domingo, 14 de noviembre de 2010

Frenazo

Hacía mucho que no estaba en el pueblo un día cualquiera, sin el griterío cutre del agosto turístico, o el ajetreo sordo de la  nieve.

Las calles huelen a los primeros fuegos, y el sol no acaba de secarles la humedad que acumulan  las noches largas.

Nadie a quien saludar.
Busco los caminos que evito en verano, llenos de turistas, y disfruto pisando charcos. Respiro aguantando el aire hasta que me duele.

Me avergüenza reconocer que me gusta estar sola. Como si estuviese traicionando a los míos...


Cuando baja el sol tengo frío.Enciendo el fuego.
Silencio y chispas.
Ni abro el libro.
Sólo contemplo. Nada más.
Han sido unas horas, pero necesitaba el frenazo.





12 comentarios:

ana dijo...

Suena muy bien ese parón.

Un abrazo.

lolo dijo...

Qué casualidad; ayer hice una escapada a la playa. Y respiré tan hondo el aire del mar y los colores de la tarde... hasta pensé en quedarme. Hoy te escribo desde casa, claro. Agradezco ese tesoro y me propongo repetirlo. Volví nueva. Si tuviera un poco más de confianza contigo te diría que no traicionas a nadie, todo lo contrario. Y que estar sola es muy necesario a veces. Pero todo esto ya lo sabes tú.

Gracias, Mariapi.

Ana, princesa del guisante dijo...

Seguro que a estas alturas, los tuyos ya entienden que necesitas ese aire limpio para ti solita. Bienvenida de vuelta, guapa.

Pablo dijo...

que envidia... se tiene que estar allí... kss

Mariapi dijo...

Gracias, Ana, ha sido oxigenante.
Un abrazo.

Modestino dijo...

Necesitamos lugares de paz para momentos de paz.

Mariapi dijo...

Lolo,a mi se me olvida enseguida lo bien que sientan estas pausas...haré el propósito de recordarlo.
Y tienes toda la libertad para decirme lo que creas oportuno. Seguro que me hará bien.

Es una sensación extraña...y creo que ellos tambien lo ven como una pequeña traición, no creas. Pero la cabeza me dice que no es así...es cuestión de sensaciones, nada más.

Mar- Montaña...qué casualidad, el mismo día... Me alegra que te haya llenado de colores y brisa.
Gracias.

Mariapi dijo...

No creas, Ana...al menos mis chicos son bastante posesivos en cuanto a su madre...Cuando sólo eres "hijo" cuesta entenderlo, ¿no crees?
me sentó divinamente esa soledad, tal vez si fuese lo habitual no diría lo mismo, pero, la necesitaba.

Un besico.

Mariapi dijo...

Si, Pablito, ya sé cuanto te gusta a ti...y salió un día increible.
Pronto podrás respirar tu por el monte, tranquilo, que falta menos.

Un besote, chiquitín.

Mariapi dijo...

Es verdad Modestino. A mi ese reencuentro con las piedras que he pisado miles de veces y siempre me parecen nuevas, el aire frío, el paisaje familiar e incomnmensurable al mismo tiempo, me llenan de paz.
Gracias, y buenos festejos...

sunsi dijo...

Llego tarde, pero llego para decirte que eso pasa... Yo me escapo... jajaja... casi nunca. Y valoro muchísimo estos ratos en los que puedo hacerlo. Se esfuman las tensiones, te da tiempo a recomponer "bolotes" mentales... Pero también me pasa como a ti. "¿Dónde estabas, mamá?" bla, bla... Da la sensación que justo ese momento no era el oportuno para ellos. En fin... ya lo entenderán cuando crezcan.

Besos, Mater. Me alegro de tu reencuentro con las antiguas piedras...

Mariapi dijo...

Gracias, Sunsi...tu siempre puedes asomarte al mar, tan a mano...Un abrazo.