jueves, 31 de julio de 2014

Ser/Estar






Las palabras tienen vida secreta. 
Lo cuenta Isabel Coixet en su película.
Las palabras guardan secretos de intimidades compartidas incluso cuando sólo hay silencio.
Y también cuentan el sentido último de quién somos y qué queremos, a través de las que elegimos o de aquellas que no nos atrevemos a pronunciar.


Necesito modernizar mi vocabulario, saber qué quieren decir mis polluelos cuando me hablan.
Aprender su vocabulario y enlazar un significado a sus vocablos.

Estas últimas semanas mantengo una curiosa discusión/disquisición sobre la peliaguda cuestión de las diferencias entre ser y estar.
Para mí son conceptos absolutamente diferentes, sobre todo cuando nos referimos a lo amoroso-sentimental.
No puede ser lo mismo, y no entiendo sus argumentos.
Para empezar, y como reconoce incluso la "wiki", "ser" hace referencia a la esencia, y "estar" alude a "estado", en definitiva, que ser = permanente, y estar = transitorio.

Conclusión: que no es lo mismo"estar con alguien" que "ser novios". 
Digáis lo que digáis.
Pero si el mismísimo feisbuc, permite anunciar la situación sentimental cambiando de "estado"...

Cuanto más intento profundizar en el tema más perdida me encuentro.
En el argot de mi descendencia "estar con alguien", es algo bastante serio, mientras a mí me levanta todo tipo de sospechas. Claro que  es más "estar con alguien" que "tener un rollo".

Me hago un lío.

¿Qué diferencia hay entre "ser novios" y "estar con alguien"?
¿Es sólo un problema del exterior de las palabras, o esta disquisición entre ser /estar encierra un significado oculto y ahora los enamorados ya no se sienten permanentemente hechizados?
¿Será esto consecuencia de la poca confianza que tenemos todos en el amor?
¿Por tan poca cosa nos tenemos que no nos atrevemos a indicar algo que suene a compromiso?

Porque ¿cuándo se entiende que "estás" con alguien? 
Algo tiene que pasar.
Alguna misteriosa palabra tiene que realizar el conjuro, y saber que algo ha cambiado...y entonces cuando empiezan a jugar las palabras, claramente, ya no se trata de "estar" o "no estar"... entonces, las palabras mágicas que transforman, son una cuestión tan vital, que cambian el mismísimo  SER.

¿Somos o No Somos? 
Ése es el dilema.







viernes, 25 de julio de 2014

Imperfectos Privilegiados


La mayor ventaja de crecer es descubrir las ventajas de ser imperfecto.

Este anuncio es mi preferido.

Me siento ABSOLUTAMENTE identificada.




martes, 22 de julio de 2014

La eterna canción del verano






Los veranos cantaban "La Chevecha", "Juanita Banana", "Casatshok","El sol español"...música eferevescente que aún burbujea por el alma.

Recuerdo el momento con nitidez.
Tenía nueve o diez años, y le pregunté a mi madre porqué había tantas canciones " de amor".
Me parecía un rollo,una auténtica pérdida de tiempo, sinónimo de penas y aburrimiento en las letras...mi cabecita no entendía porqué a los mayores les interesaba tanto esa languidez que siempre llevaba consigo lo que llamaban amor.
Mi madre me miró, riéndose un poco,y sólo me dijo que el amor es lo más importante de la vida, que lo entendería pronto, que me fuese a jugar.
Pero a mí me quedó la intriga...¿cuándo entendería?¿ porqué eso del amor les importa tanto?
Mi madre, como siempre, tenía razón, y pronto comprendí la esencia,el  porqué, qué hace que  nos gusten tanto las canciones de amor.

Me gustan casi todas.
Este año he descubierto a Toni Zenet, que me ha atrapado con sus letras, y buen rollito. No tanto como Kevin, pero casi casi.

Ahora ya tengo edad para entender:
Que el enamoramiento es como una "invasión marciana", que nos enajena en el sentido estricto de la palabra.
Alguien entra en la mente y el corazón, sin pedir permiso, y lo cambia todo.
Todo gira entorno a el/ella, despertando lo mejor de nosotros mismos, pero también dejándolo todo en vilo.
Ése es el inicio del camino.
El estribillo de la canción.

¿Y cómo saber si es tan sólo la canción de un verano o va a ser sinfonía eterna?
Eso es para otro día, otras músicas, otros temas.





             


La eterna canción del verano






Los veranos cantaban "La Chevecha", "Juanita Banana", "Casatshok","El sol español"...música eferevescente que aún burbujea por el alma.

