martes, 12 de marzo de 2013

Scherzos con abrigo.









Ha hecho un frío inusual en esta tierra. Cosas del calentamiento global.
Tampoco es habitual que coja el coche para rondar por la ciudad. El metro me da alas, aunque sean para volar por el subsuelo.

Mientras al volante disfruto de buena música clásica y calefacción, los peatones se encogen en los semáforos, con un atrezzo invernal que es una novedad en Barcino. Nunca hace tanto frío como para que las damas de Diagonal de Arriba paseen mucho con sus abrigos de piel.

Aquí los inviernos son mediterráneos, y yo estoy hecha a otros fríos, añoro las escarchas y los témpanos   
o "chuzos" helados y amenazantes.
Por eso ni me acordaba del abrigo.
El famoso abrigo.

Me lo trajeron los Reyes Magos hace…¿mil, cien…? No, más o menos debe hacer unos veinte años.
Claramente el paje encargado de elegir aquel abrigo era muy novato en gustos femeninos.
No me gustó pero nada de nada. 
Era un abrigo "bueno". 
Clásico a más no poder, seguro que el paje de los Reyes Magos se había dejado un pastón…
Un disgusto de abrigo.Mi careto hablaba por sí solo… 
La juventud tiene esas cosas, está segura  de que el mundo gira y debe adaptarse al propio ombligo: queremos que nos sorprendan pero con la sorpesa que queremos. Y sin decir qué o cómo debe ser esa sorpresa…claro, porque entonces ya no tiene gracia…se trata de una sorpresa¿no?...

Por circunstancias largas de explicar, el abrigo no se podía cambiar. 
Había que comérselo con patatas, o confitarlo…
Mi madre, sabia como siempre, me dijo para consolarme: "No te preocupes, dentro de veinte o treinta años, te gustará".

Durante tantos años ha sido "el abrigo". Siempre en su colgador, quietecito. Como estaba él, no me hacía falta otro… aunque fuese una prenda puramente testimonial. Era tan "bueno", que había que aprovecharlo, y su presencia espantaba otras posibilidades más "trending".

Me lo he puesto en tan contadas ocasiones que sigue nuevecito, y como es TAN clásico, siempre está lo suficientemente pasado de moda.

Este invierno, lo he visto con otros ojos.
Y una vez más, como casi siempre, mi madre tenía razón.
Ahora ya he madurado, ya tengo edad para ése abrigo de "señora mayor".
He valorado su lana cálida, su color sempiterno, el diseño atemporal…y me he arrepentido de ser tan tozudamente joven, durante tantos años.
De mi ceguera.

Curiosamente, en la radio suenan scherzos de Chopin.
Bromas musicales.
La mejor compañía para  no tomarse demasiado en serio la vida.






8 comentarios:

que dificil la vida sin ti dijo...

¡¡¡Ay, ay, ay!!! Alma gemela total en esta entrada ¡por Dios! ¡A mí me ha pasado igual, igual, igual!, un abrigo comprado con esfuerzo la primera Navidad de casados y que ¡me desilusionó tanto! era como"de abuela", pues no veas el partido que ahora le he sacado pero con un truco, porque tu eres muy buena y yo un bicho: lo llevé a la tienda hace algún tiempo y lo reformé ¡se convirtió en una "cazadora" pero "él" ni se enteró...
Mariapi, estoy sonriendo pero con el corazón encogido, ya no suelo emocionarme a menudo pero leyéndote...
¡Te quiero amiga, hoy casi hermana, permíteme la confianza de la total identificación!
Asun

Mariapi dijo...

Chica lista, Asun. Muy bien hecho lo del arreglito...no he tenido la misma perspicacia. Pero,cómo son las cosas...cuando me lo he puesto este invierno,mirándolo con otros ojos, a mis hijas les ha parecido que era nuevo, y "muy vintage"...(efectivamente, era vintage de nacimiento.)
¡Hay tantas cosas(materiales o no) como éste abrigo, que cuando me llegaron no supe entender "el regalo", y que ahora, veinte o treinta años después comprendo y aprecio...!He tenido la suerte de tener una madre sabia, y aunque con retraso, agradezco ahora tanto sus palabras, sus consejos...
Un beso y mil gracias, almagemela-amiga-hermana.

Ana, princesa del guisante dijo...

A mí lo que me gustaría es ser visionaria como tu madre, Mariapi. ¿Crees que la visionaria nace o se hace? :-) Besos congelados, pronostican nieve por tu barrio, te vendrá bien ese abrigo vintage.

Pablo dijo...

Lo único que no comparto es lo de "señora mayor". No.

Mariapi dijo...

Creo que es un poco de todo, pero sobre todo es la acumulación de sabiduría que da el vivir bien la vida.
Gracias, Ana, creo que hoy necesitaré el famoso abrigo, porque hace un día gélido.Besos.

Mariapi dijo...

jeje...bueno, lo dejamos en abuela feliz,¿mejor?

sunsi dijo...

Nunca había tenido un abrigo bueno, Mariapi. Hasta que un día mi señora madre me regaló uno impecable de su armario. Y no me lo pongo. Es demasiado... Tomo nota de lo que escribes porque es también "eterno". Me ha animado leerte y comprobar que las madres tienen ese ojo atemporal.

A ver, Mater... ¿Cómo que señora mayor? No, ¿eh?;-)))

Besos a esta jovenzuela que escribe como nadie...

Mariapi dijo...

Es "sabiduría". Es el necesario aporte de "los mayores" a la humanidad, ése es el "ojo atemporal" de las madres.

Bueno, acepto el cumplido de "jovenzuela"...en sentido figurado¿eh?

besos y mil gracias.