El sábado fue un día solitario disfrutado a fondo, por lo extraño que resulta ése silencio cristalino en mi casa.
Para aumentar lo exótico de esa anómala situación, regalé a mis cachorritos pequeños una pizza tropical para cenar...un lujo esporádico, y nos acomodamos en posición"camada", acurrucados unos en otros, a ver una peli.
Fallos en el USB, nos tuvimos que conformar con la que "echaban" en la tele.
Era una simplada tan simple, que nos dio un ataque de risa conjunta, de esos que van "in crescendo", sin poder parar, por lo absurdo de la situación. Pero estábamos tan a gustico, descansando juntos... esos contados momentos en los que mis adolescentes dejan que roce sus cabecicas en una caricia. Ni nos movimos.
Y entonces se hizo el miedo. Llegó con el consabido zaping, con esas "pausas publicitarias", en las que olvidamos la linea argumental, que nos da tiempo de ir al "carreful" y hacer la compra mensual...
No recuerdo el título, pero iba de bodas. Varias parejas preparaban "su día", creo que ganaba el novio que había sido capaz de preparar el día más acorde con los sueños de su amada, y "la gracia" estaba en cómo se criticaban y destripaban unas a otras... Bajos instintos y sensiblonería a raudales.
Y faltaba lo que realmente me dio miedo. Llegaban las ceremonias, el consentimiento... trivialización extrema.
Se sucedían una tras otra auténticas nulidades matrimoniales. A los ojos de testigos televidentes, calladicos como muertos. Con el mayor descaro.
Han despojado al matrimonio, dejándolo como un caparazón vacío, con muchas flores, peluquería, música, coches e invitados.
Me cuesta mantener la buena fe al enjuiciar a los responsables de estos tristes espectáculos.
Siembran confusión, abonándola con medias verdades.
Intoxican mentes y corazones.
Como mal menor, sólo espero que sea un montaje.
Pánico.
16 comentarios:
Superficialidad engrado sumo, irresponsabilidad por arrobas y estupidez al cuadrado.
Bueno, como todo hoy día. Cuando yo iba al colegio (religioso), nos hacían el chiste de que pronto iban a inventar el bautizo por lo civil. Y ya existe. Banalizar lo importante, lo fundamental. Desproveer a lo más sagrado, la familia, de lo mejor que posee, del vínculo voluntario que todos asumimos con los que nos caen cerca. Pena.
Besos
Eso te pasa por encender la tele!!!... jajajaja.
... En serio, es mejor pasar. Seamos esa revolución silenciosa. Cada uno de nosotros.
Yo personalmente pienso que esas familias desestructuradas representan una minoría... vivo y obsevo la vida en mi trabajo... en un hospital se puede ver en qué tipo de sociedad vivimos realmente... nada más que pisan el pasillo sabes ante qué tipo de familia estás. Y te aseguro que las familias existen. Que son mayoría. Esa familia que a pesar de sus circunstancias cambiantes sigue manteniendo esa firmeza al lado de los suyos... siempre... y especialmente en los momentos más duros.
Afortunadamente son más... aunque algunas cosas que ves te duelen irremediablemente... pero aún, gracias a la Vida, no son mayoría.
Así que deja de ver la tele... jajajaja.
Un besazo.
Es la fórmula exacta del desaguisado. Gracias, Modestino.
Princesa del Guisante, hoy de nuevo estoy pelín intensa¿verdad? Pero has dado con la palabra: banalizar. Es que me da pavor. Por lo destructiva que resulta, porque incapacita para pensar...Gracias, Ana.
Ana, si tienes todita la razón. Eso me pasa por ver la tele. Estabamos tan "acotofladicos" en el sofá...
Reconozco que yo tengo una visión parcial, veo mucha "patología familiar" en mi trabajo. Pero el sábado no era eso lo que me dió miedo, sino la normalidad de dejar en pura cáscara lo que es importante, y no tanto por los "concursantes", si no por la descarga de mensajes, asumidos sin chistar, que lanzaba y dirigía la presentadora-predicadora. Me recordó todas esas novelas de Huxley y Orwell. Me parece peligroso, incapacita para pensar.
Voy a dejar de ver la tele, por siempre jamás.
Gracias, un abrazo.
Primetime de terror, circo mediático, muestrario de bajezas humanas, confesionarios públicos.... AI, si mi abuelo levantara la cabeza!...y a mi que me hacían apagar el Un, Dos, Tres cuando las azafatas iban poco modosas!!!
Da miedo, es verdad. Tanta carcasa y nada dentro, ir al matrimonio como quien va una puesta de largo. Nulidad, no tengo duda. Pero el problema, es que nada de dentro vende, y aquí se trata de vender. Y de comprar también. El matrimonio también puede ser un producto, si adorna debidamente y se hace programa de la tele. Ya se vale jugar con todo. Pues ea, no es adolescente sino infantil, el tema. Si no fuera porque a veces veo fantasmas en todo esto.
Me gusta eso de sentaros en plan camada.
Marta,, lo de machacar la intimidad es una obsesión televisivaactual, en todas sus vertientes...fíjate, las inocentes secretarias del 1,2,3...dónde quedan aquellos "escándalos"
Lolo:
Preparando la boda de mi hija, me estoy ilustrando mucho con lo del matrimonio como producto o negocio...cómo cuesta salir del circuito.
"nada de dentro vende"...porque no interesa, no porque no tenga interés.Voy a darle vueltas, gracias.
Ellos se lo pierden...
Coincido con Modestino: irresponsabilidad a raudales es lo que abunda en la mayoría de los "programas" de TV. A veces me pregunto hasta qué punto estos programas tienen seguidores. Para mí la tele es el mejor somnífero, y que siga.Para lo que hay qué ver.
Un abrazo
Pablo, no, no, perdemos todos. Y anuque sólo se lo pierdan ellos...nos tiene que importar. Ya sabes, cosas de tu madre. Un besote.
Mª Dolores, creo que la tele tiene muchos seguidores. Crea opinión, se repite en la calle lo que dice la tele...Eso de la tele como somnifero me suena un montón...Gracias, un abrazo.
Mariapi... La tele como somnífero es muy efectiva. Tanto... que a veces el sofá substituye a la cama.
Los contenidos...Buaj. Sí la veo, con los ciudadanos. Y se monta cada debate.Con el tiempo he constatado que, con un poco de sentido común, es bueno ver series, películas ...con ellos. Cada uno dice lo que piensa. Están al día de lo que hay y forman un criterio propio. Ya ves... todo lo contrario de lo que me solían aconsejar hace años... Pero yo estoy ahí... chupando series... Al final acabamos descartando unas cuantas. Por consenso se decide que no vale la pena por las razones X, Y y Z.
No sé si acierto. En fin ... Es un poco complicado este asunto de la educación.
Gracias por sacar estos temas, Mariapi. Bingo.
Un beso
Sunsi, yo también opté por ver la tele con ellos. Ahora prefieren las series "internacionales", por internet, y de vez en cuando también me uno al equipo, al menos veo qué beben, ni ellos ni yo somos ajenos a esa influencia, buena o mala de la tele. Mejor juntos¿verdad? Un besico
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