Faane tiene la picelada escueta, al estilo de van Gohg.
Cuando se recoge la melena rubia en un atadijo y se echa encima la primera bata pringosa que encuentra, inclina el cuello y mira de reojo el lienzo. Con la misma timidez que los rostros de Vermeer.
Envidio su libertad, suele pintar descalza, con una pierna doblada por completo sobre el taburete.
Nos hemos batido en duelo frente a casi todos los bodegones imposibles que nos propone L'Artista.
Habla muy poco, con un acento que arrastra las guturales lóbregas en una voz suave y oscura. Siempre sonríe y está morena todo el año, cada día sorbe quince minutos de playa.
Cuando se recoge la melena rubia en un atadijo y se echa encima la primera bata pringosa que encuentra, inclina el cuello y mira de reojo el lienzo. Con la misma timidez que los rostros de Vermeer.
Envidio su libertad, suele pintar descalza, con una pierna doblada por completo sobre el taburete.
Nos hemos batido en duelo frente a casi todos los bodegones imposibles que nos propone L'Artista.
Habla muy poco, con un acento que arrastra las guturales lóbregas en una voz suave y oscura. Siempre sonríe y está morena todo el año, cada día sorbe quince minutos de playa.
Al terminar la clase ha dicho que éste es su último mes. Después de dos años, debe regresar a Holanda
Y le han reventado los ojos en lágrimas, como rebasa el mar los diques en su patria... tan reservada siempre, se sentía desnuda con el llanto, inconsolable.
La he comprendido tanto en un montón de recuerdos...
Cuando llegué a Barcelona, me especialicé en amistades fugitivas, todos estaban de paso, y las despedidas me rompían. Debe existir una ley física que explique el fenómeno por el que los "iones" sin contexto se buscan y asocian en amistades íntimas con fecha de caducidad incorporada.
El adios dejaba el corazón con rasguños y moratones y las horas huecas, con la marca indeleble del amigo ausente.
Aún no había descubierto que es posible seguir queriendo, que la distancia sólo es olvido cuando el cariño no es de verdad.
No se lo he dicho a Faane, es tan joven que no lo entendería. No quiere, no puede pensar en dejar la ciudad y la gente. Está segura de que no hay consuelo.
Es lo malo de la experiencia, que es personal e intransferible.
Sólo la he abrazado, y le he dicho que enseguida tendrá vacaciones, y volverá, seguro que volverá.
Sólo la he abrazado, y le he dicho que enseguida tendrá vacaciones, y volverá, seguro que volverá.
14 comentarios:
Qué razón tienes... yo tengo amigos que dejé en otras tierras y que me hacen sentir la amistad de una manera muy especial, muy de verdad. nos vemos cada dos o tres años, hablamos muy de vez en cuando, pero nos profesamos un cariño profundo y sincero, sabemos qu siempre estaremos ahí, los unos para los otros. a muchos de los q tengo al lado q no los siento tan cerca..
besitos mater
¡Buenos días querida Mater Mariapi!
¡Con que sentimental belleza hablas de la amistad!
Yo no creo que ser amigas tenga que ser una relación de verse todos los días.
Por poner un ejemplo personal, yo quiero igual a gente a la que hace un montón de años que no veo y retomaríamos nuestra amistad en el mismo momento del reencuentro.
¡O incluso, ahora, me siento más cerca de personas a las que quiero sin "ver" que de otras que ya las tengo muy "vistas"!:-)
Es estupendo ser tu amiga, Mater, que se lo digan a la afortunada Faane...
Un abrazo fuerte desde la proximidad vitual
Asun
Yo todavía tengo el corazón no apto para despedidas. Todas me duelen, incluso las temporales. ¿Se hace callo?
Un beso, Mater
Hada, Faane es tan joven que aún no tiene ésa experiencia, y la despedida sólo la ve como un punto y final...con el tiempo descubrirá que continuamente vamos dejándonos en los amores buenos, y que eso no nos vacía, al contrario...aunque la comprendo tanto...duele desprenderse del tiempo juntos¿verdad? Gracias, un beso y felicidades por tener tan buenos amigos, que resisten la distancia y el tiempo.
Es verdad, Asun, la amistad es mucho más que "estar juntos"...forma parte de las grandezas de la dimensión de lo íntimo...pero disfrutar del amigo cerca...eso, hay que reconocer que no tiene precio.
Aunque no es necesario ése roce diario, siempre tengo ganas de volver a verlos, de tenerlos al lado y disfrutar con ellos.
Gracias por tu cariño, amiga.
Ana...no del todo, despedirse sigue doliendo, pero ahora tengo la seguridad de que no es el final. Pero doler, duele, querida, a mi me dejan tocada hasta las despedidas de un fin de semana...tonta que es una.
besicos.
Amistades fugitivas ... efectvamente, existen. Pero el recuerdo queda y su belleza también.
La de panzadas de llorar que me he pegado con despedidas, Mariapi. No te acostumbras nunca. Pero sí es cierto que sumas años y la añoranza , aunque esta ahí, es más serena. Y lo que has explicado tan bonito -qué post más bonito- de la experiencia: sabes que la ausencia no es olvido. Ni mucho menos. Pero en el corazón suena un run-run. Eso no te lo quita el tiempo...
Un beso para tu amiga holandesa y para ti, Mater.
Sí que queda, Modestino, la belleza y la bondad del amigo queda para siempre...y la añoranza también. Un cariñoso saludo, gracias.
Sunsi, al fin y al cabo, vivir es aprender a desprenderse, lo curioso es que también es aprender a amar...yo también he llorado, bueno, y lloro en las despedidas...Mi amiga holandesa, es una niña, está todavía en los primeros palotes del vivir. Por eso me emociona más su pena, son tan tiernicos...Un besote.
Qué perla de amiga y qué perla de post.
Durante años esquivé las despedidas, nunca llevaba pañuelos suficientes. Pero desde hace un tiempo esto cambió; lloro como hacia adentro, ¿tienes una explicación?.
Buen fin de semana, Mariapi. Y permíteme una curiosidad: ¿eres tú la del antifaz?
Mariapi, de pronto esta mañana he entrado al blog y tu no eras tu... tu imagen es la de la astuta del cuadro de "La buenaventura" que con carita inocente despluma al caballero, pero te has puesto antifaz de plumas...
Tan preciosa! Me encanta la metafora!
V.F.
Lolo, eso de llorar por dentro debe ser la madurez, la afectividad adecuada...el dominio de las emociones que tu ya has alcanzado...Envidia me das, que yo envejezco sin madurar...y me saltan las lágrimas cuando no quiero y me siento ridícula y sensiblona. Ya doy la batalla por perdida. Llorona nací, llorona moriré.Cuanto más me esfuerzo peor, y encima después me queda un dolor de cabeza...
Y sí la del pañuelico y el antifaz soy yo...quería disimular, pero ya ves, el anónimo me ha descubierto...una vez que pintó La Tour...y eso que me he puesto el antifaz para disimular...Buen fin de semana para ti.
¡Shhhhs, Anonimo! No me descubras...creía que con el antifaz disimulaba...porque comprenderás que después de lo del cuadro...
Y tu, ¿quién eres? ¿quién se esconde detras del antifaz F.V.?
Ahora en serio, ¿verdad que es un cuadro precioso? El barroco más moderno que conozco, y qué caras, qué colores...
Mil gracias por tu comentario.
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