jueves, 21 de noviembre de 2013

Espejismos






Dejó que el agua recorriese su cara hasta escurrirse debajo del camisón. 
Era el mejor buenos días.

Le gustaba el agua fría sobre la piel, despertaba cada uno de los cientos de músculos que tiene un rostro humano,  tonificaba la posibilidad de sonreír.

Retiró el mechón de la frente y lo sujetó con la pinza de plástico rojo que había comprado en los chinos. Necesitaba teñirse,otra vez, y recordó que aún le quedaba una caja de tinte de la promoción 3x2, de la última macro compra en el súper.

Se acercó al espejo, ensayando muecas, como en su adolescencia: morritos, sonrisa de medio lado, mirada pérfida levantando la ceja, cara de globo hinchando los carrillos...autopedorreta final para burlarse del susto de su propia imagen, al encontrarse cada mañana, cara a cara en el espejo.

Según las revistas de belleza y moda, era una mujer madura, de esas a las que a las que  los expertos en "outfit" y tonterías varias, aconsejan "realzar su mejor rasgo".
No era fácil escoger. 
Los ojos...habían perdido la forma almendrada con "la invasión de los párpados", que tendían a la baja...
Curiosamente los labios eran lo único que adelgazaba de manera espontánea, sin necesidad de régimen ni gimnasio, retrayendo la sonrisa carnosa bajo el peso de las líneas nasobucales, cada vez mas empeñadas en hacerse notar. Colocándose el labio superior hacia arriba, probó a imitar el efecto "pato donald" que abundaba en las celébritis y en muchas de sus conocidas. Pero definitivamente no se veía con ese tipo de implantes plastificados. Al menos mientras los labios originales le sirviesen para seguir besando.

Le costaba reconocerse en aquella mujer , en aquel óvalo que se desdibujaba , siguiendo una ley inexorable , la que descubrió Newton a golpe de manzana, la que llama desde las entrañas de la Madre Tierra, la fuerza que estira y estira hacia el suelo, como un imán, continua publicidad subliminal de ése eslogan tan comprobado: Polvo eres y en polvo te convertirás.

Dos golpes secos, desproporcionados, interrumpieron el diálogo con aquella desconocida y sin embargo amiga.

     - Mama, te cojo diez euros del bolso...y acuérdate de que no vengo a cenar.

     - Vale, cariño, pórtate bien... ... Espera, dame un beso.

Corrió el pestillo y, tras la puerta, le pareció encontrar en otros ojos la mirada propia que creía perdida.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Uno de Noviembre: refrito existencial.



                   "Cristo en medio de una multitud de santos"(1550-1600).
                                         Museo Nacional de Zurich



Hoy no haré panellets.
Siempre acaban resecos y deslucidos, con los piñones picoteados por manos semi-inocentes, trasvasados de plato en plato.
Y además... andan mis niños desperdigados por todo el ancho mundo. Ya no hay tardes de toquetear el mazapán dulce y jugar con los piñones.
Siempre he creído que saber cambiar lo que no es esencial, adaptarse a las necesidades de cada etapa, es vital para ver la felicidad que nos rodea. Y este uno de noviembre toca cambio.

Asaré unos membrillos, tan otoñales ellos, y haré una Tarta de Santiago, que también lleva almendras, y será un dulce esponjoso con el que disfrutarán los bisabuelos y los biznietos, los dos puntos extremos, encuentro de cariños en el ciclo de la vida.

Este día de Todos los Santos ha amanecido con luz de verano.
Lady G me envía  fotos desde yankilandia, con telas de araña y esqueletos.
Ayer en el trabajo la gente se felicitaba la "castañada"(?), con el mismo entusiasmo con el que nos felicitamos las Pascuas. Debe ser una nueva costumbre, en este retorno a la Arcadia ruralizada y con barretina.

Qué manía más curiosa la del día de Todos los Santos, centrarse en la muerte, justo el día que celebramos a los millones de hombres y mujeres que supieron encontrar el Sentido de sus vidas.

Quienes un día se preguntaron "¿qué me importa de verdad?",
y dieron con la respuesta correcta, los que entendieron que el sentido de sus vidas transcendía su yo pequeño, y aprendieron a centrar sus días en otros.

Quienes se dieron cuenta de que el Amor era capaz de vencer la debilidad y la limitación humana, porque el amor sobrevive a la ausencia.

