martes, 24 de abril de 2012

Cuentos de amor para cocineras (2)

(Continuación)



Porque, ¿cuál es la sustancia de una croqueta? Casi siempre "lo que hay": los restos de un asado, de un buen caldo, de un solomillo.
Lo que queda después de la fiesta.
Como el amor.
Con la fuerza de la explosión del enamorarse, con lo que tenemos y lo que soñamos, con la realidad que somos, cotidiana y distinta en cada etapa, se va cocinando algo tan sencillo, nutritivo y entrañable.
El amor incondicional es así, concreto e inmediato, aparentemente tan insignificante y modesto como las croquetas caseras.

Podría parecer más importante comparar el amor con las mejores comidas de fiesta, con frutos exóticos, caviares lejanos, alimentos sublimes, aromas exquisitos, privilegiados, pero es que después de unos días de fastos y desmadres siempre acabamos añorando ésa rutina cuidadosa y escondida, las manos amorosas que moldean alimentos tan sufridos como unas croquetas.

Hechas una a una, por mucho adelanto culinario, siempre precisan la caricia que prepara la forma perfecta, y baña en fritura para guardar su corazón tan tierno.

El amor y las croquetas necesitan tiempo, se consiguen con paciencia y monotonía creadora. Una detrás de otra, el huevo, la galleta...un minuto detrás de otro, manías y caricias. Pero siempre la mano amable que acompaña y trabaja.

Luego nos venden muchos sucedáneos supercongelados. Y en los restaurantes de lujo asiático las venden por millones de maravedíes la media docena. Pero siempre necesitan añadirles "caseras" como reclamo.
Son cosas del amor, que es así, como las croquetas.





19 comentarios:

Miguel dijo...

MAMII! me ha flipado, esta mañana he leído la primera parte de la historia de las croquetas, y no podía esperar más a la segunda parte. Me parece que a partir de ahora miraré a las croquetas con más cariño, aunque como las croquetas que haces tu... no hay ningunas! ni tus guisos, ni esas patatas con chirlas cuaaaanto te quiero! jejejeje un besito chula!
P.D. Voy a hacer una plataforma para que no dejes de escribir! un besito chula!

Unknown dijo...

Miguel, yo me uno a esa plataforma!!!.

Necesito croquetas. Tengo hambre.

Ana, princesa del guisante dijo...

Bueno... qué estupenda reflexión. Me sumo a tu iniciativa, porque intuyo que las tuyas tienen distintos rellenos (cada uno el suyo), el punto de sal y de pimienta, el espesor justo, la corteza crujientemente protectora. Sólo me queda saber lo más importante ¿a qué hora es la cena? :-) Felicidades, Mariapi, te ha salido redondito, como una ídem :)

Pablo dijo...

Lo que aprende uno un día cualquiera de abril: el amor como las croquetas. Todo un magnífico descubrimiento. Besos
PD Me sumo a la plataforma,por supuesto.

lolo dijo...

¡Madre mía, Mariapi! Este si que es un "chute" para llorar.
¡Cuánto amor; cuánto amor, qué sabor!

meloenvuelvepararegalo dijo...

Yo también pienso que la cocina y lo que en ella elaboramos es la mejor manera de acercarnos a nuestros seres queridos! Oda a la croqueta!!! Uno de mis platos preferidos y leyéndote ya intuía yo porqué.
Sobraron croquetas para una que quiere cenar??
Bss,

Marta piesdescalzos dijo...

Me ha encantado la receta casera de croquetas de amor! besos

Miguel dijo...

¡Parece ser que las croquetas han triunfado eh mami! Y también la plataforma para que no pares de escribir, a ver si con todos estos fans que tienes te viene la inspiración ;) ¡Un besito chula!

Mariapi dijo...

Miguelón, Miguelón...por el interés(estómago) me quieres...Miguel.

Besos con fresas, que ahora ya tocan.

Mariapi dijo...

Venga, Dolores, estas invitada, que haré croquetas para todos. tengo mi record en 120 croquetas de una tacada...inolvidable.

besos

Mariapi dijo...

