sábado, 27 de febrero de 2010

Agüita Fresca



Lo que parecía imposible, una broma de mal gusto.... again. Otra vez sin calentador, y van...ni lo se. 

Saludo al técnico como se saluda a un viejo amigo: 
-¿Qué tal la mujer y los niños, se solucionó ya lo de tu suegra?
-Bien, bien...Caramba, cómo ha florecido el camelio, la próxima vez le traigo unos esquejes de geranio, señora. 
-Gracias, hombre, muchas gracias.

Ahora es una pieza nueva, otro tipo de lesión calderil. No se lo explica...pero otra vez a pasar frío.

La pieza de marras hay que pedirla a China, aunque se fabrica aquí mismito, y hay que ver si allí queda en stock, o hay que dirigirse a Taiwan para que la pidan a Granollers, y le envíen vía Berlín. 
Tecnología punta para víctimas de la globalización.

Menos mal que ya somos expertos en el sistema "ollas de agua caliente". Nos pueden contratar para cualquier película del oeste, somos especialista en ducha con cacito, o en responder con presteza al clásico"¡pronto, agua caliente!" cuando  se presenta algún parto imprevisto ... Tenemos un manejo y precisión envidiables, es la sabiduría de la constancia, la oportunidad que brinda la vida al repetir tantas veces esta experiencia.

Todo tiene su parte positiva: Se ha reducido drásticamente el tiempo invertido en el cuarto de baño: ha bajado el nivel de peleas, ruidos de puertas aporreadas al ritmo "llevas-más-demedia-hora-que abras -ya", y se nos ha puesto a todos un cutis crionizado que nos quita cinco años de encima.
 Y además se produce un curioso fenómeno de reagrupación familiar entorno a la solitaria estufa que habría que estudiar como método de terapia.

Cuánto se aprende cuando faltan esos placeres cotidianos, a los que estamos tan acostumbrados que ni los valoramos. ¡Que amable es el agua caliente!



jueves, 25 de febrero de 2010

Trapos

Los paleontólogos se han puesto las pilas y han logrado descifrar un nuevo fragmento de "Una aporía con bolso". En primicia, recien sacado del Ésera, para todos los seguidores de Maru.
En el taller hay dos objetos "míticos": la venus  y los trapos. 


Ambos, objetos de amor y odio, contraponen intereses entre L'Artista y los aprendices. De momento, Maru ha logrado zafarse de las frías sombras de esa bella de escayola. L'Artista insiste, la persigue con el molde en ristre, pero Maru siempre encuentra un amable bodegón donde refugiarse.

Los trapos traen de cabeza a L'Artista. Son imprescindibles para que el taller funcione, pero su organización de bohemia sólo tiene disciplina para el arte, y poner una lavadora está fuera de sus destrezas.

Trapos. Rebuscando "al remeneo" en el montón de jirones , Maru imagina que "eso" debió ser un pantalón de pijama, y el amarillo, una camiseta.

"Trapo" tiene siempre un deje despectivo. Estar como un trapo, incluso irse de trapos que, como mucho significa "zaramaximear" un rato. Nadie lo diría para comprar en Valentino, Chanel o Prada.

A Maru le gustan los trapos extrictu sensu: En estado puro, como retales apilados con su etiqueta  de rotulador rojo, puede imaginar un diseño en cada uno. También en versión cocina. es lo primero que visita en "el-tall-britanic". Y la caja de "restos textiles" del garaje, que  es un contenedor de nostalgias: un trocito del faldón, la falda de la mayor, esto del disfraz de astronauta, la boda de una hermana...migajas del recuerdo.

Pero estos trapos en estado terminal, sin rol específico, dispuestos a servir sin condiciones, llenan de bienquerencia su corazón marujil. Tirados en el suelo del taller trabajan para poder empezar de nuevo. Estos trapos son liberadores de las formas sin proporción, las sombras desacompasadas, los borrones innecesarios.