Quienes entendieron que la felicidad no es un sentimiento, ni un placer, ni un estado ni un hábito, sino una condición de la persona misma, de toda ella. Y así tantas cosas y ocupaciones triviales y e intranscendentes, que nada tienen que ver con la felicidad, se transfiguran y van construyendo una cotidianidad profunda...
¿Y no es eso lo más parecido a la auténtica felicidad que tiene continuación en el Cielo?



martes, 15 de octubre de 2013

Hijos rebeldes





Unas risas para los martes otoñales.

Gracias Pablo.

viernes, 11 de octubre de 2013

Cruzar el Ebro






Cuando llega al mar, el Ebro ya se ha amansado.
Ayer crucé el Ebro contemplando la fecundidad del Delta, donde el río hace inventario de sus logros antes de echarse a la mar, y comenzar de nuevo.
No fue un "cruzar"al modo de Rubicón moderno.  Era un viaje de ida y vuelta.

Al regresar, para estirar las piernas, tomar un café y hacer un paréntesis en la monotonía de un viaje en solitario, aparqué en un área de servicio que casi parecía un Parador Nacional, con vistas al Mediterraneo y unas mesitas de piedra  y me senté allí, bajo unos pinos que al sol del mediodía parecían más dorados que verdes, con una sombra entreverada, dibujada a topos, llena de escalofríos.

Sin decir ni pío me rodearon. Eran unos veinte. Saltarines, impredecibles, desmochados.
Se estaban dando un banquete con los restos que habían dejado otros viajeros.
Agradecí la compañía de aquellos gorriones totalmente domesticados, les importaba muy poco mi presencia, me ignoraron por completo, y me hicieron recordar las muchas veces que, ante las dificultades en temas de dineros, mi "GeorgeClooney", me recordaba eso de la Providencia , los lirios del campo y los gorriones... Él siempre ha sido un hombre de fe contundente. Yo no lo tenía tan claro. Incluso me "mosqueaba" un poco esa seguridad suya, la interpretaba como síntoma de cierta despreocupación cachazuda o pasotismo. Después lo he ido viendo. Claro, cuando ya no era "cuestión de fe". Ahora, a la vuelta de los años, son hechos probados: La Providencia existe, yo me la encontré.
He recordado el "sucedido" que siempre nos contaba mi padre,el de la viejica a la que el buen párroco explicándole la bondad de la Providencia divina, interpelaba:

                   - ¿Acaso no cuida de los lirios y los gorriones del campo?

                   - Sí mósen, sí ... ... ... pero mire qué garricas tienen...

Me he reído sola, pero los gorriones ni se han enterado.



miércoles, 9 de octubre de 2013

Cuatro líneas un miércoles de lluvia.

¿Qué pensaría de mi vida la niña que fui? Creo que en algún rincón, en algún pliegue del alma aún encontraría su ADN.

Curiosamente, a mayor número de arrugas, cuando las canas se ponen más farrucas que nunca y amenazan con la invasión, la infancia se abre paso con mayor fuerza. Para simplificar, subrayando sólo lo importante, desechando lo que no es fundamento.

Al final, sólo dos o tres cosas son verdaderas y bellas y buenas. Las mismas que me importaban cuando era niña, las únicas que quisiera tener presentes en el momento de la muerte.
Haber sabido querer ...y que me quieran.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Pontificar






Roma está cosida con puentes, que bordan paseos románticos sobre el Tiber, o simplemente pespuntean el camino del tranvía para las prisas modernas.

El Tíber reposa bajo sus arcos como un anciano cachazudo, sabio y expansivo. Confiado en la fuerza invisible del agua, capaz de esculpir las piedras hasta suavizarlas, perseverante hasta convertir la roca en arena. Por eso descansa plácido,porque como la verdad se sabe tozudamente eterno.

En el Ponte Milvio los enamorados modernos guerrean con el ayuntamiento que no les deja colgar candados, símbolo de su amor comprometido.

En el de Sant'Angelo los manteros venden por veinte euros  bolsos de Prada, y nos paramos los turistas para captar la luz del tramonto,un  arrebato de malvas y ocres como escenario, metáfora de la tristeza que siempre llega con la despedida, la del día, la de la vida.

Ahora que no se lleva nada "pontificar"*, ahora que la posmodernidad nos exige el tedio del conformismo, la desilusión de la fragmentación y el individualismo, estos puentes me parecen el mejor símbolo de esperanza, la imagen del mi proyecto de vida: Edificar Puentes.

Puentes que son mesas de fiesta para celebrarnos, o simplemente compartir unos macarrones.
Puentes que son tardes de contemplación mientras mis padres duermen la siesta y los niños piden la merienda.
Puentes para acompañar, para aprender empatía y hacer del otro, tan distinto, alguien enriquecedor y cercano, con una taza de té que nos caliente las manos o un tartufo helado, un abrazo o un guasap... Compartir y hacerse cargo...

