Un admirado escritor suele decir que " los versos más míos, los han escrito otros". Eso pensé ayer, al leer los comentarios del blog.
Sunsi y Ana puntualizan con precisión, apuntalan lo apuntado en el post, dan en el clavo con las palabras clave: Tiempo.Silencio. Profundidad. Mentira/Verdad. Consumir.
Ayer estuve en la pelu, y hojeé el "Vogue". No fué tiempo perdido. No todo es leer poesía y metafísica. De el batiburrillo de imágenes que contenía la revista, (en su mayoría hermosas), y de informaciones, (en su mayoría patéticas), llegué a la conclusión de que vuelven los sesenta, se lleva el color caldero, y por fin he ubicado a una tal Kim Kardasian, que viene a ser Belén Esteban, pero a lo yanki y en XXL. Son tonterías totales sin más. Pero al dejar la revista encima del montón, tuve la sensación de estar depositando una bomba de relojería, un amasijo de metralla emboscada, que podía estallar en cualquier momento. Porque el leitmotiv de todas esas páginas brillantes de papel couché, es convertir en fundamento y esencia lo que es superficial y frívolo. Y éso, en dosis altas, corta el riego sanguíneo, ciega el cerebro. No es más que un ejemplo.
Sobra información, falta reflexión.
No sé si es una situación casual o interesada. Porque cuanto menos pensamos, y cuanto más ofuscados nos preocupamos por lo accesorio y accidental, más vulnerables y manipulables estamos ante el poder, del tipo de que sea. Basta leer estos días la prensa.
Y para cambiar esto, que tiene que cambiar, habrá que empezar. Por algo pequeño y concreto.
Para establecer distancia entre quienes somos y esas pobres ocas que describía Ana, consumidoras compulsivas, abotargadas, intoxicadas, atontadas y utilizadas para conseguir un buen foie, es importante redescubrir algunas cosas,
Propongo aprender a contemplar.
Bueno, empecemos por aprender a mirar, que es un punto intermedio entre ver y reflexionar.
Con tiempo y silencio, imprescindibles para preguntarnos "¿porqué?", clave ineludible para encontrar la verdad.
Slow, slow, slow...sin prisa pero sin pausa.
3 comentarios:
Un honor inmerecido, Mater antropológica:) Un poco más prosaico, pero lo dice también el final de aquella canción de Miguel Ríos, Santa Lucía. Creo que te lo he comentado más de una vez :"A menudo me recuerdas a mí"
Slowwwww... Un beso apretado, Mariapi.
Y mi comentario? Ay, madre, decía que las abuelas de los pueblos lo tienen muy claro: menjar poc i païr bé.
Muas!
Gracias mil a las dos.
Con pausa...prosigamos, compañeras.
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