jueves, 6 de mayo de 2010
Productividad
Ayer comí en la zona "Business". Ensalada de prisas confitadas, merluza con guarnición de prisas en su propio coral y suflé de prisas heladas.
Comensales con trajes oscuros, clónicos. Mayoría de treintañeros tirando a cuarentones, continuamente atendiendo la blackberry. Parece la suma de todos los tópico sobre ejecutivos, pero es cierto.
Están las mesas tan juntas, que es más fácil atender a una conversación ajena, que dialogar sobre algo mínimamente personal, por discreción.
Rostros serios, continuamente, rebotando de mesa en mesa, "resultados", "mi cuenta" ,"estrategias", "mercados"... Mantra altamente productivo.
Finalizo con un té, bebido del peor modo posible: con prisas.
Entro en el metro anormalmente vacío. Más que nunca me parece estar en el intestino de una urbe que deglute ciudadanos.
Pero aquí puedo pensar, sobre ninguna novedad.
Materialismo-consumismo-hedonismo.
Sólo importa hacer, hacer hacer.
Parece obligatorio estar inmerso en la operatividad total: laboral, económica, cultural, incluso sentimental.
Socialmente no eres nadie si no "vas a tope"... y luego, hurgando-hurgando, tampoco es para tanto, hay mucho de pose.
Me viene a la memoria algo que leí hace tiempo:"Bulimia de consumo, anorexia de virtudes."
También con el tiempo.
Me deja el metro en la calle Argentería , donde acaban de plantificar una feria de artesanía , especial turistas.
Se desperezan los artesanos. Algunos ojillos llevan el olor a porro recién fumado.
Otros criterios de productividad y eficiencia.
Me siento ajena a ambos mundos...Bueno hasta luego, que tengo prisa.
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14 comentarios:
Es que te has equivocado en ambos casos. Si hubieras venido al castillo habrías comido comida casera sin prisas, y artesanía sin malos humos. Fallo total :-)) Besos
Regreso a MM. Te sigo. Hola y Adiós!
Una con Prss.
Me gusta muy especialmente tu post de hoy: reflejas muy certeramente una realidad que se ve mucho en capitales como Madrid y Barcelona, ... y también algo en otras más pequeñas.
Tenía un amigo que a los "aprendices de yuppie" que piensan que se comen el mundo les llamaba "pedorretes" ... con perdón.
Mariapi...¿No crees que, viendo las consecuencias de este estilo de vida, empiezan a oírse voces que discrepan y proponen aminorar el ritmo? Son voces que no son monocordes. Los fundamentos vitales y filosóficos también son distintos. Pero la conclusión es la misma: vive el hoy, con paz y serenidad, saboreando esta riqueza que nos regala la vida y/o nos ha dado Dios. Yo recomendaría la lectura de "Elogio a la lentitud" de Honoré. Es un buen antídoto. Por lo menos te hace reflexionar sobre lo absurdo que es vivir en un sinvivir.
Te recomiendo un paseo por Tarraco. Los romanos eran muy listos ...
Un besico, mater
Tienes todita la razón...pero te digo, como tus tildas y matrioskas nada de nada...todo era basurilla en comparación. Un besico, más gordote que nunca.
Monty, cuidadín con la velocidaaaaaadddddd.... Un abrazo.
Modestino, me encanta el adjetivo, les va muy bien... y debe tener varias acepciones, tengo una amiga que a según qué señoras pesadas...las llama "pedorras"...dicho con todo el perdón que sea necesario. Gracias, un saludo apresurado.
Sunsi, ojalá sea así. Nosotras debemos ser alguna de esas voces¿no? Ese "sin vivir" no lleva a nada, no deja valorar lo que de verdad es importantes...para lo que hay que perder mucho mucho tiempo...
No conozco el libro, pero el título me atrae, lo anoto.
¿Para cuando el paseo por Tarraco? Un abrazo, amiga.
O se me comen las prisas o no soy nadie, sin pasar por los porretes. Hija, qué difícil es el término medio.
Desde luego, Lolo, es muy difícil...pero así tiene emoción. Desde hace un tiempo, cuando me dicen "¿Qué tal? Con mucho agobio¿no?" Respondo: Qué va, para nada...si te estaba esperando... Y entonces si que me miran como si fuera "fumada". Pero es que soy antisitema total.
Un abrazo, y gracias por dedicarme parte de tu tiempo.
¡Uy qué real! Es verdad que la sociedad se ha vuelto tan competitiva que hemos perdido todo interés por lo que nos rodea.Todo es tan impersonal. ¡Qué pena! A veces recuerdo un anuncio que recomendaba un "kit kat". Pues deberíamos practicarlo de vez en cuando y saborear la vida cachito a cachito.
Un beso
Es que lo de econtrar el corrillo adecuado es muy difícil... pero que muyyyy difícil... ya te digo.
A mí los que me impresionan hoy y preveo que no me dejarán de impresionar, son los corrillos de madres a la salida del colegio...
ay
ay
ay
Mª Dolores, es un absurdo, pero al final esta sensación de prisa total engancha, y no se puede vivir sin ella, es conocido el síndrome del fin de semana, cuando baja la tensión de activismo. Gracias, un abrazo.
Tienes razón, Ana, es tan complicado, que he tirado la toalla, asumo la etiqueta de "rara" en cualquier intento de corrillo...el de madres a la salida del colegio, es que nunca he podido con él, y ahora...está tan lejos...Gracias a Dios, no hay corrillos de madres a la salida de la Uni ¿o sí? Un abrazo.
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