Puentes con dos pilastras, las únicas que hacen posible el diálogo: comprensión y verdad. Argamasa indispensable para combatir la aluminosis del pensamiento postmoderno.


En el antiguo Pons Sancti Petri, los ángeles de Bernini me soplan al oído unas sabias palabras de Alejandro Llano: "El diablo trata de convencernos de que las cosas no pueden cambiar. Pero él si trata de cambiar las cosas...para mal".









 *  Exponer opiniones con tono dogmático y suficiente.
      Etimología: Pons facere: edificar puentes.







jueves, 26 de septiembre de 2013

Del "trending topic" al "eternal trend"


De momento el otoño son "hechos sueltos", no acaba de marcar "tendencia".

El verano da sus últimos golpes de calor, pero los escaparates ya celebran la victoria del otoño, y nos quieren seducir con nuevos colores y lanas que dan sudores con sólo mirarlas.
Detrás del escaparate de "Dolores Promesas" me guiña el ojo una camiseta roja con un corazón enorme:       
"Quiéreme siempre".

Anhelo eterno del corazón, trending topic universal.
Para eso estamos hechos, para desplegar nuestra capacidad de amar para siempre. 
Tan sólo nos basta reconocerlo, y querer perder/ganar la vida en el empeño.

Eso sí que es marcar tendencia.






Del "trending topic" al "eternal trend"


De momento el otoño son "hechos sueltos", no acaba de marcar "tendencia".

El verano da sus últimos golpes de calor, pero los escaparates ya celebran la victoria del otoño, y nos quieren seducir con nuevos colores y lanas que dan sudores con sólo mirarlas.
Detrás del escaparate de "Dolores Promesas" me guiña el ojo una camiseta roja con un corazón enorme:       
"Quiéreme siempre".

Anhelo eterno del corazón, trending topic universal.
Para eso estamos hechos, para desplegar nuestra capacidad de amar para siempre. 
Tan sólo nos basta reconocerlo, y querer perder/ganar la vida en el empeño.

Eso sí que es marcar tendencia.






miércoles, 25 de septiembre de 2013

Nepotismo. ( A trompicones por Roma II)




Lo más sorprendente de Roma no está en sus museos.
Hay que callejear sin rumbo, dejarse los pies en los
adoquines, negros y cuadrados, para acariciar el alma de la ciudad.
Y perder el miedo y la vergüenza, atreverse a desafiar la chulería congénita de los romanos, chapurrear italiano, dejarse tomar el pelo.

Ha sido mi primera visita a Roma desde que soy abuela, y he descubierto que esto de la abuelidad une más que cualquier otra circunstancia. Ser "nonna", compartir la pasión por los respectivos "nipoti" abre todas las puertas.

En definitiva, que esto del nepotismo es de lo más universal.



Adoquines justicieros. 



El hermano gemelo de nuestro antiguo Volvo...un clásico del siglo de oro intrafamiliar.






Me gustó la fiel restauración de la columna, dejando al descubierto el corazón de arcilla, barro debajo del mármol.





Primer atisbo de Piazza Navona. En "Tre scalini" aprendí en carne propia el significado de "güifigüeña"...queridos hijos, cuánto os comprendo ahora...





Desde mi ventana.







La calidez de los siena, ocres, toda la luz en sus muros. 
Hoy, ya en casa intento retener los colores con los oleos, pero me falta paleta.





martes, 24 de septiembre de 2013

Palabras de Piedra. ( A trompicones por Roma I )



Comenzó el domingo romano como Tosca, en Sant' Andrea della Valle.

Llovía y el Palazzo Altemps ofrecía un reclamo irresistible: " Gli inmortal esistono" con la imagen del Gálata suicida

Una visita que suponía de pura cortesía,  se convirtió en más de tres horas saltando entre Arte e Historia.

Mármoles caldeados por la Belleza, con rostros eternos,  torsos de piedra para contener el corazón del artista.


El propio continente de tanto tesoro era en sí mismo una joya, un Palazzo renacentista que como las matrioskas rusas, va escondiendo en sus paredes todas las capas de la historia.

Comparto alguno de estos encuentros. No son ni los más importantes ni los más bellos. Simplemente me atraparon, regalando su inmortalidad.




¿Quién se resiste a la inmortalidad del Arte?






  Bajo el equilibrio clásico del Renacimiento, los antiguos muros medievales policromados,  
vida entrelazada, como en la historia de cada uno.


























