He leído la crónica de la visita de Benedicto XVI al Policlínico Gemelli.
Benedetta tiene un año, y nació con una grave deformidad cerebral.
Fué abandonada en el hospital. No juzgo.
La Cruz es siempre escándalo.
La cuidan las enfermeras de la planta, como si fuese la hija de cada una...bendito amor de madres.
El Papa la acaricia, y le dice: "Tu serás bendita por siempre".
Me arrodillo ante ti, Benedetta. Imago Dei.
Valiosa por ti misma, no importa la deformidad, incapacidad, enfermedad, inutilidad...
Eres, para toda la eternidad.
(Se me escapan los lagrimones, y recuerdo algo más "ligero", escrito hace tiempo)
No se puede dar testimonio mejor en menos palabras. Dios sabe más.
ResponderEliminarNudo. Impotencia. Y la seguridad de que la cuidan, sí.
ResponderEliminarGracias.
Lo que hace grandes a las personas no son las dimensiones de su cuerpo, ni su configuración. Todo el amor que esa niña pueda aprehender de sus cuidadoras, ¡eso vale!
ResponderEliminarGlups!
ResponderEliminarGlups!
ResponderEliminar...me conmueve esa escena, Gracias por traerla.
ResponderEliminarBenditos quienes le pusieron ese nombre y quienes la quieran y le enseñen a querer. Dignísima y bendita.
ResponderEliminarModestino, ésa certeza cambia la vida ¿verdad?. Si, siempre, Dios sabe más.
ResponderEliminarEl nudo es ineludible, Ana. Se rompe el corazón, pero la respuesta de cuidados y mimos que recibe, a la altura de la valía y dignidad de Benedetta, muestra la grandeza del ser humano, y hace "divina" la tragedia.
ResponderEliminarSi, Ana, éso es lo que nos regala Benedetta. Ella vale más que todo el oro del mundo, tanto como el hombre más poderoso y perfecto...aunque nunca nadie la quisiera, ella ya lo vale. Ha nacido para ser eterna.
ResponderEliminarPablo, ante lo GRANDE nos quedamos sin palabras ¿verdad?. Yo sé que tu miras con esos ojos el misterio de la enfermedad...lo sé.
ResponderEliminarGracias a vosotros por contemplarla como merece, Tomae. Un abrazo.
ResponderEliminarLolo, benditos sean. Quienes son capaces de descubrir una bendición en ése cuerpo deforme, y como respuesta dan lo más excelso, amor real, concreto, incómodo, silencioso...Un abrazo.
ResponderEliminarNo tengo palabras.
ResponderEliminarGracias por mostrarnos esta entrada.
Gracias a esas "madres" que sin parir dan tanto amor.
Gracias a Dios por dejar que este angelito no esté sola.
Gracias.
Ojalá el mundo estuviese así de humanizado.
Bicos
Vaya volantazo de el "tinte por barrios" a este post. No words.
ResponderEliminarMariapi... suerte que Dios nos quiere a todos , todos... con el mismo Amor. Nos ama como somos. Ahora pienso que Benedetta ha sido una privilegiada por saberlo... por palparlo y oírlo con las palabras de Benedicto XVI. Benedetta...Bendita...Un bálsamo para heridas en carne viva.
ResponderEliminarMater. Gracias por postear así.Hay muchas personas que necesitan que también les llegue este bálsamo. Gracias.
Muchas gracias a ti, Dolores. También me ayuda el testimonio de quienes saben entender el valor de las personas, más allá de lo útil, y además saben dar con generosidad el trato que todos, (mucho más los débiles), necesitamos..amor a raudales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo, así es la vida, de lo más variado...si toca reir, reir, y si va en serio...pues a ello también...Un abrazo.
ResponderEliminarSunsi, esta escena me ha ayudado mucho, de verdad. Me conmueve la ternura, la comprensión, la mirada humana que entiende y es capaz de dar sentido al dolor.
ResponderEliminarUn besazo.
Como una criatura tan desprotegida,nos puede mover tanto por dentro ,en un mundo que ya no se altera por casi nada...
ResponderEliminarLlevo un rato delante la imagen, Mariapi. Es tanto el sentimiento y tan pocas las palabras que en estos momentos puedo escribir. Bendida Benedetta, sí y benditas enfermeras.
ResponderEliminarAnónimo...creo que simplemente es que estamos hechos para eso, para abrirnos a los otros, aunque nos empeñemos en otra cosa, y la verdad, tan tozuda ella, acaba colándose por las rendijas que dejamos. Gracias por comentar.
ResponderEliminarMª Dolores, la imagen atrapa, es verdad.Mueve el corazón la cabeza ¿verdad? gracias por entender y ver a fondo. Un abrazo.
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