martes, 5 de febrero de 2013

Los niños del coro







Las estufas de butano soltaban calorías desengrasadas, incapaces de templar un sábado tan ventoso, y en la iglesia hacia frío húmedo. 
En los primeros bancos una docena de niños alborotaban, con risas sofocadas y empujones furtivos.
Era su debut como cantores, y no habían ensayado mucho. 

         - "Oh buen Jesús, yo creo firmemente…"

Cerrando los ojos se fue el frío. Cantar con los niños esa tarde fue suficiente para descansar de tejemanejes y preparativos, desaparecían las preocupaciones tontas al contemplarlas desde la belleza silvestre de sus canciones.

Fue el mejor modo de preparar  el  Bautizo de nuestra nieta. 
El domingo nació rosa y blanco, frío y claro. 
Con el corazón despejado para atender la Belleza del Ritual.

"…¿sabéis que os obligáis a educarlos en la fe,para que puedan conocer y corresponder al Amor que Dios nos tiene, y puedan amar al prójimo tal como Jesucristo nos ama y mandó que nos amásemos?"



Recordé el compromiso de amor que acepté al bautizar a mis hijos. 


Y renové las fuerzas para llevarlo a cabo. Hasta el final de mi final. 



5 comentarios:

Ana, princesa del guisante dijo...

Esa es la única Herencia que les valdrá para toda su vida, la fe heredada de sus padres, de los padres de sus padres, de los padres de los padres de sus padres. Desde el Principio y hasta el Fin. Toma ya.
Menudo regalazo, y si es con voces de cariño resonando en el frío, muchísimo mejor. Un besazo, y felicidades una vez más.

que dificil la vida sin ti dijo...

Queridísima Mariapi: Leerte me ha estremecido. La belleza de las palabras a la que nos tienes acostumbrados aunque te superas y yo no me acostumbro y el fondo que habla de tu grandeza de auténtica cristiana me hacen plantearme una sencilla pero sentida lección de catequesis para adultos.
Que quién me lea y quiera, rece porque mi Fe se fortalezca y esté a la altura de la tuya.
Me noto fría, desencantada, escéptica, descreída...y me alegra infinito verte a ti en la vanguardia, humilde pero con un convencimiento admirable.
¡Que Dios os bendiga, en especial a Lucía que tiene la suerte de pertenecer a una familia ejemplar!
Gracias por tu sincero y emotivo testimonio, amiga mía.
Muchos besos
Asun

Mariapi dijo...

Ana, exactamente eso hemos compartido. Auténtica FELICIDAD . No paro de dar gracias,

Un besote, y mil gracias también a ti.

Mariapi dijo...

Queridísima Asun, lo primero, que recuerdes que rezo por ti, y que te queremos muchos un montón. Y en segundo lugar, que de ejemplares nada de nada. Esto es un regalo, como tal lo tengo. Una suerte inmerecida. Ahora que es el momento vital en el que van fallando las certezas absolutas, la Fe es la esperanza segura, el apoyo, la fuerza. Sólo puedo dar gracias, porque nada he hecho para que así sea.
Un abrazo, amiga, y gracias por tus palabras.

lolo dijo...

También yo me había perdido leerte. Ya no es esa tarta, que casi me juego a la actora, ya no es el coro y los niños, que también, es lo que perfuma este post y cómo me llega de limpio y de nuevo.
Muchísimas felicidades, Mariapi.
Cuántas gracias y qué bien.