La frialdad del mármol es incapaz de contener la fuerza expresiva, la magnanimidad del hombre eterno, y deja de ser piedra, se transforma en piel, músculos y huesos.





"Amor y Psiqué": ¿culebrón mitológico, o sabiduría en vena?






El Emperador Antonino Pío... como nosotros necesitaba descansar, y le escribe a su amigo y maestro Marco Frontón, pidiéndole "algo para leer", una lectura que "aligere el peso de sus fatigas y le haga olvidar". Claro que él no le pide ni Agatha Christie ni Federico Moccia... prefiere los textos de Salustio, Ciceron, Ennio...Gracco... ¡Están locos estos romanos!

"Mitte mihi aliquid, quod tibi disertissimum videatur, quod legam, vel tuum aut Catonis aut Ciceronis aut Sallustii aut Gracchi aut poetae alicujus : χρῄζω γὰρ ἀναπαύλης, et maxime hoc genus : quae me lectio extollat et diffundat ἐκ τῶν κατειληφυιῶν φροντίδων. Etiam si qua Lucretii aut Ennii excerpta habes εὔφωνα καὶ... φρα et sicubi ἤθους ἐμφάσεις."








Y para terminar las anécdotas de mi domingo romano, la simplicidad del arte egipcio.

Guardo para otro rato las piezas más selectas, no tengo palabras para tanta belleza en piedra.


(... continuará)


viernes, 13 de septiembre de 2013

Reciclando abuelidad


Salgo de viaje unos días, no quiero dejar esto con aires preocupados.
Así que una tontada de las más tontas para airearnos y poner al mal tiempo buena cara.


***


Andaba haciendo el intento de ser una abuela adaptada a las exigencias del presente. 
Me parecía el summum cantarles lo de siempre con el apoyo de las nuevas tecnologías.

Pero no. Ya estoy anticuada. 
Mis hijos, los tíos de los nietos, que andan en esa franja pantanosa e indeterminada entre ser adolescentes y gentes de provecho, me han puesto al día.
Lo que se lleva son las canciones con coreografía y videoclip.
No he probado aún el efecto sobre los pequeñajos, que de momento se entusiasman con un simple folleto del super, viendo a su héroe Mickey Mouse,  pero causa furor entre la tropa de jóvenes promesas universitarias.
Aquí os dejo lo que se lleva más de lo más... El misterio del zorro. 




P.D. Por si necesitáis una ayudita, hay tutoriales para "pillar" la coreografía...O tempora o mores!...




miércoles, 11 de septiembre de 2013

Servicio Oficial





Cuando se "escacharra" la lavadora o noto que el lavavajillas amenaza con un colapso, suelo acudir a los servicios oficiales, me da confianza acudir a quienes se erigen en "autorizados" para cambiar piezas y reparar fusibles. Pero eso sólo con las máquinas.

Cuando de seres humanos se trata no hay nada más peligroso que autoproclamarse "servicio oficial del pensamiento".

Con este cielo gris que hoy amenaza con fastidiarnos la barbacoa, no puedo dejar de recordar una película italiana: "Una giornata particolare", de Ettore Scola, con Sofía Loren y Marcello Mastroiani. 

Cómo me recuerda el escenario que ambienta Scola en ese 28 de octubre de 1922... El mismo aire que hoy respiro. La película, con pequeños detalles consigue un retrato íntimo de las cosas que la gente hacía en aquellos años, su fanatismo, la justificación del mismo y los valores creados alrededor de la política, la guerra, la raza.
Y por debajo de los grandes desfiles, del devenir de los políticos y los dictadores, hoy como ayer, la vida concreta. Mediatizada e influida por la manipulación y el borreguismo que nos rodea, pero al mismo tiempo única herramienta de aguante y cambio. Porque la libertad no hay servicio oficial que me la adultere ni cambie.

Hoy nos juntaremos en una barbacoa. Un modo como otro cualquiera de manifestar la disidencia con el servicio oficial del pensamiento único.







martes, 3 de septiembre de 2013

Números Redondos



Ha sido un verano en paréntesis, esperando "la boda".
Y hoy, con cifra rotunda, conmemoramos otro casorio.
30 años.
Suena a trueno, y ha sido un suspiro.
10.950 días y seis hijos y dos nietos...más los okupas, que también tienen sus puestos.
3 de septiembre de 1983.
La fecha fundacional.

Y como aún ando desentrenada en esto del blog, lo compenso todo con un link muy especial: una maravillosa peli de amor. Porque excepcionalmente los amores de película son amores de verdad.