El trapo no salta directamente al caballete, claro. Hay que saber ver que la mancha existe, y que nos duele, que no queremos colorearla ni disimularla. 
Pero cómo cuesta coger el maldito trapo. Valentía. Es muy fácil decirlo,  el brazo se resiste. Pero es necesario borrar para recuperar la verdad.

¡Por fin!  Maru encuentra restos de una camiseta blanca. El trapo que todo lo arregla. El perdón, capaz de amar intensamente. 

Claro que, como dijo Spaeman "Tomar a un hombre demasiado en serio, significa destruirle".

Para borrar al trapo, hay que saber ser carboncillo, y no tomarse demasiado en serio.

martes, 23 de febrero de 2010

Carboncillo




Esperando inspiración, copio un fragmento del manuscrito anónimo encontrado en el Ésera "UNA APORÍA CON BOLSO"


Capítulo 2. Carboncillo
A modo de fijador, Maru termina las clases con una zambullida en la calle Montcada.
 A esas horas han desaparecido las jaurías de guiris preguntando por el Picasso Miusium, y van cerrando las tiendecillas de souvenirs, llenas de flamencas y toritos adaptados al medio, mariscalizados para ser políticamente correctos. 
El paseo es un chapuzón en un medievo de cartón piedra. La realidad no debió ser tan lírica, pero es suficiente para fantaseadoras tipo Maru, que se siente Elisenda de Montcada i de Pinós volviendo a su Palacio.
Lo medieval tiene mala prensa, incomprensiblemente. Basta una sola Catedral, o simplemente una escalinata de cualquier palacete, para poner las cosas en su sitio, y desde luego, no fueron los del medievo los únicos guarros y bestias de la historia.A Maru  le  fascina, y siempre busca rozar ese tiempo.

El hombre moderno (y la mujer, por supuesto, sin entrar en polémica) no conoce el concepto "oscuridad". Hay que alejarse quilómetros y quilómetros para empezar a comprender qué es estar sólo con la luna. Para acercarse a esas sensaciones medievales, Maru entrecierra los ojos, y casi se come a un pobre jubilado... mejor imaginar que las farolas son hacheros encendidos, y evitar encontronazos. 

Estas reflexiones acercan a Maru al misterio del dibujo con carboncillo. Los compañeros del taller protestan ante la insistencia de "L'Artista", que mucho rizo e imagen alternativa, pero ahí está, sin ceder un centímetro. Disciplina militar:            "¡ dibujad, malditos, dibujad!" . Y ante el insistente grito de "¡Pinceles, pinceles!" L'Artista esgrime sus razones:

- El claroscuro es la base, hay que saber captar los matices. 
- No existe la línea, todo son planos que se yuxtaponen...
- Descubrid el fondo del objeto, su estructura básica.
- Aléjate,  las proporciones se ven  en la distancia...


L'Artista es así. Habla de dibujo, pero Maru sabe que es filosofía.

El carboncillo no es mas que un palo requemadico. Sobre el papel tiene que brotar vida, y sólo es madera muerta. 
"La pintura es una mentira que dice la verdad", Picasso dixit. El truco es descubrir que si hay vida y volumen, es por las sombras. La oscuridad da luz.

Maru se sabe un carboncillo. Con el papel acaba siendo sencillo, pero en el día a día, no suelen ser tan espectaculares los resultados...."No te pierdas en el detalle de un objeto, busca el efecto del conjunto"...¡Si es que esta artista tiene soluciones para todo!

Entre tanto palacio gótico Maru se da cuenta de que lo mejor del carboncillo lo ha descubierto esta tarde. 
Después de dos horas trabajando, L'Artista se sitúa ante la obra de Maru, pone el ojo estratégico en marcha, mide arriba, abajo, intenta trazos...agarra el trapo y suavemente deja la cartulina en blanco. 

"Hay que saber desprenderse de lo que no funciona, y empezar de nuevo para hacerlo bien". 

¡Caramba con los bohemios! Sin contemplaciones. 

Pero ahora Maru sabe que es verdad. Luces, matices, intensidades, juego de planos...y al final el trapo que todo lo puede. El Perdón.

