En el grabado, como en casi todo, hay márgenes.
Es la marca que la plancha deja sobre el papel al pasarla sobre el tórculo, y que delimita la imágen.
Los márgenes son importantes.
Hay incluso una guía para la identificación del margen, tienen diversos adverbios según su estado o tamaños: rico en barbas, márgenes enteros, márgenes
anchos, márgenes estrechos, márgenes cortados por la huella, remarginados, buen margen, margen sutil, margen intonso,
margen pequeño y un largo etcétera.
Y también existe el margen sin margen.
Es el "margen perdido" o "a sangre".
La estampación a sangre es frecuente en la estampa
contemporánea, sobre todo en Norteamérica, y se realiza cortando la hoja
de un tamaño inferior a la matriz.
En este caso, la firma, numeración y
cualquier anotación están dentro de la imagen o en el reverso de la estampa.
Todo se pone en juego en la misma obra.
Me gusta la expresión "a sangre". Tiene fuerza.
En el grabado, como en casi todo, hay estampas que necesitan hacerse así, "a sangre".
Sin dejar límites que separen.
Jugándolo todo o nada.
Y el amor es una de esas estampas que no entiende de medias tintas, de límites, márgenes o condiciones.
En el amor...a sangre.
5 comentarios:
Estupenda reflexión! Sin márgenes, amar hasta el infinito y más allá. Gracias, qué gusto! Besos
Esto de sangrar ¿no es como las sangrías de un procesador de textos?
¿no?
Buen Verano Mater!!! :)
Ya era hora de volver a la carga!
GENIAL. Como siempre.
Un beso muy fuerte, Mariapi.
A sangre....qué hermoso ¿como se le podrían poner puertas al campo?
Hermoso post, Mariapi. Besos
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