En el minuto 4:15,  se condensa todo lo que hoy no sabría escribir.





sábado, 6 de julio de 2013

Plan de Futuro







Estoy estudiando otra vez. Sin exámenes, pero con plazos.
Es el mejor modo de saborear el placer del conocimiento.
Como casi todo lo interesante, el gozo llega subiendo una cuesta.
Sorprende apareciendo detrás de un recodo oscuro, mientras aún estamos recobrando el aliento. 

Así son las cosas del saber, tan parecidas a las del querer, con algunas diferencias radicales.

Me pregunto si esto del aprendizaje tiene edad, si resistirán mis circuitos neuronales la sobrecarga de información, si no pasará como con las tuberías de plomo, que acaban como surtidores al recibir demasiado caudal.

Casi con total seguridad, un día dejaré de "aprender".
Pero eso no tiene importancia, 
Se lo acabo de leer a Alejandro Llano:

"Estrenamos cada día un ansia y una sed inconfundibles.Nos despertamos cada mañana con un deseo inédito. Cada día supone un comienzo. Poco importa lo sucedido hasta entonces. El hecho de que un anhelo semejante haya sido satisfecho ayer no quiere decir que no se presente hoy, con la misma fuerza o aún mayor, porque el deseo siempre es nuevo. En el campo del conocimiento se registra el consabido déjà vu, pero no existe, en el plano desiderativo, un ya querido".

Es la mejor noticia, no hay experiencia resabiada en el querer de verdad.
Es la absoluta novedad del amor, que se estrena cada día.
No existe mejor plan de futuro.







miércoles, 12 de junio de 2013

Misericordia: la sexóloga y la callista








Misericordia:"Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenos." (R.A.E.)


Hace unos días comí con una médico, especialista en patologías de la sexualidad.
Conectamos con empatía invisible, esas sensaciones inexplicables que te hacen comprender y compartir el fondo del almario ajeno.

En los postres ya sabíamos que nos comprendíamos sin conocernos, y encontramos la dulzura que regala la intimidad cuando puede abrirse.

A la hora del café comentó:
- A veces me cuesta mantener la mirada de misericordia con los pacientes.Y no quiero perderla.
Supe que en ese miedo, ya estaba actuando la misericordia.


Ayer acompañé a mi madre al podólogo, lo que antes llamábamos callista.
Era una mujer joven, menuda y poco expresiva.
Se puso una mascarilla verde para empezar. 
Trabajaba acariciando, con destreza y suavidad.
Cuando tocó los pies de mi madre -doloridos, como sarmientos resecos y endurecidos- había luz en sus ojos. 
Era la misericordia.



Hasta hace muy poco, "misericordia" me sonaba a cosa de beatas.Caridad mal 
entendida. Sucedáneo de la justicia para los débiles...


Qué ceguera la mía.
Qué error tan fundamental.

viernes, 31 de mayo de 2013

Hagiografía de mercado







Cuando me recibió Barcelona hace casi ¡treinta! años, bajábamos casi todos los sábados a La Boquería.
Era un paseo de recién casados.
Mientras nos tocaba "la tanda", disfrutábamos juntos del arrabal en su vertiente cotidiana(alguna más que otro...para ser sinceros).

La Boquería aún era un mercado  de barrio. 
Se mezclaban en sus pasillos travestis sin afeitar, ancianas huesudas, amas de casa profesionales y gourmets aficionados. De todo un poco.
Admirado y cuidado por toda la ciudad, mantenía la clientela habitual, que empujaba sus carritos desde el Raval, o que atravesando la urbe en metro bajaba en "Liceu", para respirar Las Ramblas a primera hora.

Durante muchos años seguimos siendo clientes fijos. 
Poco a poco la carga fue creciendo, la de la compra y la de la vida,  espaciamos aquellos paseos de sábado.

Han cerrado muchas de "nuestras paradas", y lenta pero inevitablemente la Boquería se ha convertido en un centro para el turismo.

En los puestos en los que antes se apilaban las manzanas, las cerezas desbordaban las cajas subyugantes, y las fresas nos hacían guiños en montoncitos engañosos, mostrándonos sólo su mejilla ruborizada,  se acumulan ahora las cestitas de plástico transparente, estereotipadas y ortopédicas, con la fruta desnuda y desmenuzada, acompañada de un tenedor blanco con los dientes  afilados.
Los guiris se vuelven locos en las paradas de charcutería, con los jamones bailando cancán, y se admiran de las zalamerías gritonas de las pescateras.

