martes, 16 de marzo de 2010

Encuentros en la T1


Hay que saber recibir regalos, querer disfrutarlos, saborearlos como merecen . La Amistad es un regalo divino, y cuando la vida me obsequia con un amigo no paro de dar las gracias. ¿Quien no se siente absolutamente identificado en estas palabras de Cicerón, cuando encontramos un amigo?

 "¿Qué cosa mas dulce que tener con quién hablar de todo tan libremente como consigo mismo? ¿sería tan grande el placer de la prosperidad si no tuviéramos quien se alegrara tanto de ella como nosotros? Y asimismo, sería difícil soportar la desgracia sin uno que la sintiera incluso más que los que la experimentan."
Gracias por este regalo. 
Los desajustes de horario en los low cost dan estas oportunidades: retomar la conversación con un "decíamos ayer", oírnos reír con esos juegos de palabras que sólo se entienden si se han compartido tantos proyectos, corear las bromas que sólo dan sonrisas cuando detrás hay cariño. 
Han sido tres horas, que se han ido sin darme cuenta. 
La mayor ventaja de la amistad es la esperanza que proporciona. 
Buen viaje y gracias, Dottoressa. 

4 comentarios:

Pablo dijo...

Si te faltan dedos para contar tus amigos... tienes que redefinir amistad. ¿Pesimista o realista?

Ana, princesa del guisante dijo...

Mater, yo no soy de muchos amigos, pero aún así, me gusta encontrar esos oídos que me permitan decir lo que me pase por la cabeza, y si tengo suerte y me dan un buen consejo, o simplemente me consuelan, pues ya me doy por satisfecha. Besos

Mariapi dijo...

No será "pa tanto", Pablete. Pero, sí creo que tengo el regalo de los buenos amigos. Muacs.
(Ah, lee el texto de Cicerón, te gustará, ahora que estás tan metido con los romanos...además, es corto)

Mariapi dijo...

Ana: Creo que amigos-amigos, por definición son pocos...Yo soy de "distancias cortas", me siento más a gusto en un grupo pequeño que en una macrofiesta... valoro los amigos "de siempre", pero creo que debo estar abierta para encontrar nuevos... Un beso grande.