jueves, 10 de noviembre de 2011

Caras de noviembre


Los viejos sonríen hacia abajo.
¿Tan decepcionante es la vida?
¿O son los efectos colaterales de la lucha entre la fuerza de la gravedad y el alma, que salta para alzarse?











13 comentarios:

Unknown dijo...

Confieso que después de leer tu "tontada" me fui al espejo a sonreir...
jajajaja

Biquiños
Besicos

Ana, princesa del guisante dijo...

No sé, a lo mejor es que no saben cuándo será la última sonrisa. Ay, qué triste la vejez, Mariapi. Besos

Mariapi dijo...

Leles, tu sonrisa se ve pletórica. Y estoy segura de que cuando llegues a ser muy muy vieja, y las comisuras, tan gastadas de sonreir una y otra vez se plieguen hacia abajo...seguirá siendo preciosa: se sonríe con el alma.

Mariapi dijo...

Ana, sí...y no. Es verdad que es un tiempo donde el futuro es una línea imperceptible. Pero, a lo mejor nos parece triste si la contemplamos con los ojos de otras etapas vitales, a mi también me parecía "muy triste" la edad que tengo ahora cuando tenía 20 años...y me lo parecería si no hubiese ido cambiando la mirada. Sin embargo, vista desde la perspectiva nueva de esta etapa, me parece tan apasionante la vida como entonces...tal vez si logramos tener clara la idea de "vida lograda" la vejez puede ser una etapa más...y el alma salta que te salta...hacia arriba...no sé...son tontads mías. Besicos, Princesa.

ana dijo...

Desde mi perspecptiva, y ante tus palabras... creo que es lo segundo, el alma es que bota... y sube, sube, sube... La culpa culpita la tiene la gravedad, que ya lo decía Lina Morgan... hay que ver cómo se ponen los cuerpos... jamía... jajjaja.

Para mí lo característico de la vejez es el ensimismamiento, el recubrirse de un mundo propio, de un silencio sonoto, entonces piensas que quién sabe por qué mundos estará abuela cuando se queda así, con una presencia de silencio sonoro. Sonoro porque lo asocio a un sonido cantarín, mi abuela era así; ensimismada y cantarina. Cantaba mucho a sus 94 años.

Creo que parece dura desde nuestra perspectiva, pero no la pienso así. Salvo que a la vejez le añadas alguna enfermerdad que conlleve un déficit ante la vida diaria muy superior al que sería adaptarse poco a poco a los años.

Creo que la vejez buena es cuestión de inteligencia, y también, cuestión de transcendencia. Pero hoy, nos preocupamos demasiado porque nuestros hijos sean lo mejor en todo, sin pararnos a pensar en que la vida, es una contínua adaptación a miles de circunstancias variadas, a diferentes capacidades a lo largo de la vida, y todas ellas muy ricas... y pienso que la pregunta es siempre la misma;¿dónde habita la felicidad?

Y rememoro tu anterior post.

Es todo tan sencillo y nos complicamos tanto... somos todos tan necesarios incluso en esa presencia silenciosa y cantarina, aparentemente tan no contributiva...

Un beso Mariapi.

Tita dijo...

¿No será que están de vuelta de todo, y hasta la sonrisa, más sonrisa aún está "de vueltas"?

¡¡Besos!!

Modestino dijo...

"Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años... Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad. Tu espíritu es el plumero de cualquier telaraña. Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida. Detrás de cada logro, hay otro desafío. Mientras estés viva, siéntete viva. Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo. No vivas de fotos amarillas... Sigue aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el acero que hay en ti. Haz que, en vez de lástima, te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el bastón. ¡Pero nunca te detengas!"

Teresa de Calcuta

Mariapi dijo...

Ana, sí, es mucha cuestión de transcendencia. Por eso salta el alma...Gracias por el comentario, no sabes cuánto me ha ayudado. Eres un lujazo.

Besos...también para Diminuta.

Mariapi dijo...

¡Muy bien visto, Tita!¡Genial!

Un besico y mil gracias.

Mariapi dijo...

Modestino, no conocía el texto. Muchísimas gracias. Estas palabras son Esperanza, sobre todo viniendo de quien dedicó su vida a cuidar en la muerte y el dolor a los más pobres. sabía de qué hablaba.
Gracias, Copio y pego para mi archivo de textos escogidos.

R. dijo...

Los viejos son tesoros de carne y hueso,me gusta la entrada!:)
Oye mater...cuando no se sabe lo que se quiere pero se debe tomar una decisión..¿Cómo se hace para decidirse por la opción adecuada?
muuuakk

Mariapi dijo...

Querida R, Sí, son un tesoro, como lo son los niños, o los enfermos, o las mil y una limitaciones y defectos que arrastramos cada uno de todos.

Tu pregunta...¿qué se hace? Te puedo decir lo que hago yo. Si puedo pido consejo a alguien que me conozca bien y me quiera, y después, como me enseñó mi madre, hago dos listas. Una con los "pros" y otra con los "contras". Lo pienso, rezo, y necesariamente, cierro los ojos, me tapo la nariz y me tiro a bomba. A veces he acertado, y otras me equivoco, y vuelta a empezar. ¡Animo! Tomar decisiones es siempre un riesgo, vivir es un riesgo. Y eso es hacerse mayor, no es tan malo, ya verás. Si necesitas algo, ya sabes donde estoy. Un beso.

R. dijo...

'las mil y una limitaciones y defectos que arrastramos cada uno de todos'Arte.Eso es lo que son tus palabras.Arte en estado puro.
Te admiro,muchísimo.

Los que me conocen bien suelen ponerme mil impedimentos,siempre entre la espada y la pared.
Será eso,que me conocen bien y sólo así sé reaccionar...
Nunca he sabido hacer bien las listas de pros y contras...es imprescindible ser objetivos?
Me da tanto miedo equivocarme...ya van unas cuantas veces.
Voy a probar lo de cerrar los ojos,taparme la nariz y tirarme en plancha,Dios siempre está conmigo y algún ángel guardián demasiado piedoso conmigo,también.
Te iré poniendo al día.
Siento bombardearte tan a menudo,pero ya te lo he dicho en otra entrada,eres ibuprofeno para el alma.Lo único que me calma.
Tienes razón,vivir es un riesgo..y esto de crecer no está tan mal.
¡Muchas gracias,Mater!
Tengo tanto que agradecerte que ni te lo imaginas...puede que sí

Un besin!Muuuak