Sigue teniendo mucha juerga la Boquería, aunque ha perdido un poquito de su sencillez entrañable.
Ya no acudo para abastecerme, pero lo visito casi cada semana.
Siempre encuentro excusa para recorrer sus pasillos con olores a ráfagas, con  colores y texturas artísticas. 

Suelo parar en lo que aún queda de primigenio, los puesto de "las pagesas", arrinconados en la placita, al aire libre, y con hortalizas y frutas no prefabricadas ni coloreadas, más bien feotas pero reales.

No me importa hacer cola para comprar solamente una manzana, dos mandarinas o un racimo pequeño de uva,que me endulzan el camino callejeando hasta el mar.
Esos minutos de espera me permiten admirar despacio las manos de esas mujeres que cada día montan la paradeta con una tabla y sus cajas de madera.Son manos resecas, enrojecidas, que colocan como en un castillo de naipes las alcachofas, o revuelven las cerezas para que la clienta compruebe que no hay trampa, que todas están maduras. Mientras hablan parece que acarician la fruta, nunca paran, descubren una mandarina podrida, y silenciosamente la apartan al cajón del suelo, pero no la tiran.A última hora pasarán a recogerlas con agradecimiento muchos a los que no les importan los golpes en los tomates, o un poco de moho en las naranjas.

Ahora ya no me dicen "¿Qué te pongo, nena?". 
Me tengo que conformar con el tratamiento monárquico: "¿qué quieres, reina?", y siempre me llevo de propina un chiste, un ripio, un cotilleo, una conversación interesante.
Esta semana mientras esperaba a que me cobrasen la manzana, se alargó la compra de dos mujeres que tenía delante en la tanda:

     - Hacía mucho que no venías…
     - Es que ya no trabajo cerca.
     - ¿Sabes que se murió el Manolo?
     - Sí, me lo dijo mi madre…¿de qué murió?
     - Pues de una de esas tonterías modernas(sic)…en dos días…
     - Lo he sentido mucho, el Manolo me echo una mano cuando lo necesitaba…sabía hacerte un favor 
       sin  que se lo pidieras...
     - Sí…así era el Manolo…

Y siguieron recordando tantas virtudes, que se podían resumir en que el Manolo sabía querer de verdad.

Recé un Padrenuestro por Manolo.
Y le di gracias a Dios, por tanta gente buena.

Y le pedí ayuda. Porque a mi me gustaría ser así, como el Manolo.









sábado, 25 de mayo de 2013

Sensatez


Estamos de finales.
Le he hecho una recomendación de esas que hacemos las madres, sobre horarios y salidas, apostillando "es lo más sensato".
Y me ha sorprendido con su rápida respuesta:

           - Aún no tengo edad de tomar decisiones sensatas.

La he abrazado con fuerza, riéndome con ganas.
Porque tiene razón.
 La sensatez se ve aburrida y peligrosa con 18 años, un "territorio comanche" del que mantenerse alejada.

Estos días he gozado con la lectura de un cuento con otra mirada, un libro difícil de entender desde los ojos jóvenes. Un cuento para leer muchas veces, porque en cada lectura seguro que descubriré aspectos nuevos.
Es una novela de Estefan Zweig, escrita como una leyenda oriental:"Los ojos del hermano eterno"
60 páginas de prosa poética, un  itinerario de búsqueda con moraleja.
La historia de Virata, un hombre justo que busca la felicidad sin culpa.
Creo que esta novela sólo se entiende cuando hemos saboreado las derrotas y placeres que vienen con los años, cuando descubrimos que "lo sensato" es muchas veces lo más arriesgado.
La mirada auténtica, la de la verdad íntima, tiene perspectivas ocultas.
¿Acaso es sensato escoger el compromiso de servir, de preferir al otro por encima de nosotros mismos?
¿Acaso el amor no es la insensatez absoluta, la mayor de las locuras





lunes, 20 de mayo de 2013

Descuartizamiento




"Saturno devorando a sus hijos".
F. de Goya





Bajaba la cuesta con la mirada perdida.
La primera luz del día se encendía tímidamente, y el silencio le acompañaba por dentro y por fuera.

Aún no se oía respirar en  las casitas que se apretujaban sobre la rampa en zigzag. Las habían edificado hacía poco, arrinconándolas entre la roca del acantilado y la cuneta de una antigua senda de contrabandistas. Eran construcciones para esos nuevos ricos que juegan al lujo de la sencillez. Imitaban la ingenuidad de las casitas de pescadores con rebuscada cursilería en cartón piedra, y  la opacidad de la alborada aumentaba la sensación de estar en un escenario. Las sintió más repulsivas que nunca, el símbolo de la superficialidad que le aplastaba.

