Fiel transcripción de la vida real.
En el autobús.
El gruñido constante del motor no es obstáculo. Las voces llegan nítidas desde la nuca.
Él y ella.
Voces con años encima, pero que aún no tiemblan con esas sutiles afonías que regala la vejez.
- Ahora podemos. ¡Tenemos que disfrutar!.
- Vale, que sí... pero que yo disfruto ya leyendo. Una, dos , tres horas con un libro...que yo disfruto así.
- ...pero también habrá algo con lo que podamos disfrutar juntos ¿no?...
- ... dime tu, ¿qué te gusta, cómo quieres disfrutar?
- Pues yo disfrutaría viajando.
- Mmmm...¿viajando? Bueno, pues viajemos... ¿A dónde quieres ir?
- A París.
-¿A París...? También podemos ir a Camprodón.
-¿¡Y qué vamos a hacer en Camprodón!?
- Ahora podemos. ¡Tenemos que disfrutar!.
- Vale, que sí... pero que yo disfruto ya leyendo. Una, dos , tres horas con un libro...que yo disfruto así.
- ...pero también habrá algo con lo que podamos disfrutar juntos ¿no?...
- ... dime tu, ¿qué te gusta, cómo quieres disfrutar?
- Pues yo disfrutaría viajando.
- Mmmm...¿viajando? Bueno, pues viajemos... ¿A dónde quieres ir?
- A París.
-¿A París...? También podemos ir a Camprodón.
-¿¡Y qué vamos a hacer en Camprodón!?
- ...pues descansar, ver la tele, leer...
Deliciosos "ellos" por siempre jamás.
6 comentarios:
Estoy convencida que a este señor poco activo le preguntas qué clase de mujer le gusta, y pide una a la que le guste viajar, sofisticada, etc. Qué miserias... Buenos días, besos, querida.
jajaja.
Casi seguro que es así, Ana. Nos atrae lo complementario...y no son miserias, mujer...yo me reí mucho, probablemente al final irán a París...ella dará "ferrete", verán la Tour Eiffel, y él se hará un hartón de leer en el aeropuerto y en el hotel. C'est la vie!Besos luneros.
M'encantaaaa...
Auténtico, real, así es la vida.
El es ideal si quiere viajar a Paris con ella, a Campodrón, con sus libros, a donde sea. Ella es ideal por querer moverlo de su sillón y por tener ganas de hacer cosas juntos. Leer... por ejemplo.
Buenos pabellones auditivos; buena detective atenta a los trazos suaves de la acuarela de la vida.
Los viajes del INSERSO deben de dar mucho de sí; últimamente me suelo encontrar a un buen número de señores y señoras talluditos interrumpinedo la circulación de peatones del Coso Alto de Huesca ... dan toda la impresión de pasarselo en grande.
Aunque yo creo que me lo pasaría mejor leyendo en Camprodòn.
Cada vez estoy más convencida de que no hay nada tan "ideal" como la realidad. Por fondos musicales como este, me resisto a colocarme los auriculares del iPod.
Gracias, Lolo.
Bueno, Modestino...pero ¿París?¿No dirías eso de que "París bien vale un libro"...?
Gracias, lector empedernido.
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