Casi me sé el anuncio de memoria.
Lo que son las rutinas. Cada día la misma cuña en la radio, a la misma hora, y casi diría que en la misma curva de regreso a casa.
El libro parece interesante, y creo que en casi todo les daría la razón a los autores.Es un libro sobre madres. Y me encanta la definición que hacen de la especie:
" Esos seres fascinantes que en cuanto se convierten en madres, reciben clases secretas para
hacer las misteriosas cosas que hacen".
Cuesta mucho convencer a los hijos de que, les guste o no, somos seres fascinantes, y que, les guste o no, las madres
Se ponen tan contumaces y tozudos, que incluso nos vemos constreñidas a utilizar la amenaza para que acepten esta realidad. Pero ya se sabe, que la letra con sangre entra. Y si hay que publicar un post para que entiendan, pues las madres nos armamos de valor, y a escribir se ha dicho.
Todo empezó por no querer reconocer que por muy modernos que seamos, los humanos seguimos siendo vulnerables y nos afecta, como a tantas generaciones y generaciones de hombres y mujeres, ellos y ellas, algo tan antiguo y pasado de moda como es "el frío".
Ah, pero no.
A ella no.
No daré pistas. Sólo dejaré caer que es mujer, su nombre empieza por "G"...y ahora vive muy cerca de una península que tiene nombre de una profesión que consiste en trabajar la tierra con arado, y también puede ser una raza de perro... , en una ciudad cuyo símbolo es una manzana. No puedo decir más.
Pues a lo que íbamos. Ella, mediterranea, se ha empecinado en patinar sobre el hielo con manoletinas y medias de cristal, y le suena a refajo de abuela si le mencionao "gorro" o "guantes".
Como madre responsable, le he repetido que los pies son fundamentales, que llevándolos bien abrigaditos, no se pasa frío, y que por la cabeza se nos va el 70% del calor corporal, y que las manos son muy sensibles, etc etc.
No hay manera. Que lo del frío es de viejas, y parece que las generaciones nuevas ya llevan de serie anticongelante en las venas.
Pero...¿cómo explicarlo? Es que es tan evidente que las madres tenemos razón, cuesta tanto dar los porqués de lo obvio...Al final, la naturaleza, que es más madrastra que madre, le ha puesto las cosas claras, y "ella" me ha guasapeado unas foticos preguntando que qué era eso, que si se le pasaría con un poquito de Mustela.
Pues no, querida mía, hermosura de mis entretelas, que eso que te ha salido, y que me duele con solo mirarlo, son los anticuadísimos "sabañones", de los que salen con el frío de toda la vida, a las mocitas que no se abrigan, reinamoradelamorería.
Y como ella erre que erre, digna hija de su madre, no se baja del burro con tanta facilidad, he tenido que amenazarla con hacer público el afaire, y si no me promete desde hoy mismo abrigarse como es debido,dejando constancia gráfica del evento, tendré que tirar de la manta(qué frrrío), para que que todo el mundo se entere: Que sí señores, que es posible, que aún existen los sabañones.