Moles de granito, caminos que puedo andar cerrando los ojos...mucho mejor, mirando al cielo.
Quitando el polvo de casi un año, hago arqueología de mi vida con los libros y objetos que hemos ido dejando olvidados cada verano.
Todos los veranos de mi vida. El mismo Valle.
Al salir de casa hoy ha sido Gallinero, otras veces es Reduno, con su morro cuadrado, la elegancia de cotiella, o el entrañable Baciero.
Cada mañana, ese reencuentro es como un guiño de Dios.
No hay mejor lugar en el mundo que aquél en el que te has sentido querido... el hogar.
ResponderEliminarQué suerte volver cada verano a esos paisajes... Feliz regreso a la urbe
ResponderEliminarPasaba por aquí. No puedo escribir nada. Lo estropearía. Volver... para retomar. Preciosa la forma de ver, Mater.
ResponderEliminarUn beso.
Hermosísima foto de un hermosísimo paisaje.
ResponderEliminarMuchos besos.
De vuelta y aposentada, vuelvo a la "normalidad". Mil gracias a todos, no sabéis cuénto aradezco vuestros comentarios...siento no haber podido contestar correctamente.
ResponderEliminarUn beso bien fuerte, y gracias, de verdad.