Es que las croquetas nunca son exactamente iguales...depende de las sobras, del punto de la bechamel...como nuestra sustancia, tan cambiante...Besicos.

Mariapi dijo...

Pablo, es que las cocinas son un foro filosófico de altura... Da muchode sí eso de guisar...deja la mente libre, aunque las manos trabajan, y permite observar y razonar con pausa, con la lentitud del un fuego lento....Un besote

Mariapi dijo...

No, Lolo, nada de lágrimas que me quita el punto de la bechamel...Mil gracias.

Mariapi dijo...

Por supuesto que te vienes a cenar croquetas, que pongo la freidora en un instante. Gracias, Tere.

Mariapi dijo...

Marta, podemos hacer intercambio de recetas, seguro que tus "caseras" tienen un truco secreto, en cada casa hay un sabor especial...Besos.

R. dijo...

¡Qué razón tienes Mater!
Por más que me encante el sushi o el sashimi,la salsa de soja o la de coco y curry,los tacos o las mezclas más exóticas y extravagantes que te puedas imaginar si hay algo que nunca puede faltar al volver a casa,esas son las croquetas.
Sin ellas,no me siento del todo de vuelta.
He de confesarte algo:a pesar de haber sido criada por mis abuelos,siempre me he preguntado qué es lo que hacia mi abuela para hacerlas tan ricas..y mira que me gusta cocinar,y mira que lo he intentado...pero no ha habido manera,jamás quedan como le quedan a ella..Sospechaba que la clave estaba en sus manos y al leerte se ha aclarado todo.No hay manos que hayan moldeado(y sigan moldeando) con más amor,ni las croquetas ni a nosotros,su familia.
Por que no hay amor más sufrido que el de unos abuelos que sobrellevando el choque generacional que les separa de sus nietos han ejercido como los mejores padres que se hubiera podido tener.

Muchísima gracias de nuevo Mater.
Sigue siendo un verdadero placer leerte!

R. dijo...

Por cierto,me uno a la plataforma.
No dejes de escribir nunca. ;)

Mariapi dijo...

Gracias querida R. Te echaba de menos.
El amor es un misterio. Cada uno de los amores tiene su propia especialidad. El de madre es único, pero desde que tengo un nieto, te aseguro que "la abuelidad es un regalo muy muy especial.
El cómo concreto de cada amor...no lo da sólo "la sangre". Como en todo lo que somos, ahí entra de lleno la libertad. Tu abuela es un ejemplo, seguro. Ella ha sabido amaros muy bien, con manos amorosas y corazón. Si puedo, me gustará escribir un post sobre esto de los amores en familia.

Mil gracias por escribir, un beso.

Ah...y por animarme a seguir. Me gusta, tanto como pintar, pero hay temporadas que se me desborda el tiempo y el trabajo, y hay que dejarlo un poco. Gracias.

R. dijo...

Te he seguido leyendo,pero los éxamenes como en tu caso el trabajo no me han permitido pararme a comentar.
Mis más sinceras disculpas.
Eres ibuprofeno para el alma.
Siempre encuentro lo que necesito en el momento preciso.Y lo siento,pero no creo en las casualidades...tienes ángel escribiendo.Sigue siempre así.
Por favor.(Es una súplica)
No dejes de escribir nunca.
Hmmm..me gusta la idea del post sobre amores de familia.
Las abuelas sois lo mejor de este mundo.
Creo firmemente que si no cumplimos con nuestras obligaciones no podemos exigir derecho alguno.
Con los lazos de sangre pasa lo mismo.Supongo que habría que tener las circunstancias en cuenta...pero soy bastante intransigente con este tema.
Tal vez cuando sea madre lo entienda todo o definitivamente no entienda nada,pero ser madre...es un don de Dios,Él nos hace participes de su poder creador.Es un acto de amor,una entrega total...es lo más bonito que te puede pasar.
Si pintar se te da tan bien como escribir...enfin,Mater..que eres una artista!
Mil gracias a ti,por seguir encontrando tiendo para regalarnos estos posts.
Un beso muy fuerte!