               (Continuará)

domingo, 21 de febrero de 2010

Marks & Co, los Blogs, y yo(...y fin)


Es más sencillo ordenar blogs que libros. 
Bastan unas sencillas carpetas de amarillo inexistente.
En mi bloguería hay cuatro. Debería ir haciendo segregaciones...pero entonces empezaré a liarme, como siempre.

El primer encuentro blogosférico fue del modo más dulce posible. Un blog de tartas. 
EL MEJOR. Un auténtico flechazo. (¿puedo saludar?: "MaríaLunarillos", si me estás viendo ¡vuelve, por favorrr!)
Descubrí tanta belleza y saber hacer en sus entradas, que cambió mi concepto " blog= friki". 

Fué la salida de una ginkana internetiana, descubriendo maravillas. 

La carpeta de cocina es un triunvirato de sabores mediterraneos: España-Francia-Italia.  ¿Algunas conquistas? Confettura de Fichi, Aloro e Marsala, Tarta George Clooney (que está como su propio nombre indica) y toda la gourmandise francesa...  ¡Ah! y el placer de cocinar entre los olivos de Jaén. He ido incorporando a nuestra mesa más recetas de blogueras que las que me ha transmitido la propia tradición familiar. 

En costura, con algún toque francés, ganan los U.S.A. Por goleada. Estoy en pleno Garment District . Por fin sé colocar una cremallera invisible, y todos los trucos de una chaqueta chanel. 

En estos dos campos confieso una actitud absolutamente gorrona y japonizadora. Entrar-Admirar-Copiar-Pegar. 
Es como sentarse en un velador del Benidorm, en Zaragoza. Me declaro mirona: las cocineras juegan al amigo invisible en Navidad, y las costureras cenan en Manhattan con sus últimas creaciones, o hacen un "SAL"(Stitch Alone). 

Como toda desordenada arrepentida, tengo una carpeta varios, con blogs de difícil catalogación, a los que no sabría acceder de nuevo, junto a los de pintura e historia del arte. Yo tampoco entiendo esta extraña conjunción (?)

La carpeta más visitada es literatura-pensamiento.
Profesionales o no, son mis artistas preferidos. 
No sé casi nada de estos literatos. Son provocadores de tormentas, librepensadores, filólogas con turno de oficio, princesas, poetas con maquillaje, jurisconsultos, recordadores del sur, fans chestertonianos... todos artistas de las palabras para compartir el conocimiento,los sentimientos, los proyectos, los valores y entrecruzar subjetividades.
A todos ellos, GRACIAS.






viernes, 19 de febrero de 2010

Marks & Co, los Blogs, y yo (I)


Ordenar la librería es un trabajito para el que no he encontrado la dinámica adecuada. Si empiezo a clasificar por autores, tengo problemas con el tamaño, si lo hago por colecciones, pierdo la racionalidad que intento, por alturas desordeno, por temática, me paso la tarde dudando...
Y así estoy siempre igual. Embarullada.

Pero el intento  deja una tarde de dulces reencuentros.
Hojeo "84 Charing Cross Road". La devoré en unas horas.

¡Qué envidia insana! Cómo me gustaría encontrar a un librero como Frank Doel, que me hiciera olvidar a esas señoritas uniformadas mirando el ordenador:

- ...pues aquí no me consta...con la "k" no hay nada...¿Podría ser con "q"?

-Pues si, podría ser, tal como suena, con "q" y "v": 
QUE-VE-DO.

Pero dejémonos de sueños.

Los protagonistas de "84 Charing Cross Road" viven en continentes separados, personalidades antagónicas.  Parecen tener la soledad como vocación.
La frialdad comercial de las primeras cartas va desapareciendo a medida que se descubren la intimidad y el mundo de ambos, a través de las palabras no dichas, mezclando diálogos sobre primeras ediciones con insignificantes minucias como el precio de la mantequilla. Una conversación epistolar de 20 años.

