Oyendo los lamentos de los que regresan, da la sensación de que sólo es auténticamente "vida" la del tiempo de feria, y que el resto del año es meramente un medio para poder tener esos tiempos de asueto, que la finalidad de lo que sucede de lunes a viernes es poder vivir el fin de semana.
En definitiva, que las mejores vacaciones son las que hacen posible "olvidarse de todo".
A mi me parece triste.
Disfruto haciendo cosas diferentes en vacaciones, con otro ritmo y paisajes, pero sigue el hilo conductor de "lo de siempre", porque tan "mi vida" es un viaje como la monotonía del horario fijo.
Me parece absurdo contemplarme como una cenicienta, que tan sólo espera el espejismo de verse convertida por unas horas-días en la princesa de un baile...y al final todo es otra vez pura bambalina, escenario de cartón piedra.
No creo que las vacaciones tengan que servir "para olvidar".
Alejarse del ritmo machacón de lo cotidiano, cambiar incluso de lugares y paisaje, me proporciona otra perspectiva, y normalmente me hace descubrir que lo que veo como irresoluble al tenerlo pegadico a la nariz, no es tan agujero negro.
Contemplar otras formas de vida, conocer gente distinta, estimula, pone colores nuevos al día a día.
Viajar es el sueño de mi vida, pero no como huída.
Es para sacar lustre a lo de siempre.
10 comentarios:
Curioso eso de la cama a las doce del reloj ese,
¿no acababa el baile de cenicienta a esa hora Matermani?
Feliz lodesiempre,Mater!!
Estoy contigo: no hay que huir de nada. Lo que hay que hacer es disfrutar de cada momento, agradecer cada momento y regresar al sitio habitual dispuesto a comerse el mundo, a pesar de lo complicado que pueda ser.
Mater. Lo cuenttas tan claro... Las vacaciones son ese cambio de ritmo que todos necesitamos. Y en estos tiempos que corren es casi un lujo. Así que... vivir para llegar a esos días de asueto tiene poco futuro. Pena de vida porque te pierdes los instantes ricos que te ofrece el día a día. Además...no sé hasta qué punto es lo de siempre. Lo de siempre jamás es igual aunque pueda parecer que repetimos. En el ser racional nunca es nada igual. Me parece...
Un beso, Mariapi.
Creo que eso tiene mucho que ver con la debacle moral que estamos viviendo. Olvidamos que un derecho lleva implícita una obligación. Aquí se entiende como si los trabajadores perdonaran a la empresa por obligarles a ir a trabajar, estropeando sus vacaciones. Estoy espesa, no sé si me he explicado muy bien
Tomae, sí, esa era la hora del final del encantamiento...imagínate la que le montaría ahora una Cenicienta a su Hada Madrina si la hace volver a las ¡12!...si ni siquiera han empezado a arreglarse para salir...y es que hasta los horarios de los cuentos son "un cuento".
Gracias, Tomae.
Modestino, así es, sobretodo agradecer unos días que nos ayudan a descansar, y a descubrir otras miradas, a proporcionar las cosas.No sé si llego a tener ganas de "comerme el mundo", pero si que he vuelto con ánimos para seguir con ilusión. Mil gracias,
Sunsi, a mi me apena esa visión. Me recuerda a Pinocho en "La isla de los juegos"...convirtiéndose en un burrito.
Y conste que me encantan las vacaciones y lo he pasado genial...pero tambien hay que buscar la ilusión y la chispa en la aparente monotonía.
Gracias, Sunsi, un beso bien fuerte.
Sí, Ana, te explicas a la perfección. Ese es el fondo del tema, no es que estés espesa, es que has dado en la diana. Un abrazo, y gracias.
Totalmente de acuerdo contigo... Sobre todo porque mis veranos suelen ser otro ritmo de trabajo, pero trabajo al fin y al cabo...
Besos.
Opinador, este verano he estado en tu Sevilla...imposible mantener el mismo ritmo, allí se baja de intensidad por real decreto del termómetro...pero es tan bella tu ciudad que eso era lo de menos. Gracias, un abrazo.
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