jueves, 14 de octubre de 2010

Exposiciones



El Palazzo de la Cancellería  expone algunas máquinas diseñadas por Leonardo.

En una esquina  del majestuoso patio renacentista, nacen unas pequeñas escaleras.
Un  cartelito de tipo escolar, indica una exposición fotográfica sobre la Madre Teresa de Calcuta, y los ojos sonrientes de una hermana nos deciden.Está  sentada en los últimos peldaños, rezando, parece una estatua clásica con el sari blanco.

Encontramos una sobria colección de fotografías en blanco y negro, en contraste con el magnífico travertino de las paredes.
Imágenes que hablan de un Amor poco conocido, que atrapan a pesar de su dureza.
"Compartir la alegría de amar", es una de las frases que recuerdo .

Apenas quince minutos para recorrer una vida intensa.
Bajamos las escaleritas en silencio...

Despedimos con una sonrisa a la hermana que continúa quieta en la escalera.
Nos retiene un instante, y pone en nuestras manos cuatro medaliitas metálicas después de haberlas besado.
Hago ademán de sacar la cartera, como lógico pago...o eso me parece...pero ella me lo impide apretándome las manos:

-¡No, is free!...¿Hijos?...

Y besándolas una a una, pone en mi mano doce medallitas mientras ríe y nos felicita.

Los inventos de Leonardo tendrán que  esperar.

Un lagrimón con rimmel rueda  por mi mejilla.

                                                    
                       
        Es la magnanimidad de los más pobres.

18 comentarios:

Ana, princesa del guisante dijo...

Menuda lección. Definitivamente hay esperanza para la raza humana. Gracias, Mater. Una oración por esa alma buena.

lolo dijo...

Qué lección y qué suerte haberla vivido en primera persona. No sé si Leonardo inventó algo más grande, lo dudo...
Gracias por recordar y contarlo.

Modestino dijo...

MAgnanimidad ... bonita palabra, bonito concepto.

Cuanta nos falta¡¡¡¡

Poto dijo...

Las apariencias engañan... los más "grandes" suelen tener los corazones más pequeños, rancios y duros... y esta hermana de la Madre Teresa fue magnánima con toda su humildad.

Mater, había una vez, 45 ovejitas, con sus 45 colitas y 90 orejitas de oveja... y no sigo porque me entra la risa, JAJAJAJAJA!!!

Pablo dijo...

45 collejas se llevarían las ovejas!! menos psicolocos y más corazón!!!!

Marta piesdescalzos dijo...

Mater!, entrada redonda! no hacen falta más palabras, no quiero estropear nada. Besos

sunsi dijo...

Es un magnífico testimonio, Mariapi. No sé si viene a cuento... Siempre he pensado que el desprendimiento, no tener nada como tuyo o exclusivamente para ti, dar... es lo más parecido a una ducha a fondo del alma. A veces, quien no tiene nada lo tiene todo. Paradojas...
Gracias, Mater

Mariapi dijo...

Ana, además de una lección, de esas que no se olvidan, fué un regalo hermoso. Y sí, definitivamente hay esperanza... gestos como este lo certifican. Un abrazo.

Mariapi dijo...

Lolo, este regalo tiene Otro "creador", ...el mismo que hace posible el genio de Leonardo, que siendo inmenso, no puede ni compararse con un átomo de este amor.

Gracias miles.

Mariapi dijo...

Modestino, como imágen siempre la veo en mi mente en mayúsculas,,,es generosidad desbordada, antídoto de regalos interesados, de amores mezquinos...es un oncepto que airea el alma. Gracias, un saludo.

Mariapi dijo...

Poto, creo que sólo desde la humildad cabe ser magnánimo...la sobrebia, ese dar mirando por encima del hombro reducen el regalo a caridad interesada...algo que me aterra.
¡ay! el 45...¡la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vidaaa!

besitos

Mariapi dijo...

Pablo, mira que siempre recurres a lo "brutico"¿eh?
Sí, reclamo más corazón. Pero esa capacidad de generosidad extrema además de corazón lleva todo cuanto es capaz de ofrecer el amor, también necesita cabeza y voluntad. Es mucho más que un sentimiento o un momento de "arrebato". Es consecuencia de un Amor que ha calado a fondo.

Un besote, pocahontoso.

Mariapi dijo...

Gracias, Marta, tus palabras nunca podrían estropear nada...al contrario...Un abrazo.

Mariapi dijo...

Sunsi, esa ligereza es requisito para la magnanimidad. Haber cambiado el centro de gravedad del corazón, tenerlo en el otro...qué fácil es decirlo ¿verdad? Pero es posible...

Un besote.

ana dijo...

Yo hace tiempo me compré un libro que es cabecera en mi casa;
MADRE. Mario Podestá.

Y aunque mi hija era pequeña, le enseñé aquellas manos, aquellos rostros, aquella madre. Para que no se le olvidara. Para que tuviera siempre presente en su mundo que hay personas que no tienen nada. Y sobretodo, para que no olvido el todo. El todo que somos, y el todo que podemos llegar a ser con un simple gesto, con unas manos, y con la vida sencilla que debemos tener.

Hermoso.

http://www.bibpopmadreteresa.org.ar/tributo-madre-podesta.html

lolo dijo...

Mariapi, ánimo y disfrutando. Que es gerundio. Os recuerdo. Muasss

Mariapi dijo...

Ana, disculpa el retraso. Gracias por el link. Me gusta eso de no olvidar el todo. Porque tendemos a olvidar precisamente los aspectos esenciales del todo.

Un abrazo.

Mariapi dijo...

Lolo, muchas gracias por acordarte, y sobre todo por recordarme que hay que "disfrutar". Que hay momentos en los que una se olvida, y lo que es fiesta, parece una amenaza.

Un abrazo, gracias.