En este vuelo de reconocimiento sobre el librito, he recordado una reciente discusión sobre internet.
Algunos piensan que en lo virtual, es totalmente imposible establecer nexos con la calidez suficiente para que sean "personales", y que todo lo que surja de la blogosfera debe pasar por la cuarentena que impone el peligro del engaño. Todos malos y mentirosos. Y además, afirman, es una fuga de la realidad ¿no son suficientes las relaciones "reales"?

Pues no se, no se... ¿Nadie nos "engaña" en la realidad "inmediata"? En cualquier ámbito de relación son necesarias la confianza y el sentido común. Necesitamos confiar hasta para comprar media docena de huevos en "mercadoun"(¿será verdadera la fecha de caducidad?). Necesitamos confiar en Wilson, que nos trae la compra del "caleful"( ¿se habrá comido un tubo de marías y habrá sellado la caja?) Pues eso.

La blogosfera nos facilita un modo nuevo para lo que es universal y eterno: comunicar.

Helen, la protagonista de la novela, vive en Nueva York, donde sobran librerías, de viejo y de nuevo, pero no encuentra lo que tiene  Frank en Marks & Co.  
A veces descubrimos puntos de conexión en la blogosfera que no sustituyen las relaciones personales tangibles, pero sí complementan nuestras capacidades de comunicación.

Soy una novata en esto de los Blogs.
En una de sus cartas, Helen dice que le gusta un libro usado porque  se abre ahí donde el lector anterior leía a menudo, que siente que puede saludarlo como a un colega. Esa misma sensación tengo cuando entro en un blog, leo, y le gritaría: "Eso es lo que estaba necesitando", "También lo pienso yo", o "Para nada". Y sobre todo "GRACIAS", por ayudarme a reflexionar, abrirme nuevas perspectivas, enseñarme tanto siempre.
Y con los días y las entradas, ese desconocido que me abre sus mejores páginas puede llegar a convertirse en alguien.

jueves, 18 de febrero de 2010

Personal Trainer


No se cómo he dejado que esto suceda.
Ahora que tanto se habla de ámbito público y ámbito privado…permitir que algo así se haya convertido en tema de discusión en el ágora familiar, bueno, la cocina para entendernos…Se solventó en una sola sesión.

Ellos, desde una perspectiva sistémica de las relaciones familiares, razonaban con experiencias  anteriores,  señalando que cualquier cambio en mí, tendría consecuencias para ellos . Aves de mal agüero, pronosticaban posibles “variaciones de humor” de trágicos resultados.
Ellas, con ese modo de razonamiento por corazonadas, aducían motivos tanto éticos como estéticos, entremezclando lo sublime con lo más pragmático y frívolo. Finalmente dejaron a los varones como suelen quedarse en este tipo de discusiones: como conejos deslumbrados por los faros del coche. Paralizados.

Tuve que asumir el compromiso:  estoy a dieta.

Fue un momento similar al de firmar una hipoteca. El del banco nos felicita. Sabemos que nos ha clavado una daga envenenada, pero sonreímos.

Desconocía la letra pequeña: Tengo una Personal Trainer. 
Dura como el pedernal, no tiene aún quince años. Osea, intransigencia en estado puro.

 Y yo, que no me he escondido nunca ni para fumar, ando mojándo el índice para recoger las migas de las galletas María del desayuno, con tal de probar algo dulce.

Para colmo de males, tenemos idénticos horarios, y nos pasamos las horas pegadicas a pespunte.

-¿Qué haces? Deja las llaves, es mejor ir andando.
-¡Pero si ya he subido tres veces las escaleras…!
- Nada, nada,  hay que hacer piernas.¡Vamos!

La otra tarde estábamos apaciblemente solas en casa. Trabajando cada una en su rincón. Tuve un fogonazo mental. Pensé que estaría concentrada estudiando, con un poco de suerte con el iPod…

Por motivos de seguridad me descalcé, entré sigilosa en la cocina y a oscuras,
d-e-s-p-a-c-i-t-o, abro la nevera…cojo la botella…

-¡Pshshshshs! (imperceptible)
-¿QUÉ ESTÁS HACIENDOOOO?¡DEJA LA COCACOLA, QUE TE OIGOOO!

