jueves, 22 de noviembre de 2012

Utopía






Voy a hacer una confesión inconfesable. 
Soy consciente de que con ello arruinaré mi reputación, tal vez para siempre, y que seguramente me veré obligada a saltar a "los medios" y hacer ruedas de prensa y comunicados, incluso tendré que convertirme en tertuliana de lo  "rosa"(o verde loro, según se mire).

La valentía de otras blogueras, que un día confesaron sus enamoramientos de juventud, me ha animado a seguir sus pasos, y hacer público el idilio:  la sociedad necesita saber la verdad.

Tuve un amor imposible. Un hombre casado, y por dos veces. Mucho mayor que yo, vamos, que me sacaba unos quinientos años. Pero para el amor platónico no exsiten ni el espacio ni el tiempo.

Al principio fue curiosidad. 
Lo conocí en el cine dominical de los Salesianos. "Echaban" una peli algo subidita para la época,"Ana de los mil días", y él estaba agazapado entre los adulterios reales. En aquel salón repleto de adolescencia y sillas plegables, intuí su pasión, un hombre que creía en la verdad, coherente para ser libre, hasta la muerte.

Como los enamorados necesitan saberlo todo del amado, devoré enterita "Un hombre para la eternidad". Una y otra vez, saboreando las escenas, adorando a aquel héroe enfundado en tupidas medias Mariclaire.

Sí, me enamoré de Tomás Moro, Lord canciller de Inglaterra. Perdidamente.Para siempre.


Con un amor más maduro leí sus biografías y obras.

Me hacía reír, como cuando en el cadalso le pidió al verdugo: "Ayúdame a subir seguro, que ya bajaré por mis propios medios".

Elevaba mi espíritu:

     Dame, Señor, un poco de sol,
    algo de trabajo y un poco de alegría.
    Dame el pan de cada día, un poco de mantequilla, una buena
    digestión y algo para digerir.
    Dame una manera de ser que ignore el aburrimiento, los lamentos y
    los suspiros.
    No permitas que me preocupe demasiado
    por esta cosa embarazosa que soy yo.
    Dame, Señor, la dosis de humor suficiente como para encontrar la
    felicidad en esta vida y ser provechoso para los demás.
    Que siempre haya en mis labios una canción, una poesía o una
    historia para distraerme.
    Enséñame a comprender los sufrimientos
    y a no ver en ellos una maldición.
    Concédeme tener buen sentido,
    pues tengo mucha necesidad de él.


También hemos tenidos nuestros desencantos, como corresponde a un amor verdadero.
El último fue en el AVE. Por una obrita suya, que le hizo muy famoso: Utopía.
El nombre de esa isla que inventó ha quedado como sinónimo de mundo idealizado...
Al leerlo por primera vez no lo entendí. 
A mi, que me gusta pasear por los arrabales, me faltaba el aire en esa ciudad tan perfecta y organizada. Lo atribuía a que él es un hombre algo mayor, y yo una mujer postmoderna.
Pero algo me hacía barruntar que estaba siendo injusta, y en el viaje de vuelta le dije eso de "Thomas, tenemos que hablar". Mientras repasaba sus palabras con otros ojos, con paciencia me hizo ver la metáfora. 

Utopía es un canto a las virtudes sociales, a la justicia, y sobre todo a la esperanza. Ese es el ideal, la conquista que propone Utopía, educar amando las virtudes, con la esperanza de ser mejores.
Justo lo que necesitamos hoy, con la dichosa crisis, como en las crisis de hace tantos años.


Gracias Sir Thomas, una vez más, rendida a vuestros pies.

14 comentarios:

que dificil la vida sin ti dijo...

¡Hola guapísima!
¡Que enfoque tan original para introducir la figura de Santo Tomás Moro! Jeje.. Despues de leer tu post, me siento muy ignorante porque solo de pensar en leer Utopía me produce urticaria. Soy así de analfabestia.
A mí me gustó mucho Ana de los mil días y algo menos Un hombre para la eternidad.
Me admira muchísimo tu cultura y versatilidad. Eres como una mujer renancista, ¡una "Leonardo" que toca todos los palos!
Creo que disfrutarías mucho con una serie que se llama The Tudors, de esas de la BBC ¡Magnífica! como solo saben hacerlas los ingleses.
Está colgada en Internet en una página que se llama "Series Yonkis",la metes en Google Et voilà!! ahora ya está doblada, en versión original oír a esos actorazos formados en la Shakespeare Royal Company era un gustazo pero aún así, te la recomiendo vivamente.
Bueno, genio mío, me dejas con la autoestima maltrecha de verme tan burra y el orgullo crecido de ser tu amiga
Asun

Pablo dijo...

Menos mal que termina bien... Me estaba preocupando tu confesión desinhibida. Me ha encantado en el fondo y en la forma. Y ánimo que sólo te quedan 7.754 Km.

Ana, princesa del guisante dijo...

Mariapi, ¿tú? ¡Tú!

:-|

jeje no esperaba menos de ti.

Marta piesdescalzos dijo...

caja de sorpresas!!!!
un miércoles no, dos mil miércoles plis!!!!
BESOS!

Miguel dijo...

MAMI!! vaya susto que me he pegado con el intro!! jajajajaja pensaba que iba en serio y todo eso de tu amor por un hombre casado jajaja estaba a puntito de llamarte y echarte la bronca! un besoncio mami chula y disfruta por Castejón! muuuuakiss

Tita dijo...

jajajajajajaja ¡yo esperaba algo escabrosísimo! genial, pienso como tú, y tendré que acercarme yo también a este señor casadísimo, a ver si se me pega algo.

Besos

lolo dijo...

Imprimida en forma múltiple la oración, paso a confesar dos cosas:

1.- No he leído a tu Thomas :((
2.- Pero amo también a los hombres muuuuuucho mayores que yo.

Gracias, Mariapi.

Mariapi dijo...

Gracias por la sugerencia, me encantan las series de la BBC, la buscaré.
Estoy segura de que no te daría urticaria, es sólo aprensión, te aseguro que un hombre que escribe una oración como esta no aburre, ni aunque tenga quinientos años...Un abrazo y gracias mil.

Mariapi dijo...

Jajaja, ¿no me faltaba poco para el desaforo total? Tranquilo, daré preaviso.

Sí que son kilómetros, si...y hay que hacerlos a patica, en eso estamos.

Un beso.

Mariapi dijo...

Snif...Todos tenemos un pasado...

Un besote, y mil gracias, Princesa.

Mariapi dijo...

¡Hecho! Marchando doble miércoles para la señoraaa!
Un besote, gracias Marta.

Mariapi dijo...

jeje, es que las madres también podemos ser algo brujas¿o no?
Muacrequetemuac,¡a estudiarrr!

Mariapi dijo...

Tita, a ver si me llaman de alguna tertulia y lo cuento TODOOO.
te gustará, seguro que "mi"Thomas no te defrauda.

Un beso, y gracias.

Mariapi dijo...

Es una oración que se puede hacer a trocitos, y un día pedir solo sol, y otro algo de mantequilla...y todos los dias eso tan hermoso de no tomarse muy en serio...los hombres tan mayores guardan muchas sorpresas, han llegado a ser santos pidiendo ser felices, Qué maravilla. ¿No te recuerda esta oración a Babette?