jueves, 19 de enero de 2012

Soluble



Es la rutina matutina.
El buenos días de cada día: un vaso de leche blanco y limpito, sin estrenar.

Y las madres, para sobrealimentarlos, vamos echando colacao.
Cucharadita a cucharadita.
Nuestra vida en dosis minúsculas, partículas pulverizadas de corazón.
Alimento superenriquecido con cariños y exigencias, a partes iguales: besos sonoros, riñas destempladas, serenatas a pleno pulmón en el coche, deberes inacabables, tiritas rociadas con "curasanaculitoderana", castigos, cumpleaños, peli con palomitas, mentiras, disgustos, disculpas, vuelta a empezar, en esta casa se come de todo, en esta casa no existe el "nomeapetece", suspensos, rabietas, te quiero, no te aguanto, vete a tu cuarto, no me da la gana...y miles y miles de principios sustanciosos que van dando cuerpo y consistencia a ese vasito de leche,cada vez más cargadito, mas oscuro y denso, que se toma caliente, tibio o como refresco, según convenga, pero que lleva de todo, que ya se sabe que lo que no mata engorda, y todo, lo bueno y lo menos bueno, deja su instante de fuerza y peso en el amor.

Y un día te levantas- suele ser en primavera- y descubres que por arte de birlibirloque, está el vaso pálido y soso. Que ése no es tu vaso," que te lo han cambiao"...¿dónde están esas partículas mágicas que le daban sabor y que con tanto esfuerzo y cariño has ido espolvoreando cada mañana? ¿qué grieta oculta tenía el vaso?¿Por dónde se ha esfumado todo lo que has depositado y  que creías que estaba asimilado, consolidado e integrado?

¡Ah, bueno...! Mira, mira el calendario. Estamos en lo que algunos llaman "adolescencia". No es tan grave. Es una moda estilo sarampión, que nos ha llegado con un tiempo histórico en el que estamos tan hartos de todo, tan "sobraos", que nos permitimos estos lujos, como el de tener hijos aborrescentes.

Sólo se necesita tiempo, paciencia y fe. Para seguir poniendo cucharadita a cuchadita, creyendo sin ver. Aguantando sin percibir señal alguna. Tozudamente, en contra de cualquier atisbo de sensatez.

No es magia, es ciencia. Un buen día llegarán las tormentas fuertes, de repente o poco a poco. La juventud se apoderará del vaso, y entonces, esas sacudidas elevarán de su fondo todo el cacao acumulado, más enriquecido que nunca lo soñaste, porque en el reposo de esa espera que parece estéril, la seguridad del calor que tiene tu mirada, ha cuajado, y tu cariño, triturado y pulverizado le dará sustancia y fuerza. Cuando sea joven o no lo sea tanto. Para siempre jamás. Como en los cuentos de hadas.

Lo malo es olvidarse de echar el cacao cada mañana...cuando empieza el día, y pretender encontrar color y sustancia a eso de media tarde, cuando acechan las primeras sombras.




8 comentarios:

Unknown dijo...

Jopelines!!! (en casa estamos en la etapa de medir lo que decimos - no tacos-). Me saco el sombrero de lo bien que lo has explicado!!.
Me queda mucho para vivir la adolescencia de mis hijos, pero el símil que acabas de sacarte de la manga no lo pienso olvidar. Me voy a comprar un saco de cacao bien grande para ir echándoselo todos los días. Dentro de unos años les daré la cucharilla para que ellos mismos lo remuevan y le den color y sabor a mi tentempié diario.
Supongo que la adolescencia es la etapa más difícil de todas (tanto para ellos como para nosotros) y la claves es la perseverancia, el amor, la fe y la paciencia.
Gracias, otra y mil vesces más.

Ana, princesa del guisante dijo...

Qué manera más bonita de explicar el "tú predica que algo queda". Un vaso de esos cariñosos para mí, guapa. Besos

lolo dijo...

Y yo hala, a llorar.

Qué bien, qué bonito y (espero, espero) qué verdad.

Gracias, Mariapi.

mOnTy @holasomos7 dijo...

¡Qué bonito! Qué maravillosas medidas cacao nos vas dando..

PILAR dijo...

Clavado, tocaya, lo has clavado.
Pero destacaría "Lo malo es olvidarse de echar el cacao cada mañana...cuando empieza el día, y pretender encontrar color y sustancia a eso de media tarde, cuando acechan las primeras sombras"

ana dijo...

Gracias. Ufff... voy entrando!

sunsi dijo...

Chapó, Mater... Post para no olvidar.
Un beso y muchas gracias, Mariapi.

Mariapi dijo...

Gracias a todos. ¿Os apetece un "colacao"...o ya lo tenéis aborrecido?