…¡¡¡Dios mío, hasta el oído tienen joven!!!

Y claro, ¿cómo le hago frente? Si soy su madre, y se supone que tengo que ser  ejemplo en fuerza de voluntad, fidelidad al compromiso, fortaleza y todo eso…

Tengo que encontrar el modo de impugnar el contrato.

Sueño con proclamarme Emperadora  de todos los ejércitos y las neveras, y entonces se van a enterarse estos romanos…





martes, 16 de febrero de 2010

Amor after-hours

Me han hablado mucho de la experiencia "mujer invisible", he visto el famoso video de Dona Jhonson,  leído hasta el infinito y más allá sobre el ciclo vital y cómo afrontar los estigmas del tiempo,  creo que estoy entrando en la invisibilidad con buen pié, pero esto es otra cosa.¡No se pué aguantá!. 

Invisible, sí, pero no me enterréis antes de morir, por favor.

Necesito novelas con protagonistas de" titantos"  que vivan un amor grande sin adulterio y películas de besos bajo la lluvia  con gafitas de media luna (ya se sabe, no vemos de cerca)

Tan sólo pretendo que no se  condene a los "maduritos" a la categoría viejo/a verde o asexuado. Sin otra opción.

Afirmar de una pareja de humanos rondando los cincuenta, "están enamorados", hace subir la ceja, mirar con escepticismo, perfilar una sonrisa chungona. 
Si hablamos de encantadores viejectos, ya es otra cosa. "¡Qué tiernos, tantos años juntos! "Y entonces cantamos las excelencias de la fidelidad, como si fuera sólo cosa para viejos. Con "Toda pasión apagada", como la novela de Sackville-West 

Pero entre los cuarenta-cincuenta, no. 

Julieta, Isolda, Karenina o Carmen, pueden usar hidratante pro-age, tinte L'Oreal,  unos kilitos más, y seguir amando apasionadamente a sus alopécicos con tripita Romeo, Tristan, Vronsky o D.José.
Así sucede entre Julia y Paul Child, a través de los aromas de mantequilla derretida y el flambeado del boeuf bourguignon que exuda la pantalla,¡qué historia de amor, qué pasión en la normalidad cotidiana!

Se entiende el Amor-Pasión de los jóvenes, el Amor-Ternura de los ancianos, pero...los granadicos, están bajo sospecha: O bien se trata de una segunda oportunidad, una nueva relación en la que la experiencia de los errores anteriores haga brillar el auténtico amor, o son unos panolis y cursis mentirosos. Porque parece ser que veinticinco, treinta años con el/la mismo/a no puede dar más que aburrimiento y hartura.

Los especímenes humanos, llegando a este punto de evolución, ¿ya no pueden quererse como se aman un hombre y una mujer? Entre  mujeres invisibles y  hombres cascarrabias, ¿es del todo imposible que perdure un amor-amor, con todas las letras...?

Y porqué no puede ser precisamente el tiempo de la intersección perfecta entre pasión y ternura...  Ahora que saboreamos la experiencia de los límites... Ahora que ya somos capaces de llevar a cabo lo que de verdad vale y permanece. Ahora que hemos encontrado lo que no se pasa entre lo que nos pasa.
    
Reivindico el amor after-hours.


domingo, 14 de febrero de 2010

Cumpleaños

Hoy hace 25 años que soy MATER.


Las MANIAS fueron llegando poco a poco...






¡Felicidades, Reinita !

viernes, 12 de febrero de 2010

Suecos en Huesca


Es una historia de vikingos y gitanas, una de esas conjunciones planetarias tan de moda. Y además, sucedió en Huesca.


