lunes, 14 de septiembre de 2015

Inmuebles







Nada como viajar para aprender.
Dicen que viajar abre la mente, que cura los despechos amorosos y la boinez provinciana.
Eso no lo tengo comprobado, pero lo que siempre constato en cualquier emigración o exilio, aunque sea de fin de semana, es mi ignorancia supina.

En los jardines de la espléndida Abbaye de Fontfroide, acabo de descubrir que existen inmuebles para insectos, y en múltiples formatos, multipropiedad o unifamiliar.
Las casitas-"l'hôtel" para los franceses- están pensadas hasta el mínimo detalle, buscando el confort para cada uno de los habitantes de las familias insectiles. El ladrillo hace las veces de calefacción central para que el abejerío repose y pueda libar de nuevo en primavera. La puertecita roja atrae y guía hacia el cobijo a unos bichos verdes llamados crisopas, que se comen a otros bichos aún más bichos y peligrosos, que en forma de plaga destrozan los jardines. En fin, que todo está estructurado para que en los huecos de los tronquitos, tan primorosamente colocados, las sabandijas encuentren el mimo y el entorno amoroso, para sobrevivir y defender el jardín de invasiones peligrosas.

Si es que hasta las cucarachas necesitan un hogar.
Cómo no vamos a necesitarlo nosotros, los humanos.
Cómo podemos despreciar esos trabajos gigantescamente pequeños que necesita la tarea de crear y mantener el hábitat adecuado a la realidad y grandeza de ser hombres y mujeres.

Gracias al ecosistema que se consigue con  estas tareas cotidianas y domésticas, que tanto se desprecian, crecemos como humanos, y no nos quedamos  enredados en el propio zurullo, como un escarabajo pelotero despistado (scarabaeus latticolis, toma latinajo).
Gracias a las aburridas monotonías que facilitan la supervivencia, conseguimos arraigo en lo que para otros es una simple madriguera, tenemos mucho más que una casa como los insectos.  Los humanos podemos tener un hogar.

En los jardines de Fontfroide, una vez más, recordé las palabras de un filósofo admirado: "Construir un hogar, mantenerlo y cuidar a las personas que hay en él, es más rico, y más profundamente humano que trabajar y transformar el medio. Producir es mucho, cuidar de un hogar es mucho más"




7 comentarios:

Ana, princesa del guisante dijo...

Hogar es una de las palabras que me conmueven hasta los tuétanos. En inglés también, home, y hope, que se le parece.
Qué bueno que nos cuentes cosas del mundo... Falta nos hace

aaana dijo...

Llevo de baja por maternidad desde primeros de mayo. Lo alargare hasta enero, luego me tengo que reincorporar o las cuentas no nos saldrian. Pero están siendo los mejores meses de mi vida, pudiendo ser MAMÁ a tiempo completo y ocupandome de mi casa, mi marido, mis hijas... Y en la distancia, mis padres. Construyendo cada dia un hogar. No echo de menos el trabajo, las reuniones, ni siquiera los éxitos profesionales. Ver que mi bebé se ríe y que mis hijas mayores van contentas al colegio, bien comidas, vestidas, lavadas... Es el mayor exito de mi vida. Construir un hogar. Eso sí que es importante, y no hacer aviones...

sunsi dijo...

Me ha venido de perlas tu post, Mater. Porque a veces se acaba la gasolina y voy sacando la lengua, cansada de recoger los ladrillos que se caen o se rompen, repararlos y volverlos a colocar. Hogar. Que lo importante no es la jaula sino los pajaritos, pero también la jaula ha de estar en condiciones para que los pajaritos estén a gusto, reciban y repartan amor.
Gracias, Mater. No te descuelgues del blog. Un beso inmenso y todo mi cariño.

Mariapi dijo...

Es que casa se queda tan corto...¿verdad? HOGAR lo tiene todo.

Besos y gracias, querida Ana.

Mariapi dijo...

Aaana, lamento comunicarte que cuando ya no estés de baja, seguirás siendo MAMA a tiempo completo, por los siglos de los siglos. Es algo para siempre, que no tiene remedio...jeje...
Disfruta y descansa los mesecicos de baja que te quedan.
Mil gracias.

Mariapi dijo...

Sunsi, es que con los años los hogares van necesitando más paciencia...como sus dueños¿no crees?
Eso intento, no descolgarme. Mil gracias. Un abrazo.

aaana dijo...

Y encantada de ser mamá a tiempo completo desde hace seis años
Me refiero a no tenerlo que compaginar con ser nada mas: ni ingeniero, ni responaable de nada que no sea mi familia. Ser sólo mamá...