sábado, 13 de agosto de 2011

Manías de Penumbra



Aunque parecemos urbanitas apasionados,  algunos guardamos en los pliegues del alma atadijos de romero y tomillo, para que nos sea imposible olvidar cómo huelen los caminos de tierra en las mañanas de julio, cómo sabe acariciar el musgo en una siesta a la sombra.

La esencia rural imprime carácter, y acaba deslizándose en forma de costumbres, hábitos o manías. Aparece desde lo ancestral,desde lo incontrolable.

Al final lo he comprendido...



Debió suceder en alguna cueva, cuando mi antepasada australopithecus, tumbada a la bartola un día de agosto, hacía la siesta. Porque debió ser en agosto, aunque ella no lo sabía, como tampoco sabía  que ése dormitar digiriendo el venado, se llamaría "siesta" .
Su cueva, como todas las cuevas, era fresquísima, pero por un agujero, que después llamaron "ventanuco", entraba un sol de justicia. Mi tatarabuela prehistórica, estiró perezosamente la pierna izquierda hacia el chorro de luz, y comprobó científicamente que el sol da calor... las mujeres de esta familia hemos sido siempre muy sagaces, desde tiempos inmemoriales. También desde tiempos inmemoriales, los niños suelen dar la tabarra preferentemente en las siestas, y quiso la casualidad que unos cachorrillos humanos, jugueteando por el exterior, tapasen con ramas de boj el ventano... y la dama prehistórica comprobó cómo cambiaba la cosa...  nació así la primera persiana.
Mi antepasada quedó impresionada con el invento,  y ésa querencia por las penumbras persianiles se ha ido transmitiendo como una mutación genética, hasta acabar en mi sistema de manías.

La semioscuridad inducida, es de lo mejorcito del verano. Echar la persiana, para que se guarde el fresco, es mucho más que cerrar a cal y canto, debe dejarse el número justo de agujeritos iluminados, para que quede un grado de penumbra que acompaña, y después correr las cortinas, que no parezca una oscuridad deshabitada.

Persianas arriba-persianas abajo:Esto ha sido la guerra de los 30 años. Casi 30 veranos luchando por las persianas, porque MiGeorgeClooney, urbanita puro y duro, no entiende ésa manía de oscurecer la casa. Sus argumentos son contundentes : lo del calor es psicológico, y es una costumbre de pueblo.

Por una vez en la vida, y sin que sirva de precedente, al final, le voy a dar la razón: Sí, es pura psicología,un condicionamiento  genético, y además, la penumbra y yo, efectivamente, somos de pueblo.






12 comentarios:

Pablo dijo...

Una pinza que se te va en medio de la penumbra... Para enaltecer lo rural te recomiendo "Camino de Babadag", de Acantilado (es la colección, no el autor, que no recuerdo). Literatura totalmente alternativa, que es lo que se lleva, tipo 15M pero en serio...

lolo dijo...

Oh, si, te comprendo. Palabra a palabra te comprendo. Y recorrer el ritual de conseguir ese estadio de dulce y acogedora penumbra... De pueblo forever.

Ana, princesa del guisante dijo...

Ay, ahora lo comprendo todo todito ¡¡tenemos una abuela australopitecus común!!

Y cuánto me gusta la luz que entra por los agujericos minúsculos de las persianas, y cuando abres al "vespre" y corre el aire que empieza a refrescar... eso sí, Marido no es urbanita, es pueblanita, y es más "cerrón" que yo. Besicos en la penumbra

Modestino dijo...

Yo hace un tiempo que soy un urbanita irredento tratando de recuperar el tiempo perdido ... ya se que esto suena a contradicción absoluta, pero ahora comienzo a comprender la necesidad de volver a los orígenes "de romero y tomillo" que todos tenemos.

Un saludo, Mariapi.

sunsi dijo...

Querida Mater. Creo que lo que cuentas es una herencia común. Yo lo aprendí de mi abuela paterna. Jugamos al escondite con el sol abrasador de los días de verano. Lástima que todo sea tan urbanitas y lo que baje sea toldo...

Un besico con morriña, Mariapi.

Mariapi dijo...

Pablo, anoto el libro. No te preocupes, lo de la pinza es "normal", y esta semana de creatividad , mucho más...Gracias, un besote.

Mariapi dijo...

Lolo, es un ritual con marcha atrás...después viene la fase de ir abriendo paso a la brisilla, incluso toda la ingeniería para "forzar" corrientes de aire refrescante.

Gracias por la compañía refrescante.

Mariapi dijo...

jejeje...seguro que si rebuscamos encontramos en los retratos familiares ése nexo común, no me extrañaría nada...Un besico, Princesa.

Mariapi dijo...

Modestino, eso no me parece contradictorio, creo que es muy inteligente, y manifestación de apertura mental...

Gracias, un abrazo.

Mariapi dijo...

Sunsi, ¡qué alegría!
Me gusta eso de jugar al escondite, un modo de cuidar "lúdico", como se dice ahora.

Un besico, Sunsi-Sol.

Marta piesdescalzos dijo...

y jugar también a descubrir figuras con las sombras, algunas de ellas convertidas en monstruos terroríficos por la imaginación infantil que no dejaban conciliar el sueño...las contraventanas de la casa de la abuela eran como una sesión de cine contínuo.
MiPepe urbano es también antipenumbra y viviría en una urna de cristal, eso sí, con aire acondicionado iglú capaz de momificar el paso del tiempo.
Besos, "querida parienta"!

mOnTy @holasomos7 dijo...

Querida prima Mariapi.. No he perdido la tradición de la abula. . Este mes de agosto empezamos la sesión a las 11. Cada vez más pronto
¡¡Tot fosc, tot fresc!!