Sólo se cruzó con un gato negro que corría ondulándose como una cinta de raso.
Pero no le turbó la superchería, ya no importaban los gatos negros ni los espejos rotos: Toda la mala suerte estaba ya desatada.

Corría para acercarse al misterio del rugido del mar, que de lejos atrae con su ronroneo, como amante insinuante, y cuando se alcanza, aturde, ensordece y absorbe. Necesitaba emborracharse con el escándalo del oleaje, encontrar en esa bulla las fuerzas para el fin del final.

Tenía las manos doloridas, magulladas con los golpes de su propia fuerza. Le dolían los dedos en cada una de sus falanges y aumentaba el suplicio al recordar el crujido de tanta vida mientras retorcía con furia cada uno de sus pedazos.

Cuando tomó la decisión tenía la esperanza de que así encontraría la paz de la justicia.Pero...¿cómo olvidar la propia vida, el único sentido de todos sus pensamientos, el centro de toda su energía e imaginación durante tantos años?

No había otra salida. Mejor así.

Ya sólo quedaba esparcir sus restos por el mar.

Al llegar a la orilla extendió las manos para contemplarla por última vez: 
El final de tanto sufrimiento. 
La consumación del largo peregrinaje intentando la vida de puerta en puerta. Había terminado al fin con la ristra de explicaciones manidas e injustificadas.

El, que la había creado, la inmolaba. 
Sólo quedaban chispas de sus restos entre los dedos manchados de rojo, la tinta roja con la que la última editorial había vuelto a rechazar su novela.
Cuatrocientas veinte páginas en dos mil pedacitos, flotando como un lecho de pétalos. 
Un funeral vikingo para su alma escritora.

sábado, 18 de mayo de 2013

Sabiduría Natural




Está en inglés, que siempre es indicio de mayor rigor científico.

Lo de siempre, la Naturaleza: sabia y maestra.

Tesis científicas que refuerza mis íntimas convicciones.





1.- Si andar o montar en bici es bueno para la salud, el cartero seria inmortal.
2.- La ballena nada cada día, solo come peces, bebe agua y está gorda.
3.- El conejo corre y salta, y solamente vive 15 años.
4.- La tortuga no corre, no hace nada...y vive 450 años.

¿Y me dices que haga ejercicio?
Creo que no...






miércoles, 15 de mayo de 2013

Cinco minutos de un viaje en tren



                                                                          E. Hopper



Oigo dos conversaciones cruzadas mientras escribo. 
De los asientos de atrás me llegan las voces de mi sobrina pequeña y mi hermana, jugando a adivinanzas, entreteniendo el rato que aún nos queda. 
En el asiento de al lado un hombre musculado con pintas de matón de gimnasio o de guardaespaldas, habla con deje "cani" con sus compañeros, sobre boxeo, con nombres y palabras que no entiendo.

Desde fuera, a través del cristal de la ventanilla, pasan silbando las llanuras verdes. 
Está siendo una primavera rabiosa, más brillante que otros años, saturada de esmeraldas con sombras púrpura. Hoy viene el cielo con nubes prendidas, con pinceladas cortas, grises en un fondo azul como el que pintan los niños. Cuánto me gustan las nubes. Siempre quisiera pintarlas, con su esponjosidad  de bizcocho... Me gustaría saber plasmar la atmósfera opaca de sus ondulaciones filtrándose en la luz transparente.

Ya casi llegamos .
Aparecen como chasquidos aldeas blancas entre los campos recién germinados.
A borbotones de velocidad atravesamos pueblos recién construidos, bloques de pisos que nunca han sido estrenados, fantasmas de los pródromos de esta crisis, esqueleto de las desmesuras e insensateces.

Madrid se despereza soleada. Intuyo su ronroneo de coches como saludo de buenos días. 

Mi sobrina ríe como sólo saben reír los niños de diez años. Estrenando humor inteligente, sin poder sofocar las carcajadas que mi hermana, pudorosa, intenta aplacar por cortesía con los otros viajeros. Pero la risa es incontrolable en la seguridad confiada que ofrece la infancia.

Al escucharla también río, pero por dentro, porque Madrid se ha quedado en mi corazón como el recuerdo del primer debut de libertad, a la que ni tan siquiera le había quitado  la etiqueta de la novedad. Y siempre que vuelvo, regreso a esa sensación de inauguración, de emancipación recién estrenada.

