Te he visto en el tren.
Con la compañía de siempre.
Vives (seguramente solo duermes) en el centro de menores que hay junto a la estación.
Entráis con una chulería cabizbaja, estudiadamente despreocupada.
Miras con obediencia perruna al jefe de la pandilla, un chico mayor que tu, que os marca las pautas con desprecio, hablando una lengua que desconozco. Tus ojos le tienen miedo y veneración.
No voy a caer en un "buenismo" simplista.
Me dais miedo, procuro alejarme de vosotros al salir del tren, en las escaleras mecánicas. Os he visto en acción, acosando, delinquiendo descaradamente.
Pero es que eres un niño.
Como me pasa a menudo, me he quedado mirándote fijamente, y noto tu mirada de desprecio, farfullais algo, y os burláis de mi...
Pienso si en algún pueblo o arrabal de tu tierra, Marruecos, tu madre te sigue queriendo, si te abandonó, si tienes a alguien que te haya dicho "te quiero"... y pido el milagro, que algún día sea así.
Más que con los vítores del triunfo, en los momentos de gloria, nos sentimos queridos cuando nos comportamos como gusanos, y encontramos unos ojos que nos aman así, en el suelo, y nos dan la fuerza para emprender el esfuerzo y pasar de gusano a mariposa.
Te dedico este genial anuncio, desconocido niño-matón.
14 comentarios:
Pedazo de anuncio!; y de esos que describes hay unos cuantos ... posiblemente siempre los ha habdio, pero me temo que ahora además falta la conciencia de estar actuando mal.
Que manera más bonita de decir que son unos capullos. Pasar de gusano a mariposa... A mó también me gustaría que se obrase el milagro. Ellos no tienen la culpa.
No podré ver el vídeo hasta que llegue a casa. Mientras, confío en que se me haya deshecho el nudo de mi garganta. Ojalá encuentren la luz esos chicos. Ojalá.
Un beso grandte
Me ha gustado el anuncio. Pero tu historia me ha tocado. Ese milagro del amor es necesario para todos, cada día. Más aún para quien aún no lo ha estrenado.
Gracias Mariapi, por pedir esa transformación para el niño-matón.
Me a gustado mucho Mami!!
Confieso que he leído varias veces tu entrada porque en tus palabras he visto retratados a bastantes chavales que han pasado por mi escuela o que ahora están en ella. Desde pequeños sabes cómo acabarán y aunque pongas todo tu empeño y busques por todos los rincones ayuda, no lo consigues. Qué impotencia. Es importante pensar que tras la coraza de matones, sigue habiendo un niño. Inseguro, falto de afecto, con algún que otro más que guantazo, pero un niño.
Feliz 2011
uooouuu! cada día te superas eh chula! pero yo cuando les veo, no pienso tan profundamente, solo digo... ppfff, y ya esta! jeje no, pero si lo piensas asi... tienes más razón tú escribiendo eso que yo diciendo ppfff un besito mami-chula!
P.D. lore... se nota que eres nueva en esto de comentar jajajaja
Es un anuncio muy muy logrado. La publicidad tiene una capacidad plástica impresionante, y con anuncios como éste demuestra su potencial pedagógico.
Creo que tienes razón, seguramente no tienen conciencia clara de sus acciones, pero creo que en fondo perciben que algo no va bien...se nota en sus miradas. Es un tema muy complejo.
Gracias, Modestino. Feliz año nuevo.
Pablo, para nada era esa mi intención...no voy tal lejos con el uso de las palabras(¡malote!)
Creo que es posible el milagro, como éso, como milagro. Por eso tenemos que pedirlo, y también ser conscientes de que, en parte, depende de nuestras vidas concretas. Siempre hay algo que aportar. Estoy segura que tu lo harás. Un besote.
Sí, Ana, yo confío en los milagros. Y me dan fuerzas cosas como tu libro, que aporta luz, que hace el bien, para despertar corazones. Hay que seguir pidiendo.
Un abrazo.
Todos lo necesitamos, ésa es la cuestión fundamental. Y cuando lo hemos recibido desde la cuna, a veces no lo valoramos.
Gracias a ti, Lolo.
Gracias, Lore. Hay muchas miradas para los otros. No sale solo, pero hay que esforzarse por poner los ojos con que los ve Dios. Eso lo cambia todo. Un besito, mi chiquitina.
Mª Dolores, tu sabes mucho de esto...lo vives en directo, intentando hacer el milagro.
Te admiro.
Yo los encontré hace muchos años, en el turno de oficio. Eran chicos ya sometidos por la droga, delincuentes para chutarse. Estaban rotos después de una noche en comisaría , con el mono.
Y al salir siempre había una madre, que seguía creyendo en su hijo...A mi eso me dejó huella, para siempre.
Hay que poner mucha fuerza para seguir creyendo en el milagro. Por eso te admiro tanto. Un abrazo, feliz año nuevo.
Gracias, Miguelón.
Como le decía a Lore, hay que aprender a mirar, eso también hay que pedirlo. No nos sale solo.
Con frecuencia ponemos etiquetas: "moros","frikis","chinorris","guachupinos","pijos"...y nos quedamos ahí...vale, vale, podemos bromear un poco...pero hay que intentar ver desde otro ángulo, (tu lo entiendes, te gusta la pintura). Hay que ponerse unas gafas que dejen ver las cosas con la mirada que tendría su madre, o mejor, con los ojos con los que Dios nos ve. Sé que tu lo entiendes. Un abrazo que te voy a dar ahora mismo, encuantito logre levantarte...osezno.
(¿Está bien así, de extensión?)
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