viernes, 12 de febrero de 2010

Suecos en Huesca


Es una historia de vikingos y gitanas, una de esas conjunciones planetarias tan de moda. Y además, sucedió en Huesca.


Huesca sigue siendo el recuerdo de mi abuelo, a quien pude disfrutar muy poco tiempo. Y  sobre todo, la memoria de mañanas de domingo paseando por el Parque: Comprar sidral y regaliz en el puestecillo de la entrada, lleno de caretas de cartón, con una goma que se enredaba en el pelo y daba tirones. 
Mi abuelo me soltaba la mano, y podía correr detrás de las palomas, alrededor del Quiosco de la Música (creo que ahora hay estorninos, imposibles de exterminar), leer cuentos en la casita de Blancanieves , pedirle a mi abuelo una pajarita como aquellas, tan enormes y blancas.
Fué precisamente ahí.

Ni se porqué, pero para ir al Pirineo, tuvimos que "hacer transbordo" en Huesca, y coger "el coche" de la tarde. Una mañana oscense, de holganza para dos amigas, a los 16 años, equivale a tres meses de autonomía en NY para un quinceañero actual.
Si, si, también sentíamos ese ansia infinita de libertad. De hecho creo que todavía me persigue. 

Dejamos el olor a humos y skay de La Oscense, y entramos en el Parque. Quería enseñarle a Nùria todos los tesoros de ese Central Park de mi infancia. 
Directas a Las Pajaritas. Allí estaban. Casi tan enormes como ellas. Dos muros de "guiri", cargados con mochilas, coronados por melenas albinas. Las Pajaritas pasaron a un muy segundo plano, evidentemente. Nos pudo el foreig office, las relaciones internacionales frente a lo local.
De repente aprendimos todo el inglés que nunca estudiamos. San Pedro el Viejo, La Catedral, Ramiro el Monje y la Campana, contados en mi macarrónico pitinglish... Una cervecita y un bocata  en el Coso, compartimos castañas de mazapán de Ascaso, paseo por los porches hasta el Casino...y el adiós.

Los vikingos a Madrid, las gitanas a Benasque... No había twenti, ni facebook. Nunca más se supo.

Pero teníamos el tesoro. Dos fotos que testimoniaban el encuentro sideral. Fue nuestro trofeo, exhibido con orgullo a la vuelta de vacaciones. No es fácil ligar con suecos en Huesca.

Hace dos años volví , a un acto oficial. Para hacer tiempo recorrí de nuevo el Parque, pero ni rastro de vikingos.

Qué importante es hacer memoria para comprender.

¿ Dónde estarán las fotos?. Voy a revolver por las cajas, ahí tienen que estar, fijo.





5 comentarios:

Poto dijo...

Apoyad la causa: NO ***, NO COMMENTS.

Ana, princesa del guisante dijo...

"Qué importante es hacer memoria, para comprender" sí, estoy totalmente de acuerdo

Mariapi dijo...

Creo que a veces buscamos explicaciones complicadas a lo que no entendemos, y sólo con hacer un poco de memoria se descomplican las cosas. Gracias, Ana.

Mariapi dijo...

Poto:

NO AL SABOTAGE!!!

sunsi dijo...

Mariapi...¿¿¿Eres oscense???... El parque, la casita de Blancanieves. ¡Qué recuerdos de la etapa infantil de mis peques!. Y el Casino, el Coso. Qué tapas tan ricas en los bares acompañando la cervecita. ¿La granja Anita? ¿La recuerdas? San Lorenzo en los "sanlorenzos", el olor a albahaca...
En Huesca se ha quedado también un buen pedazo de mi memoria.

Gracias por este post. Ha sido como pasear con otro pies y con otra mirada.

Un beso