Recuerdo el momento con nitidez.
Tenía nueve o diez años, y le pregunté a mi madre porqué había tantas canciones " de amor".
Me parecía un rollo,una auténtica pérdida de tiempo, sinónimo de penas y aburrimiento en las letras...mi cabecita no entendía porqué a los mayores les interesaba tanto esa languidez que siempre llevaba consigo lo que llamaban amor.
Mi madre me miró, riéndose un poco,y sólo me dijo que el amor es lo más importante de la vida, que lo entendería pronto, que me fuese a jugar.
Pero a mí me quedó la intriga...¿cuándo entendería?¿ porqué eso del amor les importa tanto?
Mi madre, como siempre, tenía razón, y pronto comprendí la esencia,el  porqué, qué hace que  nos gusten tanto las canciones de amor.

Me gustan casi todas.
Este año he descubierto a Toni Zenet, que me ha atrapado con sus letras, y buen rollito. No tanto como Kevin, pero casi casi.

Ahora ya tengo edad para entender:
Que el enamoramiento es como una "invasión marciana", que nos enajena en el sentido estricto de la palabra.
Alguien entra en la mente y el corazón, sin pedir permiso, y lo cambia todo.
Todo gira entorno a el/ella, despertando lo mejor de nosotros mismos, pero también dejándolo todo en vilo.
Ése es el inicio del camino.
El estribillo de la canción.

¿Y cómo saber si es tan sólo la canción de un verano o va a ser sinfonía eterna?
Eso es para otro día, otras músicas, otros temas.





             


viernes, 18 de julio de 2014

Mascotas y Mascotos








Me pregunto qué pasaría si ellos fueran ellas...


Mi asesora de imagen y sonido me alerta sobre la nueva tendencia de las barbas floreadas, y lo que tiene esto del internet,  surfeando por olas de links, se mete una en unos charcos... mirad la obra de la artista floral Sarah Winward. A ver si mis adorables barbudos se atreven con las margaritas en pelo.

También me dejó bastante “choqueada” descubrir la existencia de una página para encontrar novio, "adoptauntio.es"...el concepto, la estética… si se atreven, pasen y vean.
Hay que ver qué malísimas somos cuando nos ponemos a ser peores.

Pero lo de estas pobres víctimas…los novios tristes de Etsy.
Sin palabras.
Angelicos.

Y tienen madre.



jueves, 17 de julio de 2014

A sangre









En el grabado, como en casi todo, hay márgenes.
Es la marca que la plancha deja sobre el papel al pasarla sobre el tórculo, y que delimita la imágen.
Los márgenes son importantes. 
Hay incluso una guía  para la identificación del margen, tienen diversos adverbios según su estado o tamaños: rico en barbas, márgenes enteros, márgenes anchos, márgenes estrechos, márgenes cortados por la huella, remarginados, buen margen, margen sutil, margen intonso, margen pequeño y un largo etcétera.

Y también existe el margen sin margen.
Es el "margen perdido" o "a sangre".

La estampación a sangre es frecuente en la estampa contemporánea, sobre todo en Norteamérica, y se realiza cortando la hoja de un tamaño inferior a la matriz. 
En este caso, la firma, numeración y cualquier anotación están dentro de la imagen o en el reverso de la estampa. 

Todo se pone en juego en la misma obra.
Me gusta la expresión "a sangre". Tiene fuerza.

En el grabado, como en casi todo, hay estampas que necesitan hacerse así, "a sangre".
Sin dejar límites que separen.
Jugándolo todo o nada.

Y el amor es una de esas estampas que no entiende de medias tintas, de límites, márgenes o condiciones.
En el amor...a sangre.












miércoles, 16 de julio de 2014

¡Ay...Carmelo!








Carmelo nació en medio de julio, por encima de la media, con cuatro quilos y medio. 
Eran otros tiempos, cuando los médicos no estaban obsesionados por los percentiles ni las glucemias.
Nació el día de la Virgen del Carmen, la patrona de su pueblo. Y ésta celestial coincidencia hizo que su autoestima progresara adecuadamente años y años, pensando que las orquestas, los cohetes y el volteo de campanas que anunciaban cada año las fiestas patronales, eran con motivo de su nacimiento y onomástica.

Fue un churumbel plácido, de los de comer-dormir, todo seguido y de forma continua. Un bebote de esos que hacen las delicias de los padres, sobre todo cuando es el cuarto hijo y la mayor tiene cuatro años. Y así  siempre ha seguido siendo, poniendo las cosas fáciles: bueno, verdadero y bello.

Era un niño un poco cabezón. No sé si por genética, porque ya apuntaba maneras y necesitaba tener un buen soporte para sus cabezonadas, o si, como se rumoreaba en esa época, eran los efectos secundarios del “Pelargón”.  Pero le lucía al más puro estilo "afro" el pelo ensortijado, como colofón a una considerable testa.
Ese tamaño debía facilitarle la tarea de aprendizaje, y desde muy pequeño, era capaz de memorizar poemas y versos. Curiosamente, algunos de estos sonetos fueron proféticos, y marcaron su destino.

