jueves, 14 de enero de 2010

Donde caben ocho caben diecinueve.


Esa manía que tenemos de celebrar la Navidad en el monte se puso complicada este año. Pocas veces he visto tanta nieve en la carretera.
Buscando la madre patria me cargué algo que parece vital para el “prostatic”: el carter. No se exactamente qué es, pero sólo mencionarlo, los varones circundantes cambian de color, como si hubiese anunciado el quinto jinete del Apocalipsis.

Día 24: La nieve impide llegar en coche a Seira…sigue nevando y se anuncia más intesidad para la tarde. Si hay que quedarse aislado, decidimos que es más prudente quedarnos en Castejón…TODOS=19

Gracias a esas condiciones metereológicas he comprobado la realidad elástica de entes que desde una visión superficial no lo aparentan.

El famoso chiste de “cómo pondrías cuatro elefantes en un seiscientos”, ya no tiene secretos. ¿Cómo sentarías diecinueve humanos a una mesa de ocho? Pues uno junto a otro: las paredes son elásticas, las sillas se multiplican, los tableros se recomponen.  Surgen platos y cucharas, se inventan servilletas. Incluso es posible el glamour de un toque dorado sobre fondo rojo, y hay sitio para la cunita del Niño Jesús, arrebolado con el calor de tantos "bueyes y mulas". Comprobado, doy fe de que así sucedió y lo vi con estos ojicos que se comerán los gusanos.

Esta manifestación  empírica de elasticidad, demuestra la falsedad de una teoría muy extendida, que entiende el cariño como un kilo de azúcar que hay que repartir. Y cuantos menos seamos a más tocamos. Viene a ser la concepción maltusiana del amor. 

Oí decir  P.J.Viladrich que el auténtico enemigo de la “verdad” no es la mentira, sino los topicazos y las medias verdades. Como toda teoría peligrosa, esta visión del amor como unidad divisible, tiene parte de verdad: amar exige poder entregar algo. Atención, tiempo, regalos, mimos, cuidados…y somos limitados.  Si queremos mucho a alguien gastamos esos recursos, y no hay para otros amores.  Al dividir nuestras fuerzas bienes y fortuna defraudamos la necesidad de amor de los otros.

Pero estos maltusianos azucarados no conocen la elasticidad infinita del corazón. No se han dado cuenta de que el único “músculo” que no se atrofia por el uso, que no degenera por exceso de  utilización, es la capacidad de amar.
No pierde intensidad, sino que adquiere fuerza cuanto más se estira. No se queda sin recursos aunque aparentemente se acaben, porque estimula la imaginación, regala fortaleza y multiplica las posibilidades de encontrar tiempo, atenciones, mimos, sillas, mesas, platos , turrones y regalos para todos. 

Siempre me deja un punto de amargura la canción ”se nos rompió el amor de tanto usarlo…”. Mentira podrida. No se habrían leído las instrucciones, fijo.

Os dejo unas imágenes del 25 y el belén de Seira, que merecería un post para él solito.

3 comentarios:

Pablo dijo...

Me llena de orgullo y satisfacción poder ser el primero en comentar. Me adelanto al Ojo que todo lo ve, me adelanto a todos los matermaniacos. Hoy me llevo yo el gato al agua.
Es verdad, yo lo ví. Estabamos todos en Castejón y... sobraba sitio.

Por cierto aunque a todos los varones nos cambie el color de la cara al oír lo del cárter... ninguno sabemos bien bien que es.

Una ayuda: Es la pieza que cierra la parte inferior del bloque y que recoge el aceite utilizado en la lubricación del motor.

Respecto al músculo del amor... cabe decir que el corazón crece y crece cuanto más lo entrenas. Cada carrera por "el valle del oreo", cada gesto con un hermano, padre, abuelos, amigos... es un entrenamiento para rendir más, amar más.

pD: Yo conozco a uno que montaba muebles de Ikea y aunque leía las instrucciones...ná! Aunque si que sabía amar.

Poto dijo...

Hoy te has llevado el gato al agua amigo...
por el comentario y por ser el primero,incluso antes que el Ojo, meeeeuuuuuu!!!! (a imitación del gatito)

Concepción maltusiana... nunca lo habría definido mejor!!
Fue genial, con las paredes más cerca cuanto más alto cantábamos villancicos, más resonaba en el salón y el Niño Jesús más sonreía (en serio, lo ví, que por muy de madera que sea... el músculo del amor ahí lo tiene!!) Además, creo que aún cabíamos 20 más!!

Genial post de Matermanías!!
Que no pare, cada vez más y mejor!!

Pablo dijo...

Simplemente confirmaros en la presencia del Ojo. Para que no quepan dudas.
Un post estupendo con mucho sabor a Master.