Huesca sigue siendo el recuerdo de mi abuelo, a quien pude disfrutar muy poco tiempo. Y  sobre todo, la memoria de mañanas de domingo paseando por el Parque: Comprar sidral y regaliz en el puestecillo de la entrada, lleno de caretas de cartón, con una goma que se enredaba en el pelo y daba tirones. 
Mi abuelo me soltaba la mano, y podía correr detrás de las palomas, alrededor del Quiosco de la Música (creo que ahora hay estorninos, imposibles de exterminar), leer cuentos en la casita de Blancanieves , pedirle a mi abuelo una pajarita como aquellas, tan enormes y blancas.
Fué precisamente ahí.

Ni se porqué, pero para ir al Pirineo, tuvimos que "hacer transbordo" en Huesca, y coger "el coche" de la tarde. Una mañana oscense, de holganza para dos amigas, a los 16 años, equivale a tres meses de autonomía en NY para un quinceañero actual.
Si, si, también sentíamos ese ansia infinita de libertad. De hecho creo que todavía me persigue. 

Dejamos el olor a humos y skay de La Oscense, y entramos en el Parque. Quería enseñarle a Nùria todos los tesoros de ese Central Park de mi infancia. 
Directas a Las Pajaritas. Allí estaban. Casi tan enormes como ellas. Dos muros de "guiri", cargados con mochilas, coronados por melenas albinas. Las Pajaritas pasaron a un muy segundo plano, evidentemente. Nos pudo el foreig office, las relaciones internacionales frente a lo local.
De repente aprendimos todo el inglés que nunca estudiamos. San Pedro el Viejo, La Catedral, Ramiro el Monje y la Campana, contados en mi macarrónico pitinglish... Una cervecita y un bocata  en el Coso, compartimos castañas de mazapán de Ascaso, paseo por los porches hasta el Casino...y el adiós.

Los vikingos a Madrid, las gitanas a Benasque... No había twenti, ni facebook. Nunca más se supo.

Pero teníamos el tesoro. Dos fotos que testimoniaban el encuentro sideral. Fue nuestro trofeo, exhibido con orgullo a la vuelta de vacaciones. No es fácil ligar con suecos en Huesca.

Hace dos años volví , a un acto oficial. Para hacer tiempo recorrí de nuevo el Parque, pero ni rastro de vikingos.

Qué importante es hacer memoria para comprender.

¿ Dónde estarán las fotos?. Voy a revolver por las cajas, ahí tienen que estar, fijo.





jueves, 11 de febrero de 2010

Especial Madres



Os presento a la Reina de mi Muro (no, el de facebook no, la nevera)


miércoles, 10 de febrero de 2010

Buenos días, Gracias y Por Favor.



Caminando hacia los ferrocatas, el urbano da un capotazo y me abre paso.
En nanosegundos se conecta la banda sonora de mi vida y suena  ritmo folk.
   …”al lechero, al cartero, al policía saludé...”
Sucumbo al efecto “paz-y-amor” que he dejado crecer en mi corazón, y doy las gracias al guardia, mirándole a los ojos mientras cruzo. ¡Y me devuelve la sonrisa con un buenos días!

Este hecho extraordinario inicia el Google memorístico, y aparecen 341.614.467 resultados para “Viva la Gente”- “Up whith people”

Con apenas doce o trece años, me llevaron a ver su actuación en un polideportivo que tiene el color de esas fotos desvaídas de los 70. 
Melenas onduladas tipo cortinaje, faldas de cretonas floreadas, camperas, ponchos de lana multicolor, y sobre todo aquella mirada de sonrisa infinita elevando ligeramente el iris hacia el cielo…me cautivó, cursi de mi. Y durante quince días viví de la ilusión de fugarme de gira con ellos. “De qué color es la piel de Dios…”, “Esta mañana de paseo… “
A la primera insinuación de estos planes, mi padre alzó su ceja izquierda y eso bastó para devolverme al apasionante aprendizaje de la tabla de multiplicar como fin inmediato de mi vida.
En los 70 la autoridad tenía esa inmediatez fulminante.

Arrebolada por estos recuerdos entro en el vagón, intento contactar visualmente con mis compañeros de asiento y ofrecerles una sonrisa de pacifista encadenada…pero me da la sensación de que pudorosamente me huyen. Deben pensar que voy fumada…o que busco plan.