“Yo soy un pobre gallego
 que vengo de Galicia aquí,
y al Niño Jesús le traigo un gallo.
 Kikirikí”


Y así fue y así pasó.
Pero hasta el “momentazo Galicia”, trancurrieron unos cuantos años, con ascensiones montañeras y elevaciones intelectuales. Lo dicho: la fuerza de un gran corazón a la sombra de una buena cabeza.

Un día de junio, cambió de vestuario.
En una pirueta valiente se puso del todo en Sus Manos.
Quemó las naves, como las queman los enamorados, y se hizo cura.
No sé si a él le pasó lo mismo, pero yo no pude echar ojo la noche previa a su salto.

Y hoy resulta que nuestro Carmelo cumple ¡50! tacos.
Que te quiero (queremos) muchísimo, hermano.

¡FELICIDADES!

Léelo despacio y recuerda, porque  no voy a repetírtelo antes de otros tantos años. No vayas a acostumbrarte, que luego eres un chungón que no hay quien te aguante.


P.D. Como banda sonora, la canción que con tanto arte interpretabas, 
         en las horas de la siesta paterna...





martes, 15 de julio de 2014

¡A los tacooneeees... !







Las modelos del taller suelen ser longilíneas, cuasi adolescentes.
Posan en sesiones de cinco minutos, en contorsiones fastidiosas, para poner a prueba la capacidad de intuir el escorzo.
Pero ayer la modelo era distinta.
No, nada de gorda. Tan sólo había integrado con armonía la dulzura de la curvatura,  que, como una huella invisible suele dejar la maternidad en el cuerpo de las mujeres.
Disfruté dibujándola.
Absorbiendo volúmenes, claros y sombras, daba vueltas a un asunto que viene ocupando mis tiempos de desvelo: la restauración de lo femenino en la mujer de edad media.
Bonito tema para una tesis.

Contemplando el panorama compruebo como, con el paso de los años, "ellas" somos en apariencia más "ellos".¿ O tal vez sea a la inversa, y ellos se redondean y acabamos así,  "de facto",  asumiendo las proclamas del igualitarismo más rancio?
No sé, siempre estas dudas, tan tontas ellas, que me persiguen aunque no quiera.
Lo cierto es que,  a poco que nos descuidemos, acabamos en una especie de híbrido-andrógino, entre camionero y matrona romana.
Si a esto le añadimos la moda del verano, al puro estilo mercadillo playero, legins, camiseta de tirantes, blusita suelta o pantalones pesqueros, seguimos por dejar la cana libre, y vamos al minimalismo estético, enarbolando enseñas de "la arruga es bella"...la aniquilación de la especie humana, como hombres y mujeres, pasa de amenaza a hechos recalcitrantes.
Es algo que me da miedo, porque cultivar la propia esencia, todo eso de la autoestima y la autoimagen, pasa por potenciar el "quien" que somos, en versión "él" o "ella". Desde la concepción hasta la muerte.

Como  firme defensora de que ante lo que no gusta, el cambio más efectivo es el de la mismidad- porque en el fondo es el único cambio que de verdad controlo- me aplico el cuento, intentando descubrir si ya se me han despertado algunos síntomas de ésa androginia pavorosa...y descubro que sí, que seguramente ya ha empezado la hecatombe...que el derrapaje empieza por los pies:  la búsqueda de la comodidad en los zapatos a toda costa. No se trata de comodidad justa, para determinados trabajos, excursiones, paseos, riscos y montañas...no, es otro tipo de cambio. Es la línea transgresora que decide, sin tapujos ni ambages, calzarse ya, para siempre, las mismísimas "barcas de San Pedro", lo que sería la delicia del ortopeda medio...lo que en casa denominan "zapatomonja"...

Así que, conclusiones de la clase de ayer mientras blandía el carboncillo en la dura batalla por la belleza perdida: Niñas/añosas...¡a los tacones!




lunes, 14 de julio de 2014

Volver








Las burocracias académicas se han merendado mis neuronas.
El óxido ha dejado inservibles las interconexiones corazón-cerebro.
Pero quiero volver a escribir.

Y al más puro estilo Fray Luis de León, que es vintage total, y  fué trending topic por generaciones,creo que es suficiente con un:

"Decíamos ayer..."


Claro, no será lo mismo, nunca lo es.
Pero prefiero "customizar" que usar y tirar.
Matermanías aún puede servir una o dos temporadas.

Necesito retomar palabras, con voz bajita, en discurso íntimo, que cosquilleen otra vez los dedos en el teclado.