Me ayuda mucho recordar que sólo tenía 17 años. 
Para no sufrir tanto por ellos cuando comienzan a alejarse de mis alas de clueca.
Para entender sus ganas de independencia y disfrutar con ellos el regalo de la libertad.

Para educar no hay mejor medicina que la  memoria.





lunes, 13 de mayo de 2013

Los jirones de la Historia (I)





Está al final de la calle del Ave María, una callejuela del Call, tan corta como la jaculatoria de su nombre. En sus escaparates amplios se apretujan cientos de objetos al tun-tun, pero armoniosamente dormidos. El rótulo pintado en el cristal compone un "buen maridaje", como dicen ahora, con el verde jaguar de los marcos y porticones: "Heritage". Un hermoso anglicismo para definir su contenido.

Entro de vez en cuando, menos de lo que me apetecería. Como sólo curioseo, me contengo. El dueño ya me conoce de tanto verme, y no quiero hacerme pesada. Alguna vez he comprado alguna fruslería: un bolso de mano de los años sesenta, botones de azabache, un pasador de nacar para el pelo...
Conozco cada rincón del expositor y hace unas semanas me sorprendió la novedad: Un abecedario bordado, colocado de un modo tan insinuante, que desparramaba toda su historia a través de pliegues y dobleces, intrigando a cualquier imaginacion que se precie, con ese "sí pero no", dejando entrever,  más que mostrando, esos trocitos desgarrados del tejido de una vida anónima  aunque tenga nombre y apellidos.

       Colegio de Ntra. Señora de......
       Alcañiz 188---
       Dolores Paricio.


Toda una posibilidad de novela contenida en los hilos entremezclados y delicadamente pespunteados en el cañamazo de lino.
Dolores Paricio, la firmante del bordado.
¿Cual fue su historia, el trocito de tiempo que protagonizó su vida?


…Pudo ser la hija única de una heroína de la guerra de Independencia, (que por estas Cataluñas modernas llaman "la guerra del francés", todo sea por diferenciarse y no reconocer las uniones de la historia) que llegó a Barcelona buscando  las oportunidades  con salitre y aires de modernidad que no encontraba en aquel Alcañiz polvoriento. La percibo con bucles trigueños, redondeada en sus formas pequeñas, bordando letras por obligación en el colegio de monjas, en adolescencia enfurruñada,  mientras soñaba junto a la ventana que dejaba ver las viñas y el Castillo de los Calatravos...


...Pudo ser una aragonesa con ojos negros y voz de jota, de familia con hacienda, que hizo infelices bodas con algún viudo acaudalado, al que nunca llego a amar como al Ramón, un pastor pelirojo que la besó por primera vez en primavera, a orillas del Guadalope...


...Pudo ser una huérfana que perdió a sus padres en el asedio de los carlistas, y que al finalizar el internado en el convento de Alcañiz, se despidió de la Virgen de los Pueyos, y fue recogida por sus tíos maternos, instalados en Barcelona. Allí, en aquella ciudad que desperezaba al modernismo, extendiéndose por el ensanche,  vivió amores y aventuras. Entre estas mismas calles que hoy me cautivan, ella descubrió los tejemanejes de la vida, en un palco del Liceo...


...Pudo ser una tímida alcañizana de tez de plata, que a pesar de su físico menudo gobernó la hacienda que en herencia le dejó el Emilio, al dejarla viuda y con un hijo en camino, y que mimado y consentido, dilapidó por el París de las Francias y los burdeles del puerto de Barcelona aquellos  duros que con tanto ahínco se habían juntado, teniendo que empeñar hasta el ajuar de novia que había bordado su madre.


Los objetos aprisionan historias reales más novelescas que las imaginadas por la literatura. 
Las mejores y mas complicadas tramas que he leído, han sido las encontradas entre los legajos de pleitos por repartición de herencias,  o la documentación para una compraventa, entre las aburridas paredes de un despacho de abogados. 
Porque los cuentos y las novelas no son otra cosa que el reflejo opaco del esplendor de cualquier vida, por anodina que parezca. 

Cuando me paro ante el cristal del anticuario o acaricio el pasado en los tenderetes de los brocantes y chamarileros, siento la misma emoción que cuando revolvía por el añorado granero, en el que aún quedaban sillas, cartas, juguetes y sombreros con el ADN de mis antepasados. 
Lo mejor de esos mensajes es que no nos llegan enteros, que hay que completarlos con la imaginación , que hay que ponerles color si se quedaron en blanco y negro.

Son los jirones de la Historia, la de cada uno, la que realmente debería escribirse con mayúsculas.