Todos los días de cada uno de estos años de aventura familiar ese ha sido un estribillo de salida: Recuerden mis polluelos: ”Buenos días, gracias y por favor”.
Es absurdo, lo se, pero era el rito para salir al día. 
La recomendación se reforzaba en verano:”Niños, aquí se saluda. Recordad, buenos días al que encontramos en la excursión”…Pero ellos son ciudadanos de gran urbe, con sangre de vagón de Metro.

Comprendo a Juan, el del bar de mi pueblo, que se burla de los urbanitas que nos cruzamos en manada por los pasos de cebra como autómatas autistas.

Un día de estos me animo y lo vuelvo a intentar.

A ver si encuentro el punto justo entre la aridez afectiva y el bobismo fumeta.

lunes, 8 de febrero de 2010

Emigrantes



Del mismo modo que en COU me embutía libros ”obligatorios” a regañadientes, y después han sido referencia continua en la vida, me costó tragarme el dichoso librito de Introducción a la Sociología. Pero cuando he conseguido hacer su digestión, compruebo que  ha dejado bocetos interesantes.

Uno de estos conceptos  me asaltó haciendo la compra en el Sainsbury de Cronwell Road.
¡Qué duro debe ser emigrar! Siendo lo mismo, nada que ver con el “mercadoun”. Qué complicado explicarse con el negro del jamón de York… captar el concepto “comer carne” en la mentalidad anglosajona. Qué lío hacerse con el avituallamiento para toda la tribu. Claro que al segundo día me regalaron la bolsa de clienta de honor… ¡Y qué hartura del sanwich-revolutum!

-¡Plis , Plis!¿güer is de oregano?
Y te mandan a la sección detergentes(¿)

Fueron pocos días, y bien saben mis matermaníacos que repetiría, pero intuí las grandes dificultades de quienes dejan su patria . Incluso si no existieran penurias económicas, ese movimiento de desarraigo, de exrañarse, es complejo.

Me sentía como las protagonista de “El Club de la Buena Estrella”.
Intuí que no es igual  hacer turismo y emigrar.
Ir de visita no exige comprender lo distinto. Basta con admirar lo que nos es ajeno o reírnos de ello.
Vamos de turistas y hacemos esquí acuático sobre esas aguas, pero si emigramos nos obligamos a bucear, sin respirar, pescar a mano… sin conocer las rocas escondidas, orientándonos en otra “rosa de los vientos”.

No sólo hay que aprender otro idioma, hay que ir entendiendo otros procesos mentales, otros ritmos.

La vida íntima de cualquier familia es precisamente esa aventura. Emigrar entre generaciones.

¿No somos emigrantes cuando intentamos hablar con nuestro hijo adolescente, cuando oímos su música a tope mientras se ducha o leemos sus mensajes “k stn n” sánscrito ? ¿No estamos en otra civilización?

¿No necesitamos otro idioma, otro ritmo al conversar con nuestros padres octogenarios? ¿No debemos hacer el esfuerzo de situarnos en otras culturas, razonar desde unos tiempos históricos tan distintos a los nuestros?

¿No necesitamos que comprendan que también hemos llevado “pata de elefante” y “pantalón pitillo”? ¿No tienen que hacer un esfuerzo para entender nuestro concepto de “Universidad” tan diferente a la que ellos viven?

Conquistar esos nuevos mundos nos exige a veces desprendernos de ”terruños” ideológicos, esos con los que enjuiciamos la realidad sólo desde nuestro cortapastas mental.

Y no basta con “ser tolerarantes”, expresión que siempre deja un regustillo de desprecio.

Ese movimiento de ser emigrantes intergeneracionales exige mucho más que soportar o respetar.

Sí, algo más íntimo.
Efectivamente.
Amar.

jueves, 4 de febrero de 2010

Abaixadors

Casi treinta años con esta ilusión. Y ayer se hizo realidad. Donde nunca pisarían los “Sebagos” de MiGeorge, pero tampoco le gustaban mis pantalones de peto, y acabó casándose conmigo… ¡Matermaníacos, estoy felizzzz!

