  rojo, y las niñas llevan falda plisada de cuadros aunque sólo se retraten el rostro. Licencias de la memoria imaginando.

Nunca olvidaré la pena que puede sentir el corazón de una niña al contemplar aquella casita tan arrimada a la carretera, sabiendo que dentro una chiquitina rubia agonizaba triturada por un camión. Aún puedo sentir el dolor de  aquella niña de seis años que yo era, al imaginar lo sola que estaría  su madre. Los niños entienden la muerte. Saben lo que duelen las despedidas. En un pueblo la muerte se vive, nadie cuenta milongas de que "hay una nueva estrella". Desde muy pequeños habíamos ido al cementerio, escuchábamos las historias de miedo de los mayorzotes, y hacíamos apuestas de valentía tocando el mármol de las lápidas. Sentíamos miedo y respeto porque morir era un adios para siempre.

Me salvaron las campanas. Tocaron a muerto, y llevaron un ataúd blanco a la pequeña capilla donde la Patrona tenía su mismo nombre," Ntra Sra del Carmen", y me quedé más tranquila, porque MariCarmen, cerca de Ella, no estaría tan sola.

 Sus padres cambiaron la pequeña casa de la carretera por otra junto a la Plaza. Al saludarlos, cada verano, volvía a sentir con corazón de niña la misma tristeza, las imágenes reales o inventadas, las historias escritas con cuchicheos que alimentaban la imaginación, y que me dejaron para siempre a la Muerte con el rostro en blanco y negro de una niña rubia de cuatro años.


martes, 6 de marzo de 2012

Pasodoble










Cada vez que digo que yo soy creyente
aparece algún valiente que me juzga,
con la voz cobarde del intransigente
que surje siempre de la censura.

Esos que presumen ser inteligentes
y van buscando su razón en la incultura
porque no entienden que la Fe me haga más fuerte.
Que simplemente es un invento de los curas,
que surge nada más,

que surge por el miedo hacia la muerte
“.

Y a quién se ofende si le doy gracias a Dios,
y a quién se ofende si le pido protección,
qué más me da quién me comprende
Si el creer me hace más fuerte
y me hace ser mejor persona.

Si a Dios lo encuentro solamente en el amor
y no en las manos indecentes,
que se justifican si le adoran
ni en las manos pederastas,
ni de aquellos que mataran
y juraran en su nombre.

Dios está en las manos del que ayuda
del que no pregunta nunca
y que perdona los errores.
Ese es el Dios que me llena
ese es el Dios que ilumina
y si en el mismo día en que me muera
compruebo de verdad que no existiera
la misma Fe que muchos tirarían
si me hizo ser feliz toda mi vida
ya habrá valido la pena,
ya habrá valido la pena.



viernes, 2 de marzo de 2012

Querida hermana



Hoy es el día.
Aunque por exigencias del guión ya lo hemos celebrado, hoy 2 de marzo es la fecha exacta, tu cumpleaños.
No somos de muchas zarandajas entre nosotras, pero ya va siendo hora de poner las cosas claras. Te lo tengo que decir,  a la cara. Porque aunque no hace falta,( que esas cosas se notan y se saben), una vez en tantos años, no estaría mal vencer los convencionalismos y decirte que te quiero muchísimo, y que es imposible tener una hermana mejor. Es la verdad pura y dura. Una hermana que ha aguantado tantos años compartiendo habitación con una desordenada insufrible, que ha superado las continuas bromas haciéndome la muerta y el numerito del salto del balcón cuando estudiabas con tus amigas, merece que al menos una vez cada cincuenta años se abra la tapa del corazón y todo el mundo lo sepa.
Mi hermana es el cariño constante y firme, el apoyo incondicional, la fuerza incansable, el golpe de realidad sensata que facilita el día a día, la capacidad de entrega llevada al extremo.
Alguna vez entras silenciosa por estos rincones, y luego me comentas via telefónica con tu estilo tan "realista sin fronteras", ése modo inconfundiblemente tuyo de dejar las cosas claras, tocando el suelo, siempre dispuesta a remangarte y echar una mano. Bordando la interpretación del papel de "mala" en las pelis de familia, pero siempre con el corazón desbordándose a borbotones por esos ojazos verdes.

Felicidades, hermana, y a por otros tantos con la misma fuerza.




P.D: Te dejo una imagen de tantos recuerdos, y la canción que no encontré para tu karaoke...horteradicas de otros tiempos para cantar riendo a dos voces.