Os dejo el texto de una autora desconocida, recientemente encontrado dentro de una botella en el Ésera, en una poza del Congosto.


UNA APORÍA CON BOLSO.

Capítulo 1. Maru en el Born

Siempre disfrutaba bajando Las Ramblas.  Cuando llegó a Barcelona se aficionó a comprar en La Boquería, en unas Ramblas  con brisa del puerto y puestos de flores menos sofisticados, cuando el Ayuntamiento no había estandarizado los quioscos, y sólo había hamsters, loros y tortugas en los puestecillos de animales.  Ahora tienen sus días contados en virtud de esa extraña manera de entender la misericordia que tienen nuestros legisladores. Hay que preservar la intimidad y salud del loro.
Todavía quedaban vestigios de un tiempo novelesco detrás del Mercado. Las casetas de amanuenses, alineadas como confesonarios, incitaban a Maru, Imaginaba las historias que pasaban por las manos de esos notarios sin oposición,al dictado de hombres analfabetos. ¿Sentirían la tentación de cambiar algunas líneas para no despechar a la mujer que espera una respuesta, o tendrían la mala leche de inventarse giros para emponzoñar la cosa…?

En la frutería , preguntando el precio del plátano canario vió  un vértice de la miseria del Barrio Chino. La rubia despampanante que le dio la tanda tenía más barba que Fidel Castro, y la voz del que dobla a Bruce Willis. La visión idílica de la bohemia deslució bastante en la  fantasía provinciana de Maru, que lo más exótico-raro que había conocido de cerca era a un negro de la base paseando por La Independencia.

Tuenti-yiars-leiter … Maru sigue bajo el efecto atracción-rechazo que la marca y atormenta.  Deja a las estatuas humanas dándose la última capa de purpurina y se adentra hacia Via Layetana, buscando un lugar, cuanto más antro mejor, donde le enseñen a pintar.
Las farolas de la calle Ferrán, tan señorial y de abolengo, siempre le recuerdan su Aragón. Son como los pendientes de las baturras…Una tontería de esas que pueblan su dentro más íntimo. Una de tantas aporías ocultas, a las que no acaba de habituarse.

Santa María del Mar que se acicala y,  como a ninguna nos gusta que nos vean ponernos el rimel, coqueta, se cubre con velos de plástico. La más hermosa.

Abaixadors. No llega a la categoría de calle, pero es ahí. Huele a vómitos de juerga y pis.  Pero es ahí.

A primera vista parece desvencijado, apenas unos metros cuadrados, paredes de ladrillo y yeso, con esas bobedillas tan de moda en los apartamentos de los yupi-pijos que últimamente se han instalado en la zona. Pero aquí no es pose buscada. Son los vestigios de submundo que van quedando en esta Barcelona demasiado globalizada y decorada para el turismo.

Maru tiene taquicadias de gozo en su parte de corazón bohemio, y algo de pánico en el lado “madre conservadora”.

Treinta años esperando, marcan. En los 70 lo de “el Arte” sonaba a alcohol, sexo y drogas, y al final hizo Derecho. Engañada como una china, pensando en ser la Agustina de Aragón de la Justicia…historias viejas.

Pero ahora sí.

Están todos concentrados , apenas saludan. Le gustan los “blues” que suenan en un ipod, y el corazón maternal de zona alta se tranquiliza. No va a necesitar piercings para integrarse.

“Puedes coger cualquier bata”. No, Maru es muy Maru, como su propio nombre indica y trae su indumentaria.

“Dibujar es medir con la cabeza y dejarse llevar por la intuición”.

¡Ah, bueno! No va a ser tan difícil.  Maru lleva haciendo eso desde que nació.

                                                    (Continuará…)




P.D. En esta dirección podéis ver las casetas de amanuenses...no he podido pegarla.

http://www.flickr.com/photos/etecemedios/3574938377/